La quinta y sexta preguntas para el referendum 2023 sobre el Esequibo

Viernes, 03/11/2023 01:00 PM

El Presidente Maduro está llamando a un Referendo acerca de nuestra reclamación sobre el Esequibo, para el 03/12/2023.

Desde 1648, figura el río Esequibo como frontera oriental de Venezuela. Para 1777, el Esequibo, y mucho más, figura en el área de la Capitanía General de Venezuela. La Constitución de 1811, basándose en el mapa de Agustín Codazzi, incluye este territorio.

Como si fuese poco, el principio "iuti possidetis iuris" (así como has poseído, poseerás), es reconocido mundialmente en el derecho internacional.

En 1899 se realizó un arbitraje fraudulento sin la presencia de Venezuela. Venezuela nunca reconoció este arbitraje, presentó su reclamación y luego se llegó a firmar el Acuerdo de Ginebra, con lo que la misma ONU reconoció el fraude.

Las relaciones entre Venezuela y Guyana se han calentado mucho. Debido a ello, el Presidente Maduro está llamando a un Referendo para este año 2023.

Veamos un pequeño análisis de las cinco preguntas y por qué considero que la quinta debe estudiarse con atención, puede ser contraproducente. Y cuál es la sexta pregunta propuesta.

Preguntas para el referendo.

1.- ¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?

Si. No hay duda. En el mismo acuerdo de Ginebra se reconoce la contención venezolana ante la ONU, en 1962, de considerar nulo e írrito (inexistente) el Laudo Arbitral de París de 1899 que emitió el Tribunal Arbitral de París.

Llama la atención que, en el petitorio que hace Guyana ante la CIJ, se opone a la inclusión de esta pregunta. Es decir, Guyana quiere dejar esta puerta abierta. Por eso, definitivamente, respondemos que SI a esta pregunta.

2.- ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?

SI. No hay duda. No hay otro elemento aprobado. El Acuerdo, bajo la ONU, crea una Comisión Mixta para entablar conversaciones. Y, si estas no prosperasen, habrá que regirse por cualquiera de los métodos contemplados en el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas: la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección.

Siempre apoyaremos, hasta donde sea posible, la vía pacífica.

3.- ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?

SI. La CIJ es una institución amañada. Nunca ha actuado en beneficio de algún pueblo periférico. Esta institución, y toda la ONU como tal, son instituciones fallidas, incapaces de gobernar a nivel mundial.

Guyana también se opone a esta pregunta. Es evidente que le conviene dirimir en esa instancia viciada.

4.- ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme al derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?

SI. No creo que haya ningún venezolano que se oponga a lo manifestado en este punto. Hasta Guyana, en su petitorio, no hace referencia a la misma.

5.- ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el derecho internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?

Aquí es donde dudo.

Creo que contestaré NO. Y diría NO, precisamente porque quiero que el Esequibo pase a ser formalmente parte del territorio venezolano, como lo es de derecho.

Creo que responder SI a esta pregunta es ir en contra del Acuerdo de Ginebra. Debemos respetar cuidadosamente el acuerdo de Ginebra; cumplirlo y hacerlo cumplir.

Responder SI a las cuatro preguntas anteriores nos lleva a respetar el Acuerdo de Ginebra. Si bien la pregunta 5 dice "conforme al Acuerdo de Ginebra", se contradice, creo yo.

El Acuerdo de Ginebra es muy corto, y en su artículo 5 dice que nada de lo contenido en el Acuerdo será interpretado como una renuncia o disminución por parte de Venezuela, el Reino Unido o la Guayana Británica de cualesquiera bases de reclamación de soberanía territorial en los Territorios de Venezuela o Guayana Británica… Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras se halle en vigencia este Acuerdo constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en los Territorios de Venezuela o la Guayana Británica, ni para crear derechos de soberanía en dichos Territorios… Ninguna nueva reclamación o ampliación de una reclamación existente a soberanía territorial en dichos Territorios será hecha valer mientras este Acuerdo esté en vigencia.

Si actuamos por la fuerza para imponer la soberanía (pues para crear el Esequibo como estado venezolano y otorgar la ciudadanía y cédula de identidad venezolana se requiere actuar en el territorio), nos pondríamos de espalda al Acuerdo firmado y nos colocaría en contra a muchos de los países del mundo que actualmente ven con buenos ojos nuestra reclamación.

Prefiero proponer una pregunta adicional.

Venezuela y Guyana somos ambos países periféricos, con un enemigo común: las élites mundiales. Son las que nos ponen a pelear. Son las que ganan con nuestros conflictos.

Nuestras diferencias la debemos arreglar pacíficamente, conversando. Y, más allá del ganar – ganar, con sinergia. Es decir, creando algo de más valor que el simple acuerdo.

