"Escribo este artículo después de una debatida tertulia, con unos militantes y simpatizantes del PSUV, sobre el referéndum consultivo por el esequibo este 3D, apoyando la iniciativa del presidente Nicolás Maduro. Lo que rechazan es el excesivo protagonismo de los alacranes utilizando dineros de dudosa procedencia, con objetivos muy oscuros en una nación en crisis.
Fin de la cita.
Lo que está ocurriendo en nuestra querida Venezuela, en el ámbito político, en relación al referéndum consultivo del próximo 3 de diciembre de 2023, no es de extrañar si es que observamos los hechos con el lente de la verdad. Venezuela desde el momento en que nace a la vida, emerge como una República arrastrando una triste herencia, que perdura vigorosa en nuestros días encarnada en su sistema político: la politiquería.
Es conveniente, para entender mejor este análisis, el saber distinguir política de politiquería. La Política con ‘P’ mayúscula, es una actividad noble a la que los hombres de buena voluntad le dedicamos muchos esfuerzos con el único fin de buscar el bien de todos los ciudadanos de este país, utilizando el poder otorgado en procura del bienestar colectivo, es la ciencia de la conciliación que tiene como objetivo, la unidad en medio de la diversidad; en cambio, la politiquería, es una forma de ejercer la política, pero con fines de corrupción, enriquecimientos ilícitos, mezquinos y egoístas, que han desprestigiado la Política venezolana como actividad digna. Quiénes se han lucrado de la actividad política: exhibiendo vehículos, ropas, joyas, viviendas todos de alta gama, y cadenas radiales etc. Para sus provechos personales como el medio más fácil para acrecentar sus fortunas de dudosas procedencias, cuando hace pocos años atrás eran unos pobre patas en el suelo, y nos odiaban porque éramos revolucionarios, Chávez dixit. Para así alcanzar el poder por el poder mismo aprovechándose de la ingenuidad e ignorancia de la gente, consiguiendo un falso ascenso social, que no corresponden a su status con procedimientos que por lo general sacrifican la esencia ética, y moral de la política.
Por lo visto, la politiquería, y el excesivo protagonismo que están ejerciendo los alacranes en este consultivo del 3D, cuyo exhibicionismo la militancia lo ve con recelo, y viene a constituirse en un subproducto de la revolución: es la corrupción palpable que se origina en el campo mismo de la actividad política, obstruyendo ideales, desplazando a los capaces, maltratando la honestidad, malogrando las buenas intenciones de los intelectuales de la revolución, usufructuando del poder en comparsa de cómplices, y partidaria.
A mi entender, como se los expliqué a los compañeros militantes, que me pidieron hiciera publico sus descontentos, la politiquería ha llegado a introducir sus garras en lo más profundo de la sociedad política, y civil de la Venezuela profunda, no obstante haber transcurrido más de veinte y cinco años de gobierno bolivariano la ciudadanía, en mayor y menor grado, entienden lo que es la democracia, pero no saben vivir bajo este régimen, por la presencia en sus filas de lucha de los llamados alacranes, no asimilando los valores y principios revolucionarios que posibiliten la vida en un bienestar común. Parecería que ciertos políticos están estigmatizados con el título de politiqueros por los hechos que, cotidianamente, se observa en la palestra política, los procedimientos utilizados para "hacer política por alacranes señalados en graves hechos de corrupción" cuando los ubican en el rincón de la maquinación, la mayor parte de éstos son oportunistas, carentes de principios para conducir seres humanos, mucho menos, para administrar honestamente las pertenencias del Estado, aquella noble misión del político de servicio a los demás la han reemplazado por el aprovechamiento personal o de su trampas de partidos, entonces estos y sus acólitos se desenvuelven enmarcados en las sombras de una "cultura política de la corrupción".
En ese sentido, es más importante el interés que persiguen sus agrupaciones que el interés nacional como es el rescate del ‘territorio esequibo’ impulsado por el presidente Nicolás Maduro este 3D; desafortunadamente, está comprobado que no se trata de casos aislados o de sectores u organismos determinados del Estado, sino que el flagelo politiquero alacrán ha penetrado en todo el aparato político; sin duda, entonces, la consigna partidaria orienta con estos individuos hacia comportamientos políticos perjudiciales para toda la nación, que conduce a lo que observamos a diario: gresca entre políticos, activismo bajo presión dineraria, incapacidad para el debate, actitudes irracionales sin posibilidad de ceder y otras aberraciones.
De todos modos, para no aguarle más el sarao, deseo dejarles con lo que advierte un pensador: "Que no confundan estos alacranes la prudencia con la astucia, porque aquélla es magnánima y ésta pusilánime que, por querer aparecer como magnánima es rapaz; aquélla es grandeza, clemente y veraz; y la otra, cruel, cobarde y aduladora; en suma, la prudencia es la precursora de la paz, que impide que se abra la impredecible caja de Pandora".