Columna de Juan Martorano (93)

173 años del Convenio de Statu Quo entre el Reino Unido e Irlanda del Norte y Venezuela

Sábado, 18/11/2023 12:48 PM

Una buena amiga me recordó que es importante en el marco de la batalla por el Esequibo, decir algunas cosas que no se dicen. Indudablemente que el Presidente Maduro ha tenido sendas y enjundiosas explicaciones que han sido hasta ahora las mejores que he escuchado en torno al tema. Y es en ese sentido, que tanto estos modestos aportes como mis recientes charlas y comparecencias en medios se inscriben en el aporte a este debate.

Sobre todo, tomando en cuenta los 15 días que restan para la celebración del referendo consultivo.

Pero antes de entrar en materia, quiero agradecer a la aldea universitaria de la Misión Sucre en los Magallanes, en Catia, así como al Gabinete Cultural, a los Adultos y Adultas Mayores y Personas con Discapacidad en la parroquia Coche. En ambos espacios he tenido la oportunidad de compartir los conocimientos que tengo sobre el tema del Esequibo y la sencillez y el cariño de la gente humilde. Desde jóvenes de 19 años de edad, los cuales me formularon preguntas cuestionadoras y generadoras bien interesantes, hasta el cariño de viejitos y viejitas que pasan largo los 70 años de edad, me comprometen a seguir dando la batalla por esta reclamación histórica, y bicentenaria.

Además de las inquietudes que dejé, por lo menos si algo agradezco es que en las charlas hasta ahora dadas, la gente no se me ha aburrido ni mucho menos dormido, lo cual ya es bastante decir. Incluso algunos tomaron notas y no perdían la atención de todo lo que uno iba diciendo, y te formulaban preguntas.

Expresado esto, ahora entremos en materia sin más dilaciones.

Un 18 de noviembre de 1850, el entonces cónsul británico en Caracas, me refiero al general Belford Hinton Wilson, en su momento edecán de nuestro Libertador Simón Bolívar y que lo acompañó en su lecho de muerte en Santa Marta, se dirigía a nuestro Secretario de Relaciones Exteriores del entonces gobierno, Vicente Lecuna, donde se hace una propuesta, a fin de dirimir la demarcación y definición de fronteras con la entonces Guayana Británica.

Como bien se ha dicho respecto a esta reclamación histórica de la Guayana Esequiba, ya ahí se venía suscitando, una vez dado el nacimiento de esta colonia en 1831, cabe recordar el viaje realizado por el explorador prusiano (alemán) Robert Schomburgh, donde procedió a delimitar y a demarcar esta "frontera", incluso colocando postes desde Punta Barima, en el hoy estado Delta Amacuro. Esto indudablemente generó protestas de los gobiernos nuestros de entonces, y de la población caraqueña en la década de los 40del siglo XIX, en la que en múltiples oportunidades casi incendian la sede de la Legación Británica, hoy embajada.

Tal y como lo señala José Rafael Guzmán en un escrito, presenta la comunicación de Wilson dirigida a Lecuna un día como hoy pero de hace 173 años, la cual constituye un testimonio muy importante para la postura venezolana referida a la usurpación británica en la cuenca del rio Esequibo. Pues en la referida comunicación se revelan varios asuntos: 1.- Que el gobierno británico reconoce que desde el año 1813 se hizo la denuncia por parte de Venezuela de la usurpación de colonos británicos de territorio venezolano; 2.- Que las autoridades británicas amenazaron y responsabilizaron a autoridades venezolanas sobre supuestos actos de "agresión", que podrían concluir en una "colisión", por el establecimiento de un fuerte en la provincia de la Guayana venezolana; 3.- Que el gobierno británico se comprometió a no ocupar dicho territorio si el gobierno venezolano tampoco lo hacía hasta tanto se resolviera la delimitación territorial entre nuestra República y la entonces Guayana Británica.

Importante es que señale en el presente escrito, el por qué este intercambio de notas diplomáticas se le denomina Convenio de Status Quo, porque no se trata de la firma de un tratado en sí, sino de un acuerdo que se estilaba en esa época.

