Esperando los anuncios sobre los acuerdos de diálogo en Barbados ¿Ha llegado el momento de desmontar tramoyas?

Martes, 17/10/2023 01:17 PM

Según los anuncios, como demasiados festivos y optimistas, Estados Unidos y el gobierno de Venezuela, parecieron haber llegado a acuerdos sustantivos en lo que respecta a las sanciones y el tema electoral.

De acuerdo a la fuente que manejamos, "El diario norteamericano Los Ángeles Times publicó este lunes que el gobierno de Nicolás Maduro y los Estados Unidos llegaron a "un acuerdo sobre nuevas condiciones electorales que, una vez firmadas el martes, permitirán aliviar algunas de las sanciones energéticas de Estados Unidos contra la administración del presidente Nicolás Maduro".

https://www.aporrea.org/actualidad/n387063.html

Observe el lector que, el diario estadounidense mencionado pone énfasis que el acuerdo es entre "el gobierno de Nicolás Maduro y los Estados Unidos", pero además habla de asuntos electorales y relativos al negocio petrolero.

No lo decimos nosotros ahora, como tantas veces lo hemos dicho, sino un diario estadounidense. Es decir, la oposición, juega un rol secundario, pues no le corresponde decidir, por lo menos en lo fundamental.

Por las redes, factores de oposición, han difundido la información, que la representación de la oposición, se vio forzada a aceptar los acuerdos que se anunciarán en el día de hoy. A esta hora, 11.59 am., todavía nada se sabe con exactitud del contenido de los acuerdos.

Según la misma fuente ya citada el gobierno de Maduro "acordó abrir el proceso electoral en el país sudamericano, lo cual incluye permitir observadores de la Unión Europea y que se avance en un plan para levantar las prohibiciones que han impedido a sus principales oponentes postularse para la presidencia…".

Según esta última información, lo más sustantivo es que hay acuerdos sobre "un plan para levantar prohibiciones" a oponentes para postularse a la presidencia.

La nota no hace referencia a nadie, pero pudiera incluir a MCM; pienso esto, al mismo tiempo que en el valor y peso de la sanciones que serían suspendidas. Pues como he venido sosteniendo, en el fondo, no creo que para el gobierno de Venezuela la candidatura antes mencionada, sea un asunto sustantivo, como parece serlo para Estados Unidos. Y digo esto porque se trata de alguien que tiene las mejores relaciones con ellos, por distintos motivos y desde hace años, pese los errores cometidos, han venido compartiendo estrechamente, tanto como que el grupo Vente Venezuela y VP de Leopoldo López, han sido los mejores aliados de Estados Unidos. Tanto es esto así, que en el amplio espectro opositor, son de los pocos que siguen apoyando las sanciones y hasta han puesto en ellas su futuro y mayor ventaja, mientras reclaman "elecciones libres".

Creo que las muestras o señales del gobierno de no levantar sanciones contra la señora Machado, más se corresponden con la idea que esta es una carta importante en las negociaciones, un cómo cambiar de alfiles. Y lo es, no por el personaje en cuestión, sino por el factor que representa, el mejor aliado de Estados Unidos y la necesidad de la diplomacia de ese país de mantener aliados confiables en Venezuela.

Pero para entender mejor lo que pareciera acontecer, las señales de humo, pensemos que se habla de un "plan para levantar las prohibiciones". Es decir, no se presagia que de las conversaciones en Barbados, se levantarían prohibiciones o inhabilitaciones. Pues el plan, supongo, es algo así, como decimos en lenguaje coloquial, "un dando y dando".

Vendrá en lo inmediato una partida de ajedrez, donde los contrincantes, desde el inicio buscarían la estrategia de algo así como un empate, con la táctica de "te cambio este alfil por uno de los tuyos y hasta mi rey por tuyo". Hasta llegar a un nivel, en lo inmediato, lo posible y alcanzable por ahora, donde todos queden satisfechos. Pues EEUU, va a cuidar que sus aliados o su oposición quede, si no lo mejor parada, sí satisfecha.

