Típicas elecciones de un régimen autoritario, el de Pérez Jiménez en 1952

Sábado, 21/10/2023 02:10 PM

Nota: Tomado de mi libro "Golpes de Estado en Venezuela y América Latina".

En abril de 1951, el gobierno, la dictadura, impone su "Estatuto Electoral", mediante el cual se regirán las elecciones que se propone convocar, tal como mandan los compromisos con el status internacional para mantener las apariencias y los aliados circunstanciales, específicamente URD y Copei, que movidos por el odio, sin visión política pertinente, cayeron en la celada.

Pese, hubo un "Estatuto" original, aprobado por las representación de las fuerzas estrechamente ligadas al nuevo gobierno encabezado por Pérez Jiménez y los partidos URD y Copei, el gobierno provisional, emanado del golpe contra el maestro Gallegos, ignoró por completo y optó por el suyo.

En este Estatuto, impuesto contra la voluntad de los inocentes "aliados", por un régimen compuesto por gente ganada para el despotismo, se determinó lo que sigue.

Lo primero que ese "Estatuto" impone es limitar el universo de votantes. Pues eleva la edad de los ciudadanos para poder ejercer ese derecho a 21 años. Además que, las elecciones tendrían como fin escoger una constituyente que se encargaría de designar el gobierno.

En el proyecto aprobado o mejor impuesto, se negó la facultad del originalmente convenido entre las distintas fuerzas que formaban el bloque que contribuyó a destituir por la violencia, de designar un gobierno provisional, que debía nacer de un acuerdo entre las partes, en virtud que los golpistas habían disuelto la Constituyente de 1946 y mantuvo el régimen nacido del golpe, es decir el encabezado por Pérez Jiménez. Los golpistas, militares y su entorno íntimo, desde el inicio, optan por desconocer acuerdos a los que habían llegado con los partidos que le apoyaron para tumbar a Gallegos, es decir URD y Copei. Pues aparte de lo ya dicho hubo otras cosas que iremos señalando.

Se elimina la facultad de los partidos de formar parte de los organismos electorales y se le otorga a la Junta Militar el poder de designarlos. Así el CSE, el máximo y sus organismos subalternos, serían nombrados por el gobierno dictatorial sin consulta alguna con las partidos URD y Copei.

De manera expresa, de manera primordial, se priva a AD y al PCV, del derecho a participar en las elecciones de allí en adelante.

Se somete toda propaganda electoral al requisito de la censura previa por parte de personas y órganos del gobierno y se limita el derecho de reunión a locales cerrados. En vista que URD y COPEI, habían participado en la redacción del "proyecto" de Estatuto", por intermedio de Jóvito Villalba y Rafael Caldera, distinto al aprobado finalmente por el gobierno, el 6 de mayo aquellos partidos se vieron obligados a publicar una declaración conjunta, "en la que hacían una mesurada protesta" sobre los asuntos arriba mencionados.

Los partidos mencionados no tardaron en percatarse cómo habían sido utilizados para fines distintos a lo que ellos buscaban, ya que según sus percepciones, el gobierno del maestro Gallegos, pese haber resultado de una consulta amplia y democrática, donde votó una determinante mayoría de los venezolanos con ese derecho, hombres y mujeres, mayores de 18 años, carecía de legalidad, era antidemocrático y merecía ser destituido. Una percepción absurda, más allá que equivocada, que les llevó a contribuir con el surgimiento de un régimen de terror y hasta terrorista.

Veamos pues, en lo relacionado con este Estatuto, como la dictadura comienza a endurecer su posición contra URD y COPEI, partidos que apoyaron el golpe que la originó y hasta ese momento "parecían aliados". Como se conoce bien, el 30 de noviembre, los candidatos del partido URD obtienen la mayoría, lo que daría la presidencia en la constituyente al Dr. Jóvito Villalba. Ante lo inocultable de los resultados, el Ministerio de la Defensa se convierte en CSE y comienza a anunciar cifras que finalmente "reconocen" como ganador al FEI (Frente Electoral Independiente) lo que convertiría a Marcos Pérez Jiménez en nuevo presidente de Venezuela.

