El perro Pipo corría desde el portón hasta donde estaban guindados los helechos y viceversa. Se mostraba alegre y contento. Y todo era debido a que el periodista Juancho Marcano, le había echado un baño, por el calor que no sólo agobiaba al canino sino al hombre y a su esposa. Por eso la alegría de Pipo, que llegaba donde estaba sentado el reportero, le montaba las patas en sus rodillas y volvía a correr como un mismo niño travieso.
El periodista, lo miraba y se alegraba por la contentura de Pipo, que en verdad se merecía que lo bañaran, pues a diferencia de los humanos, no se puede quitar la camisa de pelos que cubre su piel y que debe darle bastante calor por este clima que ha producido esta sequía y de paso vinieron unas lloviznas que alborotaron la temperatura y la subieron para desdicha de los habitantes de la Tacarigua de Margarita.
Juancho Marcano dejó de ver correr a su perro y se dedicó a leer su celular, y por cierto leía una sección llamada: Cabalgando con la décima, que dirige Evaristo Marcano Marín y que varias personas componen décimas por temas, entre ellas, se encuentra su colega y amigo Emigdio Malaver, a quien por cierto tiene tiempo que no ve. "Esta gente que día a día compone décimas, de verdad que merecen un reconocimiento, pues ellos con ese aporte, buscan revivir la décima que es una tradición margariteña que no debe morir nunca, pues nuestros antepasados la usaron no solamente para cantar galerón y gaitas, si no como crónicas que relataban en esos diez versos, los hechos que sucedían en las comunidades", se dijo el periodista, mientras leía unas décimas sobre la mujer margariteña.
En eso estaba, cuando Pipo se acercó con ganas de conversar y por eso rápidamente, comentó: "En vista de este calor que hemos venido sufriendo y otras cosas, Juancho, ¿Cuáles crees tú que son nuestras primeras necesidades?
- Moral y luces, como dijo Bolívar, respondió el periodista velozmente, para salirle al paso a su perro.
- Si es verdad, pero falta una, pues yo oí en la radio que por el calor que un día lo agobiaba, el escritor Francisco Herrera Luque, exclamó: "Moral y luces, y aire acondicionado, son nuestras primeras necesidades".
Juancho soltó la risa y abrazó cariñosamente a su perro.