El Tratado de Statu Quo se trataba más bien de un principio usado en tratados internacionales en tiempos de guerra referido a la retirada de tropas en los campos de batalla y al retorno de las condiciones previas a la guerra. En ese sentido, significaba que ninguno de los bandos combatientes perdía o ganaba territorio, derechos políticos o económicos a causa del conflicto armado, sino que cada quien conservaba las posiciones y posesiones que tenía.

Sin embargo, Gran Bretaña no solo violó su compromiso, sino que falseo mapas y ocupó militarmente las bocas del Orinoco para inicios de 1880. De hecho, mientras proponía este acuerdo, creaba la Compañía Minera de la Guayana Británica, y durante el período comprendido entre 1879 y 1894 existían 29 empresas mineras auríferas inglesas free standing (de ello volveremos en próximas entregas de esta columna). Me permito como hemos venido haciéndolo en anteriores entregas, reproducir el texto íntegro de la comunicación de Hinton Wilson a Vicente Lecuna, un día como hoy de hace 173 años.

Comunicación del Cónsul General Británico en Caracas Belford Hinton Wilson al Secretario de Estado y Relaciones Exteriores de Venezuela Vicente Lecuna sobre la propuesta del gobierno británico al venezolano de convenir el compromiso de ambos países de no ocupar el territorio disputado y cesar las mutuas acusaciones sobre la usurpación territorial

Legación Británica.—No. 118.

Caracas, 18 de Noviembre de 1850.

Sr. Vicente Lecuna, Secretario de Estado y Relaciones Exteriores de Venezuela.

En tres de abril último, el infrascrito, Encargado de Negocios de Su Majestad Británica, tuvo el honor de mostrar al señor Fernando Olavarría, entonces Secretario de Estado y Relaciones Exteriores de Venezuela, un informe original que el día precedente había dirigido el infrascrito al Principal Secretario de Relaciones Exteriores de Su Majestad, exponiendo el carácter y objeto de una propaganda de falsedad y calumnia, en cuanto á la conducta y política del Gobierno Británico en la cuestión de límites entre la Gran Bretaña y Venezuela; y al mismo tiempo informó el infrascrito á S. S. de los pasos que había dado para contradecir el rumor que malévolamente se difundía en Venezuela, de que la Gran Bretaña intenta reclamar la Provincia de la Guayana Venezolana.

Esos pasos consistieron principalmente en asegurar al Gobierno Venezolano que era falso cuanto había divulgado sobre esto la propaganda, y en comunicar al Gobierno Venezolano copia de un oficio, que en 20 del mes de marzo anterior, había dirigido el señor Kenneth Mathison, Vice-Cónsul Británico en Bolívar, oficio en que después de manifestar cuál había sido en realidad la marcha y conducta del Gobierno de Su Majestad en este asunto desde noviembre de 1847, declaraba formalmente que las intenciones que, con el objeto manifiesto de servir al interés privado de cierto individuo bien conocido, y á las tretas políticas de la propaganda, se habían imputado desde 1813 al Gobierno de Su Majestad, no sólo están entera y absolutamente faltas del menor fundamento, sino que son precisamente todo lo contrario de la verdad.

Copia y traducción de ese oficio al señor Mathison se publicaron por el Gobierno Venezolano en el número 981 de la Gaceta Oficial de Venezuela; y con fecha de 13 de mayo último, aprobó el Gobierno de Su Majestad la conducta del infraescrito en el particular.

Observará aquí el infraescrito que en 5 de abril leyó, traduciéndolo á S. E. el Presidente, el informe arriba mencionado que daba á su Gobierno, informe cuyo original, como ya ha dicho, lo había mostrado en 3 de aquel mes al señor Olavarría que lée inglés.

En 13 del mismo mes de abril creyó de su deber el infraescrito trasmitir á su Gobierno estractos de cartas, que le dirigió desde Bolívar el señor Vice-Cónsul Mathison con fechas 2, 8, 18, 22 y 30 de marzo, diciendo que se habían comunicado á las autoridades de la Provincia de Guayana órdenes de ponerla en estado de defensa, y de reparar y armar los fuertes desmantelados y abandonados; y en fin, que el Gobernador, José Tomás Machado, había hablado de levantar un fuerte en el punto de Barirna, cuyo derecho de posesión está en disputa entre la Gran Bretaña y Venezuela.