Como también hemos dicho antes, al gobierno de EEUU no le satisface ni siquiera que su "candidata" salga electa, sin tener la suficiente fuerza, sobre todo en el Poder Legislativo, para hacer "tabla rasa", como ha sido su propósito desde el año 2000. Pues también le sirve un gobierno con el cual pueda llevar unas relaciones con la normalidad del pasado cuando Venezuela era el principal surtidor de petróleo de Estados Unidos y con seguridad y sin contratiempos.

Y es obvio que, si algo ha aprendido el gobierno de Venezuela, es el valor de la normalidad de esas relaciones, pues ha podido experimentar, como Cuba, que en lo inmediato no tiene otra forma de subsistir y hacer que sus economías crezcan. No es se trata de un asunto ideológico, ni idealismos o deseos, es una realidad. La capacidad del gobierno de Estados Unidos de imponernos sanciones y llevarnos al estado en el cual estamos no necesita más nada para quedar demostrado. Tanto que, hasta los más radicales, claman por el levantamiento de las sanciones y la normalidad del negocio petrolero.

Pero EEUU también ha aprendido otra cosa. Que puede, al margen del discurso y hasta los deseos de cada quien, mantener con Venezuela y hasta con Cuba unas relaciones donde el intercambio comercial y la operatividad de sus capitales salgan lo suficientemente gananciosos, tanto como un gobierno ideológicamente identificado con él pero sin fuerza para ceder al máximo.

Los hechos han demostrado que, si bien las sanciones han afectado a Venezuela y particularmente a los trabajadores, sectores más humildes y factores del capital más débil, como los miles de pequeños comerciantes e inversionistas que han tenido que cerrar sus negocios, también lo han hecho con Estados Unidos y esto pesa más ahora, por las dificultades o conflictos presentes en el planeta en la lucha por el control o la multipolaridad. Hasta el asunto migratorio comienza a manifestar su peso.

La euforia que se resalta en la noticia, habla de acuerdos inmediatos y planes para alcanzar acuerdos más sustantivos en la medida que las negociaciones avancen. Pues lo más resaltante, es que, de acuerdo a lo informado, por fin, esas conversaciones comienzan a producir resultado. Y para Estados Unidos y Venezuela, la aspiración máxima no es que estos se queden en lo electoral y la suspensión de la inhabilitación de alguien, por muy importante que se crea, sino en lo relativo al área económica y particularmente al retorno de la normalidad de las negociaciones petroleras del pasado. Más cuando Venezuela, tiene su industria, las instalaciones petroleras en muy malas condiciones y requiere de mucha inversión de capital para lo cual no está en condiciones de afrontar sola tal desafío. Y Venezuela es una fuente con capacidad de surtir el mercado estadounidense todavía a bastante largo plazo

Es evidente que, entre los técnicos petroleros venezolanos, al margen de sus percepciones culturales y visiones estratégicas, predomina la idea de la necesidad de establecer acuerdos con el capital externo para la reactivación de la producción. También que EEUU necesita de urgencia, hasta por la estratégico, de nuestro petróleo. Por eso la euforia del inicio de acuerdos, no por lo electoral, sino por lo que estaría detrás de esa ficción.

Este cuadro, éste sólo, por lo sustancial, demanda de parte de los factores nacionalistas, antiimperialistas y hasta democráticos, sin hablar del movimiento popular, los trabajadores, porque eso es demasiado obvio, la búsqueda de acuerdos para poder mantener la dignidad y la soberanía en el nuevo reto que vamos a afrontar, impuesto por la realidad. En estas relaciones, las que ella impone, no es permisible que los factores al servicio incondicional del capital externo se fortalezcan mientras a quienes les corresponde jugar el rol opuesto, se dividen más y debilitan. En esto hay una desmedida responsabilidad y reto.

No obstante, tengamos calma y esperemos el anuncio de los acuerdos para hablar con los pelos en las manos.

El asunto Cuba tiene otro carácter. Allí las circunstancias son muy diferentes y los retos otros caracteres.

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