El 80% de la mayoría Popular contra el 20% del madurismo-oposición progringa

Lunes, 06/11/2023 12:05 PM

Siempre ha sido así, el sistema capitalista va resolviendo sus desastres económicos, originados por sus mismas lógicas y contradicciones de funcionamiento sistémico, por la vía de engendrar guerras, y la historia registra suficientes pruebas de ello. Además, son guerras en las cuales los pobres ponen los muertos para que los ricos sigan disfrutando de su sistema de opresión y opulencia, es que a ellos, a los capitalistas y a sus familias, ni un "triquitraque" les cae. Entonces, esta clase delincuencial apela a activar conflictos armados entre las naciones, y a los pueblos de estas, que son su carne de cañón, comienzan a manipularlos con arengas patrióticas y así usan a los pobres para que con sus vidas salven al mismo sistema que los explota y los excluye.

Y la verdad es que la única patria de los pueblos sería la que ellos mismos, los pueblos en revolución, puedan edificar en paz con justicia social, que nunca conseguirían mientras estén bajo la dominación de las republiquetas burguesas en donde los grandes ricos delincuenciales son los que tienen derecho y libertad de oportunidades a gozar de la riqueza producida por el pueblo trabajador que a duras penas sobrevive con salarios de esclavos.

Por eso los venezolanos se preguntan, ¿Que tipo de patria es esa donde dos ladrones como Tareck El Aissami y Juan Guaidó, desvalijan los bienes públicos y no son castigados, qué tipo de patria es esa donde una sicópata como maría corina machado pide al imperialismo norteamericano invadir a Venezuela y no es encarcelada, alguien tendrá la cachaza de justificar, que tipo de patria es esa donde alcaldes y gobernadores se roban los dineros públicos mientras las ciudades que les dieron para que gobernaran se hunden en el empobrecimiento y no son encarcelados, puede haber alguien qué exponga con palabras claras, qué patria es esa donde los maestros ganan 130 bolívares de sueldo básico al igual que una enfermera. Qué patria es esta donde la salud y la educación pública están literalmente en el suelo, qué patria es esa donde la agricultura no funciona aun contando con millones de hectáreas cultivables además de miles de productores dispuestos a trabajarlas. Qué patria acaba con su industria petrolera. Qué patria es esa donde su riqueza mineral no sirve para reinvertirse en desarrollo y bienestar social sino para enriquecer a un grupo de delincuentes. Y así un larguísimo etc.

En Venezuela lo que está en crisis no es el pueblo venezolano, ni el socialismo que este quiso darse, ya que este nunca ha existido. Al socialismo no lo dejaron nacer y al pueblo venezolano lo sometieron a un proceso de empobrecimiento y esclavizamiento a través de las erradas políticas económicas capitalistas del gobierno de maduro en complicidad con el sindicato de los explotadores; fedecámaras. Ahora bien, quienes si están en un franco deterioro de su hegemonía, envueltos en una verdadera crisis de poder son el madurismo y la oposición progringa porque sencillamente el 80% del pueblo no los quiere más en el gobierno, no obstante para que esta crisis se convierta en una situación revolucionaria, el 80% de rechazo y de deseos de cambio debe necesariamente transformarse en una fuerza política material como una clara opción de poder. Y esto es realmente posible.

Por lo tanto, seremos insistentes en decir lo siguiente hasta el cansancio, porque estamos convencidos que enfocarnos en otras ocupaciones es distraer al pueblo venezolanos en asuntos sin sentido, lo que necesitamos es que el 80% de descontento, que el 80% compuesto por los empobrecidos del chavismo y la oposición, encuentren la forma de constituirse en una fuerza política unificada que levante como programa de gobierno el Proyecto Nacional Simón Bolívar para, en primer lugar, asumir el control y dirección de la República y así tener el poder de empezar a construir una República Democrática fuerte, que de verdad proteja a sus ciudadanos, que bajo el imperio de la ley garantice la libertad de oportunidades y acabe con la injusticia y la desigualdad. Es decir, necesitamos edificar una República Democrática donde el enfermo tenga el derecho de ser dignamente atendido en un centro público de salud. Una República Democrática donde las niñas, niños y jóvenes asistan a la escuela para formarse como buenos ciudadanos y que egresen con altos niveles de profesionalización. Necesitamos organizar una República Democrática que desarrolle una agricultura y ganadería que se autoabastezca para satisfacer a las familias venezolanas de los tres platos de comida diaria necesarias. Se precisa de una República Democrática que impulse el fomento de la ciencia, de la tecnología y de las artes que nos ayude a comprender mejor la vida, el universo y el mundo persiguiendo siempre hacerlo a través de la belleza. En resumen, una República Democrática de productores libremente asociados para producir vida buena.

Sin embargo, los pasos que los movimientos populares necesitan dar para reconfigurar la correlación de fuerzas políticas y acercarse a la realización de esta utopía perfectamente realizable, es concentrarse en hacer viral la labor de entretejer todas sus fuerzas y energías a nivel nacional, empezando por comunidad por comunidad, parroquia a parroquia, municipio a municipio hasta llegar a nivel nacional un gran Frente de la Unidad Popular del 80%. La coyuntura es favorable para el llamado, porque el madurismo y su otra versión; la oposición progringa, quedaron al desnudo, sólo tienen el 20% y el pueblo tiene el 80%. Es decir están dispuestas como nunca las condiciones objetivas para construir La República de los Plebeyos.

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