Creyó asimismo de su deber el infraescrito comunicar á su Gobierno la introducción en la Cámara de Representantes de un proyecto de ley, que se registra en el número 02 del Diario de Debates, y autoriza al Gobierno Ejecutivo para construir inmediatamente un fuerte en el punto que sirve de límite entre Venezuela y la Guayana Británica sin designar, sin embargo, por su nombre qué punto es ese, autorizando así al Gobierno Ejecutivo para cometer de facto una agresión y usurpación en el territorio que se disputa entre ambos países, mediante la construcción de un fuerte en algún punto que Venezuela puede reclamar, aunque la Gran Bretaña puede reclamar igualmente la legítima posesión de ese punto.

El tono y lenguaje empleados con Grán Bretaña en el curso de los debates sobre este proyecto, que el infraescrito no se detendrá á caracterizar, no dejaron fundamento razonable para dudar de la inminencia del peligro á que se expondrían los derechos Británicos en caso de pasar á ley el proyecto.

Sin embargo, el infraescrito con gusto dió cuenta á su Gobierno de las amigables seguridades que recibió de S. E. el Presidente, y de la juiciosa conducta que en efecto observó, y asimismo de que el proyecto aún no ha llegado á ser ley.

Mas con relación á la existencia de una propaganda para descaminar y excitar la opinión pública en Venezuela, en cuanto á la cuestión de límites entre la Guayana Británica y la Venezolana, y á la consiguiente posibilidad de agresiones y usurpaciones de parte de las autoridades de la Guayana Venezolana en el territorio que se disputan ambos países, el Vizconde Palmerston, con fecha de 15 de julio, trasmitió al infraescrito, para su conocimiento y gobierno, copia de una carta que ha dirigido S. S. á los Lores comisionados del Almirantazgo, en que les significa los mandatos de la Reina en cuanto á las órdenes que han de darse al Vicealmirante que manda las fuerzas navales de Su Majestad en las Indias Occidentales, respecto á la marcha que seguirá si las autoridades Venezolanas construyen fortificaciones en el territorio que se disputan la Gran Bretaña y Venezuela.

También ha sido instruido el infraescrito para llamar la seria atención del Presidente y Gobierno de Venezuela hacia á esta cuestión, y para declarar que mientras por una parte el Gobierno de Su Majestad no tiene ánimo de ocupar ó usurpar el territorio disputado, por otra, no mirará con indiferencia las agresiones de Venezuela á ese territorio.

Además ha sido instruido el infraescrito para decir que en estas circunstancias el Gobierno de Su Majestad espera que se enviarán positivas instrucciones á las autoridades de Venezuela en Guayana, á fin de que se abstengan de tomar medidas que las autoridades Británicas pudiesen justamente considerar como agresiones ; porque tales medidas, si se tomasen, conducirían forzosamente á una colisión que sentiría profundamente el Gobierno de Su Majestad, pero de cuyas consecuencias, cualesquiera que fuesen, el Gobierno de Su Majestad consideraría responsable enteramente al de Venezuela.

No puede el Gobierno venezolano, sin cometer una injusticia con la Gran Bretaña, desconfiar por un momento de la sinceridad de la declaración formal, que ahora se hace en nombre y de orden expresa del Gobierno de Su Majestad, de que la Gran Bretaña no tiene intención de ocupar ni usurpar el territorio disputado; por consecuencia, el Gobierno Venezolano no puede, con igual espíritu de buena fe y amistad, negarse á hacer una declaración semejante al Gobierno de Su Majestad, á saber, que Venezuela misma no tiene intención de ocupar ni usurpar el territorio disputado.