"En las últimas semanas de la campaña, una organización paralela, fuera de los partidos políticos, se organizó para apoyar el empuje de Pérez Jiménez a la presidencia. Para el 5-11-1952, el "Movimiento Nacional", habría recaudado 1.6 millones de firmas de apoyo. El movimiento llegó a ser tan prominente que el Presidente del Consejo Supremo Electoral (Vicente Gervasi) recordó al país que se trataba de la elección de una Asamblea Nacional Constituyente y no la de un presidente". *Alfredo Angulo Rivas. Presente y Pasado. Revista de Historia. Año IV N° 7. Mérida. Enero-Julio 1999. Págs. 35-38.

Esta advertencia final es muy importante. La historia oral, esa que se ha transmitido por generaciones, incluso en las escuelas y hasta alguna escrita, difundió la versión que las elecciones de noviembre de 1952, en primer y único término, tenían como fin escoger presidente para Venezuela entre Marcos Pérez Jiménez, por el oficialismo dictatorial y su partido FEI, Jóvito Villalba por URD y Rafael Caldera por COPEI.

En verdad se votó para escoger diputados para la Asamblea Nacional Constituyente, de acuerdo al Estatuto Electoral que, hemos mencionado, la que en una elección de "segundo grado", como en la época de Medina, escogería al nuevo presidente. Fue esto lo que decisió el gobierno que nacido del golpe militar contra Gallegos Es de notar, entre otras cosas, propias de los golpista de cualquier tiempo, como el gobierno "provisional", no sólo desconoció la AN Constituyente de 1946 y sus decisiones, sino que desconoció particularmente la constitución vigente nacida de ella y llamó a unas elecciones de segundo grado, como en el pasado. Lo más lamentable fue que sus "aliados" del comienzo, COPEI y URD, le acompañaron en aquella morisqueta, creyendo aún en lo que dijeron en sus comunicados del 24 de noviembre, cuando apoyaron el derrocamiento de Rómulo Gallegos.

Ya en las primeras horas de aquel día electoral, se sabía que URD, mostraba una amplia ventaja. "El 1° de diciembre de 1952, el embajador de EEUU, Fletcher Warren, informa por medio de un telegrama al Secretario de Estado Dean Acheson, que el partido URD iba ganando en todo el país, excepto en Mérida, por ser el bastión de COPEI y en el Táchira---" Alfredo Angulo Rivas. Ídem.*

Al día siguiente, 2 de diciembre, el mismo embajador comunica a su jefe inmediato que, la Junta de Gobierno, había desconocido los resultados "a causa del apoyo dado a URD" por los partidos ilegales AD y PCV. En el curso de aquella campaña electoral atípica, estuvieron ausentes por ilegales, los dos partidos de mayor influencia en el movimiento popular. El partido AD, con mucho arraigo aun entre la gente, estaba golpeado, aparte por los efectos generales de la represión a la que estaba sometido, por el asesinato reciente de su máximo y muy querido dirigente de la clandestinidad y sin competidor de su liderazgo dentro ni fuera del país, en aquel momento, Leonardo Ruiz Pineda.

No obstante, Leonardo había logrado imponer en la organización clandestina, pese los designios de quienes fungían de dirigentes en el exterior, una política de unidad de Acción con el PCV, que tuvo su repercusión en esas elecciones de noviembre de 1952.

El mismo partido URD hizo una campaña que, en gran medida, contribuyó para que se diesen aquellas coincidencias en el acto electoral. "Mario Briceño Iragorry, candidato de URD a la Asamblea Nacional Constituyente por el Distrito Federal, desarrolló un discurso de netos contornos nacionalistas que, difícilmente, el FEI, pudo contrarrestar". Alfredo Angulo Rivas. Idem. *

El mismo autor antes citado y en la misma obra agrega "En el cierre de campaña de URD, el 26 de noviembre de 1952, Briceño Iragorry reclama mantener cerrados los yacimientos petrolíferos que han escapado a la zarpa del imperialismo. Como puso en tela de juicio el Tratado de Comercio con EEUU y expuso su desacuerdo con las llamadas puertas abiertas con el capital extranjero que está desplazando al venezolano".

