Haciendo honor a mi palabra empeñada, y llegando un día como hoy, 11 de noviembre de 2023 a la edición número 90 de esta columna y a poco menos de 22 días del referendo consultivo sobre nuestra reclamación histórica del territorio Esequibo, debo referirme también a una personaje que también es poco conocida en este histórico reclamo.
El periodista y camarada Diógenes Carrillo me ha catalogado como un historiador pese a que mi profesión es de abogado. Pero es que si no nos vamos a las raíces históricas no podremos comprender jamás los procesos que estamos viviendo en la actualidad.
Más allá de que en lo personal me topé con el tema del Esequibo a través de un amor que tuve en Tumeremo, pueblito minero al sur de Bolívar al que espero volver algún día, y de la historia magna y oculta del General Domingo Antonio Sifontes, a quien un grupo de venezolanas y venezolanos más el General Padrino López reivindicamos con el rescate de su mausoleo en el cementerio municipal de Tumeremo. Llegó pues también la hora de reivindicar, no solo a otra personaje poco conocida en esta reclamación que ya data de casi dos siglos, sino además por su condición de mujer.
Me refiero a Valerie Paul Hart, líder política de la etnia indígena wapishana nacida en 1934 en el Distrito Rupununi, actualmente Alto Tacutu- Alto Esequibo y que militó en el partido amerindio de Guyana, en abierta oposición al gobierno de Forbes Burham, siendo postulada a la presidencia de ese país en 1968 no resultando electa.
De acuerdo a las investigaciones que he realizado sobre ella, su apellido lo obtuvo de su esposo, el piloto aviador Harry Hart, del que tuvo 5 hijos. Ambos participaron en los actos de celebración y proclamación de la independencia de la República Cooperativa de Guyana en 1966.
Su participación en el partido amerindio de Guyana fue a través de la familia de su esposo, y estuvo presente en la primera conferencia de pueblos amerindios denominado "Congreso Cabacaburi", el cual presentaba un grupo de exigencias al Primer Ministro de ese país en representación de una comunidad de 40.000 indígenas de la región. El movimiento defendía la integración de los indígenas en la sociedad guyanesa, elemento discordante con las políticas afrocentristas de Burham. La sociedad indígena al sur del territorio Esequibo se sentía amenazada por la posible repartición de sus parcelas agrarias entre sectores que apoyaban al Primer Ministro de entonces, y es ahí que los habitantes del entonces Distrito de Rupununi protagonizan una rebelión armada en contra de las autoridades guyanesas. Es así como el 2 de enero de 1969 se protagoniza la famosa rebelión del Rupununi.
Casualmente, en la misma fecha, pero 74 años antes, un 2 de enero de 1895, se dio el incidente del Cuyuní protagonizado por el general Domingo Sifontes, del cual ya me he referido en anteriores escritos y que gracias a esa acción se frenó un tanto el expansionismo británico ya no solo en el territorio del Esequibo sino en los pertenecientes al sur del estado Bolívar, donde hay mucho oro y otras riquezas. Por eso es que si no se conoce la realidad del sur de Bolívar, no puede comprenderse la realidad del Esequibo.
Pero volvamos a la semblanza de Valerie Paul Hart y la rebelión del Rupununi del 2 de enero de 1969.
Según Paul Hart, las razones que conllevaron a la población indígena a alzarse contra el gobierno de Burham fue el irrespeto de sus derechos constitucionales, la intimidación y constante represión hacia ellos.
Y así fue como esa mañana del 2 de enero de 1969 los indígenas campesinos de ese distrito toman los edificios públicos, aeropuertos y rehenes y el saldo inicial fueron de cinco personas fallecidas. Valerie es nombrada primera presidenta del Estado Libre Esequibo, quien inmediatamente solicitó protección al gobierno venezolano en ese entonces encabezado por Raúl Leoni, a fin de regresar ese territorio despojado por los británicos, a nuestro país. Al no tener el apoyo de Venezuela, en menos de tres días, la rebelión es aplastada por las Fuerzas de Defensa de Guyana, brasileros y hasta EEUU y lo británicos aunque no sean mencionados. El saldo fue varias viviendas indígenas destruidas, un poco más de 100 muertos y la huida de muchos nativos hacia Brasil y Venezuela.
Paul Hart tuvo que pilotar su propia avioneta y huir de ese territorio junto a su familia, aterrizando en Ciudad Bolívar. Luego viajó a Caracas y se reunió con el canciller Ignacio Iribarren Borges y Reinaldo Leandro Mora, en ese entonces Ministro de Relaciones Interiores, para pedir apoyo hasta militar, ya que su objetivo era que el Distrito de Rupunini volviera a la entonces República de Venezuela.
La respuesta a Paul Hart no solo no fue no apoyarla sino que además de que el gobierno de Leoni le concedió la nacionalidad venezolana a muchos de los participantes de la rebelión del Rupununi, a Valerie ni a su familia se le concedió ese derecho.