La sistemática perseverancia con que desde 1843 ha fabricado y hecho circular la propaganda falsos rumores, respecto á la conducta y política del Gobierno de Su Majestad por lo que hace á la Guayana Venezolana, entre otros dañosos efectos ha producido el de servir á los fines de esa propaganda, manteniendo vivo un insano espíritu de desconfianza y pueril credulidad en cuanto á todos los frívolos rumores tocantes á esta cuestión de límites, y exponiendo así á ser interrumpidas en cualquier momento las amigables relaciones entre la Gran Bretaña y Venezuela, por una colisión entre ambos países proveniente de alguna repentina y quizá no autorizada agresión por parte de las autoridades locales de Venezuela, ya se cometa construyendo fuertes, ya ocupando y usurpando el territorio que se disputa.

El Gobierno de Su Majestad, como antes se dijo, no ordenará ni sancionará semejantes usurpaciones ú ocupación por parte de las autoridades Británicas ; y si en algún tiempo hubiese error sobre su determinación en este respecto, el infraescrito está persuadido de que renovaría de buena gana sus órdenes en el particular ; está, pues, satisfecho de que, de acuerdo con las amigables indicaciones del Gobierno de Su Majestad, el de Venezuela no vacilará en enviar á las autoridades Venezolanas de Guayana órdenes positivas de abstenerse de tomar medidas que las autoridades Británicas puedan considerar justamente como agresiones.

En 14 y 15 últimos, el infraescrito comunicó privadamente al señor Vicente Lecuna, y á Su Excelencia el Presidente, las instrucciones que le había dado el Vizconde Palmerston; y entonces explicó completamente las amigables consideraciones que le habían movido á no comunicar el contenido de aquéllas al Gobierno Venezolano cuando las recibió, que fué en 18 de junio anterior, y á seguir difiriendo su formal comunicación por escrito hasta que se presentase la oportunidad.

Parece que tanto Su Excelencia el Presidente como el señor Lecuna apreciaron en todo su valor lo amistoso de este proceder.

Sin embargo, siendo de parecer que se convino en las entrevistas que tuvo el infraescrito con el señor Lecuna en 15 y 16 del comente, en que ha llegado el momento oportuno de hacer esa comunicación, no ha perdido tiempo para manifestar esas instrucciones en esta nota.

El infraescrito aprovecha esta oportunidad para renovar al señor Lecuna las protestas de su consideración distinguida.

(Firmado) Belford Hinton Wilson

La respuesta de Vicente Lecuna a esta comunicación es del 10 de diciembre de 1850, la cual me permito transcribir un extracto de la misma:

República de Venezuela

Despacho de Relaciones Exteriores

Caracas, 20 de diciembre de 1850

El Sr. Lecuna al Sr. Wilson

… "El infraescrito, Secretario de Relaciones Exteriores de Venezuela tuvo el honor de recibir y presentar al Poder Ejecutivo la nota del señor Encargado de Negocios de su Majestad Británica, fecha a 18 del mes precedente, y contraída a desmentir los rumores que han circulado en el país sobre que la Gran Bretaña intenta apoderarse de la Guayana Venezolana, refiriéndolos pasos que ha dado para conseguir dicho efecto, y que ha instruido al Gobierno; declarando a nombre del suyo que él no tiene ánimo de ocupar y usurpar el territorio que se disputan los dos países, lo que también solicita que declare por su parte Venezuela, pidiendo que se envíen a las autoridades de Guayana órdenes de no tomar ningunas medidas que justamente pudieran considerarse como agresiones por las Británicas, y aludiendo a las causas que le han movido a diferir el hacer esta comunicación.

Descansando en tal confianza, fortificado con la protestación de la nota que se refiere le incluye, el Gobierno no tiene la dificultad para declarar, como lo hace, que Venezuela no tiene intención alguna de ocupar ni usurpar ninguna parte del territorio cuyo dominio se controvierte ni verá con indiferencia que proceda de otro modo la Gran Bretaña."

Esta fue la oportunidad más cercana o una de las oportunidades más cercanas que tuvimos para poner fin a la controversia territorial, que no supo ser aprovechada en su momento. Pero la dejo acá para el estudio y el debate que se ha abierto con respecto a este tema.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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