En las primeras horas se sabía que URD mostraba una amplia ventaja. Ante ello, Pérez Jiménez ordenó que la cobertura periodística se detuviera y el propio gobierno dio resultados para el 2 de diciembre, en los siguientes números: "FEI: 788.086 votos URD: 638.336 COPEI: 300.309".

Armando Veloz Mancera, aporta resultados no oficiales de la siguiente manera: URD 1.198.000 FEI 403.000 COPEI 306.000.

El colofón de estos acontecimientos es que se instala una dictadura abierta, sin remilgos, ni partidos políticos, legalidad alguna y los iniciales defensores del régimen iniciado el 24 de noviembre de 1948, cuando fue derrocado Gallegos, terminan siendo perseguidos y víctimas de la nueva situación. Se comprueba una vez más que, un proyecto dictatorial, definido desde el inicio, al desconocer todos los valores democráticos y constitucionales, termina por convertir en víctimas suyas a aquellos que engañados o no, ilusionados o no, con un mejor porvenir, sin proyecto alguno, sólo la desconfianza, odio o la insatisfacción personal, sirven ingenuamente de aliados y socios de segundo orden para las primeras etapas.

Por supuesto, en todo esto hay una constante, la participación del Departamento de Estado Norteamericano, cuyo concurso tiene como finalidad mantener control sobre la política estatal y sobre todo lo relativo a materia petrolera. Para poner final a esta parte, tomemos muy en cuenta, como el golpe militar de Pérez Jiménez, el 24 de noviembre de 1948, derogó sin contemplación alguna la constitución vigente, la primera en nuestra historia, nacida de un acto constituyente. Fue elaborada en la Asamblea Nacional Constituyente de 1946, la cual estableció como hemos visto, el derecho al voto, universal y secreto para todos los venezolanos, sin importar sexo ni condición social. Además, se consideraban aptos para ejercer ese derecho todos aquellos que tuviesen 18 años.

Un gobierno de hecho ilegal, surgido de aquel pronunciamiento, al margen de las opiniones de quienes lo promovieron y que contó con el aval de parte de lo que era entonces la Venezuela Democrática y ejercía la oposición en el Congreso de la República, con todos sus derechos, como URD y COPEI, pues el PCV nunca respaldó aquel acto, pese sus hondas diferencias con AD y su alta dirigencia, que ofreció el retorno a la legalidad y respeto a las normas democráticas, inmediatamente clausuró al Congreso de la república, todos los organismos legislativos regionales y decretó la expulsión de venezolanos, detuvo personas sin motivo, sólo por pertenecer al partido antes gobernante y la ceguera opositora se hizo cómplice de aquellos 68 desmanes.

No "sospecharon" piensa uno, quienes ingenuamente se aliaron desde el principio a Pérez Jiménez, lo que no habla muy a su favor, que muy pronto vendrían por ellos.

Como dijo Pompeyo Márquez, al inicio de ese período: "ejerce la censura de prensa, continúan "legales" el PCV, URD Y COPEI, aunque sin actividad política, es decir sin acciones de masas de ninguna naturaleza. Es una represión selectiva".

Como en efecto, en 1950, cuando ilegalizaron al PCV, la oposición democrática, de muy buena fe, siguió esperando cambios en favor de los derechos de las mayorías y a los principios constitucionales, a la soberanía, hasta que en 1952, para ser más exactos, en diciembre, la dictadura dio el zarpazo final al desconocer los resultados electorales de entonces y darle a URD, COPEI y cualquier vestigio democrático que quedase, el mismo tratamiento que ya venía aplicando desde el 24 de noviembre de 1948.

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