l." La Migración, Cultura y Políticas", vale apuntar desde el inicio el sentido amplio de la noción de "migración" que utilizamos. No partimos de asumir un sentido restringido que procure ceñir lo que la "migración" es y lo que no, sino que partimos de indagar diversas experiencias y sentidos de la movilidad y los desplazamientos humanos. Como hemos señalado en etapas anteriores de trabajo del grupo, precisamente consideramos clave problematizar cómo las intervenciones de distintos actores sociales delimitan, amplían, especifican y configuran las migraciones, sus "sujetos" y sus "espacios", para entender las relaciones de poder en estos procesos.
Para la etapa que se inicia, el grupo proyecta prestar especial atención a las distintas escalas en que estos actores intervienen y a los entrelazamientos entre estas escalas territoriales y espaciales. Se mantiene, como horizonte común para nuestras reflexiones e intercambios, la interrogación por las desigualdades y los conflictos desplegados en torno a los deseos y búsquedas que son causa y consecuencia de los desplazamientos. En el plano global, la actualidad europea y de África del Norte respecto de las migraciones no solo nos recuerda la relevancia del tema en general, sino las implicaciones del mismo en los modos de vivir las pertenencias, las exclusiones y los mecanismos de producción y reproducción de desigualdades.
En América del Sur, los lentos pasos dados hacia la "ciudadanía sudamericana" se enfrentan a cambios profundos en las estructuras estatales de la región que sin dudas los afectarán. La llegada al poder de gobiernos neoliberales o neoconservadores plantea un panorama diferente para esas discusiones, un panorama probablemente desalentador si, como parece, los sectores dirigentes se orientan a acuerdos y alianzas que privilegien la relación comercial con los países del norte global y no las relaciones integrales con los de la región. De manera semejante, estos cambios institucionales y políticos pueden llegar a afectar a las reformas legales y constitucionales ligadas directamente a la cuestión migratoria que tomaron forma en los últimos años o que se encuentran en discusión en estos momentos.
Por otro lado, durante la última década, la migración en el corredor Centroamérica-México-Estados Unidos ha alcanzado niveles récord. Deportaciones, muertes y desapariciones de personas que cruzan la frontera y otras violaciones de los derechos humanos para las personas que van en tránsito se han mantenido en gran medida sin resolver. "El número de personas migrantes arribando a Panamá vía Darién crece exponencialmente. En las últimas semanas hemos visto llegar hasta 2,000 y 3,000 personas por día, una cifra que desborda los puntos de servicio humanitario donde la Cruz Roja presta servicios. La mayoría llegan en un estado desolador, inhumano. Están heridas, deshidratadas, con reacciones alérgicas severas y complicaciones de embarazos o enfermedades crónicas, muchas han sido víctimas de abusos y situaciones de violencia". Las respuestas de los gobiernos centroamericanos y mexicano frente a estos retos han consistido mayoritariamente en cambios en las leyes de migración, políticas de protección consular o iniciativas bilaterales o regionales de cooperación.
La emigración de Venezuela se ha dirigido especialmente a Colombia, donde van el 32,88%, seguido de lejos por Perú, el 17,39% y Chile, el 9,67%. En los últimos años, el número de emigrantes venezolanos, ha aumentado en EEUU.
El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que reiniciará la repatriación de migrantes de Venezuela que hayan ingresado a territorio estadounidense de manera ilegal .
La medida, que entrará en vigor "en los próximos días", permitirá a las autoridades migratorias de EE.UU. efectuar vuelos directos de deportación.
"A partir de hoy, los ciudadanos venezolanos que crucen ilegalmente la frontera serán procesados y, si se descubre que no tienen base legal para quedarse, serán repatriados de vuelta a Venezuela".