¿Por qué no convertir la disputa en algo provechoso para ambos pueblos, mientras se da la solución?

Propongo convertir al Esequibo en un Territorio Federal Mundial, co administrado por Guyana y Venezuela, para servir de sede a las organizaciones multilaterales regionales y mundiales: el CELAC, la OEA (si continúa existiendo, pero deslastrada del tutelaje norteamericano) y el Gobierno Mundial Democrático, bajo el Parlamento Mundial que establece la Constitución Mundial para la Federación de la Tierra.

La propuesta no se trata de ceder soberanía de ninguna de las dos naciones, sino de establecer un acuerdo mancomunado sobre parte del territorio.

La Constitución Mundial para la Federación de la Tierra propone un gobierno mundial federado, democrático, bajo la dirección de un Parlamento Tricameral: la Cámara de las Naciones (uno a tres delegados por nación, según su población), la Cámara de los Consejeros (200 delegados nominados por los institutos educativos y científicos del planeta), y la Cámara de las Gentes (1.000 delegados, uno por cada uno de los 1.000 distritos electorales en que se divide equitativamente el planeta).

A diferencia de la ONU, el Parlamento es la autoridad máxima, bajo la cual funcionan los demás poderes. Se descarta el odioso Consejo de Seguridad y la figura del veto.

La Constitución Mundial exige la eliminación de las armas de destrucción masiva y redirigir el presupuesto de guerra hacia la restauración del ambiente y la democratización de la educación, la tecnología y las finanzas. Promueve un nuevo sistema financiero y económico mundial, basado en la autonomía de los pueblos y las regiones y la democracia, por lo que se acabará con el desempleo y la pobreza.

El Esequibo, como una de las sedes de la capital mundial, contribuye a la transición hacia el nuevo esquema civilizatorio:

  • Territorio Federal Mundial, en el que las nuevas organizaciones regionales y mundiales pueden tener su sede sin depender de ningún estado nación. No se requerirá visa de ningún país. No habrá restricciones, como impone actualmente los EE.UU. a los delegados de naciones ante la ONU que no son de su agrado. Sería un territorio co administrado por las dos naciones y la participación progresiva del próximo gobierno mundial democrático, sin ceder soberanía.

  • Permite a los estados-nación soberanos disponer de un fuerte mecanismo de multipolaridad o megapolaridad (hasta llegar a lo óptimo: Unidad en la Diversidad) que respete su autonomía soberana, a la par que fomenta la construcción de un gobierno mundial que asuma la solución de los graves problemas mundiales que sobrepasan su capacidad. Se constituye, pues, al mismo tiempo, en trinchera de las naciones contra el poder imperial, y fomento del futuro gobierno mundial. Fomenta, por tanto, la multipolaridad, y más allá, la megapolaridad, para llegar a la Unidad en la Diversidad: igualdad para todas las naciones. La multipolaridad no sería una solución definitiva (pues sólo nos da una paz tensa), pero sí una defensa transitoria ante la unipolaridad, como una transición hacia la Unidad en la Diversidad.

  • Activa el territorio del Esequibo en una dirección sinérgica. Tanto Venezuela como Guyana pondrán al servicio de la comunidad mundial un territorio libre y federado. Esto generará a su vez recursos a ambas naciones, pues allí se construiría una gran ciudad universal, con sedes para organizaciones, centros de convenciones, hoteles y todos los servicios relacionados. Es una situación mucho más allá de ganar – ganar, pues no sólo ambas naciones ganan, sino que potencian miles de iniciativas no existentes actualmente.

  • Mantiene la soberanía de ambas naciones, pues el acuerdo sólo abarcará la disposición de una parte del territorio para la gobernabilidad mundial, mas no la explotación de los recursos ni el poblamiento por alguna de las dos naciones.

  • Al ser sede del gobierno mundial provisional, apunta a resolver todas las contradicciones y problemas mundiales.

Venezuela y Guyana podrían dar un paso diseñando un mecanismo soberano que ponga parte del Esequibo al servicio de la democracia internacional, como sede de una nueva organización multilateral que comience a crecer para sustituir a la triste ONU. Ambas naciones están llamadas a pensar en sus pueblos, en las conveniencias de sus pueblos, más allá de intereses foráneos.

De allí la propuesta de la pregunta 6:

6.- ¿Está usted de acuerdo en buscar un acuerdo con Guyana para declarar el Esequibo como un Territorio Federal Mundial, co administrado por ambas naciones, para servir de sede a las organizaciones multilaterales regionales y mundiales, manteniendo la soberanía de ambas naciones, contribuyendo así a una mayor multipolaridad en el planeta?

SI.

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