Además de ello, el gobierno de Forbes Burham acusó al gobierno venezolano de entonces de apoyar con armas y logística dicha rebelión. Y fue una carta que utilizó muy bien para que en el primer mandato de Rafael Caldera, quien estaba agobiado por todas partes, desde un parlamento abiertamente opositor hasta esta situación, lo obligaron a firmar el Protocolo de Puerto España en 1970, donde se congelaba la aplicación del Acuerdo de Ginebra firmada el 17 de febrero de 1966, durante 12 años.
Paul Hart trató de reunirse con el presidente Leoni y con el presidente electo Rafael Caldera. En sus reuniones con los ministros no le hicieron ningún ofrecimiento, ya que le manifestaron que eran asuntos de política internacional muy delicados. El ministro Reinaldo Mora, al salir de esta reunión, declaró: "el movimiento no habría fracasado si Venezuela hubiera intervenido".
En una rueda de prensa posterior, en el Antímano Lounge del hotel El Conde de Caracas, Paul Hart declaró indignada en los siguientes términos: ""Quiero que quede bien entendido que si el gobierno de Venezuela, por presión de Estados Unidos, no presta ninguna ayuda a la Rupununi gente, sería igual apoyar al gobierno de Burnham".
Meses después en una carta dirigida al Reverendo Padre Hermann González Oropeza y fechada en Ginebra el 06 de Febrero de 1970 el ya para entonces Ex Canciller Iribarren Borges indicaba lo siguiente:
"Yo no creo que para este gobierno será fácil tomar la decisión de arreglar el asunto mediante vías de hecho. Recuerdo muy claramente la actitud del Doctor Caldera cuando le informe sobre lo que pasaría en Rupununi. En esa oportunidad le lleva todos los documentos, informes, opiniones, proyectos, planes, etc. Usted sabe todo eso (…). El gobierno de Leoni no podía ordenar ninguna acción sin la expresa aceptación de Caldera y este no se manifestó a favor de la acción venezolana, habiéndose limitado a comunicarme telefónicamente que le parecía el asunto muy peligroso".
Si Caldera hubiera estado de acuerdo, como Presidente electo le habría bastado ponerse de acuerdo con el Presidente Leoni para ejecutar las acciones que consideraran convenientes (era muy sencillo hacerlo pues ya había tomado la iniciativa de pedirle su opinión a través de mí). Esto no sucedió y no fue porque yo me hubiera opuesto, que no lo hice. No pretendo criticar a Caldera ni a ningún otro de no haber tomado la decisión de proceder en aquella oportunidad que, indudablemente, era muy favorable para las aspiraciones venezolanas. Comprendo las responsabilidades que asumirían. Únicamente estoy recordando la actitud de Caldera y la forma que adopto para no mezclarse en un asunto cuyo curso dependía de su decisión. Guzmán, G.M (2016). La Cuestión Esequibo: Memoria y Soberanía. Caracas: Universidad Metropolitana. Pág. 120-121.
Valerie Hart se ve forzada a exiliarse en Texas, EE.UU y Venezuela perdía una gran oportunidad para la recuperación de su territorio Esequibo. Valerie la cual falleció en Vero Beach, Florida a los 87 años de edad, después que durante años se desconociera su rastro y permaneciera mucho tiempo en Hawai. Su último aliento siempre fue en apoyo a que el Esequibo volviera a Venezuela.
El 26 de Febrero de 2021, casualmente en la fecha de fallecimiento de Valerie, el gobierno venezolano anuncio que no asistirá al juicio ante la Corte Internacional de Justicia incoado por Guyana, tal decisión debe ser respaldada por todo el país como un Estado - Nación que defiende sólidamente sus intereses por encima de cualquier color político, creencia o religión y más aún ante una Corte que viola sus propios estatutos, que no tiene competencia alguna en el diferendo y mucho menos jurisprudencia al no ser Venezuela firmante del Pacto de Bogotá de 1948 en la cual los países firmantes delegan parte de su soberanía a dicha Institución.
El Estado tiene una tarea pendiente en cuanto a educar aún más a los venezolanos sobre la importancia económica y geopolítica que tiene el Esequibo para la nación, dado que nadie defiende lo que no conoce. Por tal motivo, el país y sus instituciones deben reconocer el heroísmo de Valerie, Venezuela está en deuda con ella y todos los líderes de la revuelta. Por lo que se debe considerar la exaltación de sus méritos nacionalistas y demostrar con hechos que: El Sol de Venezuela nace en el Rio Esequibo.
Entiendo que por razones de carácter diplomático el presidente Maduro no haya hecho mención de este hecho, pero la historia debe ser contada en su totalidad para las próximas y futuras generaciones.
Honor y gloria a Valerie Paul Hart. Otra de las heroínas de nuestra reclamación histórica del territorio Esequibo.
P.D.: Escribo estas líneas con tristeza y dolor al enterarme de la lamentable noticia del fallecimiento de mi querida Guillermina Contreras de Azuaje, cariñosamente conocida por quienes la amamos de "Mina". A mi hermano Gonzalo "Chalo" Azuaje, maestro y creador de "La Realidad Inventada" quien desde hace más de siete años me ha hecho participe de ese y otros espacios comunicacionales y revolucionarios no tengo palabras para expresar mis condolencias. A minutos de salir a encontrarte para darle el hasta siempre a nuestra querida "Mina", luego de su cambio de paisaje.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!