¡Referéndum a los Esequibanos! (Patria socialista o nada)

Martes, 28/11/2023 04:49 AM

Patria: según la REA, “La patria (del latín patrĭa, con el mismo significado) suele designar al lugar natal o adoptivo al que un individuo se siente ligado por vínculos de diversas índoles, como afectivos, culturales, históricos o familiares”

Nosotros nos sentimos ligados por vínculos afectivos a un reducido grupo de personas,  por vínculos culturales a un grupo más amplio, históricos, más amplio todavía, y familiares, el  grupo se reduce de nuevo. Cuando  hablamos del lugar natal, la cosa se hace más difusa, porque patria puede ser tu país, o tu ciudad, inclusive  tú barrio… O la patria es el barrio o la patria es la humanidad, que comparte un mismo “lugar natal”, la Tierra, tal y como lo dijo Martí, “patria es humanidad”

El patriotismo, el orgullo por tu patria, suena ridículo cuando tratas de defender un lugar  donde es imposible que compartas vínculos afectivos,  culturales e históricos, y mucho menos  familiares con  sus habitantes, como  es el caso del Esequibo.

Patria socialista

Paria socialista tiene mucho más sentido. El socialismo  comparte, en un  mismo espacio, la igualdad de todos los individuos, basada  en la solidaridad y la cooperación, “dar a cada quién según sus necesidades, y exigir de cada quien,  según sus capacidades”. El  socialismo funda una patria grande. La misma lucha compartida para alcanzar sus metas hace posible una patria, cultiva afectos muy fuertes dentro de las personas… Patria y socialismo van de la mano. Fuera del socialismo, la idea de patria remite a orígenes, a espacios y afectos, a historias, de ciudades, tribus, comunidades culturales; es el caso de la “patria de los gitanos”, parias perseguidos por el resto del mundo.  

La patria socialista es la patria humana, muy amplia, pero más real y más “concreta” que la entelequia con la que se manipula la xenofobia, o un nacionalismo igualmente vago; el concepto patria cobra sentido en una lucha social sostenida por la conquista de otro mundo donde se respete la vida humana y la vida que le sustenta. Es un ideal, para muchos solo un discurso, pero a pesar de eso sigue siendo el socialismo la amenaza real del capitalismo, porque ellos, los capitalistas,  entienden que es posible una revolución socialista.

En el  socialismo jamás vamos a guerrear por el Esequibo, porque en el socialismo el enemigo es el capitalismo, la codicia, el egoísmo mezquino; el hambre, la ignorancia y la injusticia. En el socialismo somos solidarios y cooperamos para el bien de las personas, sin distinciones de razas, credos, color de piel, cultura, aprendemos a ser tolerantes y respetar al peregrino, al extranjero, respetuosos con lo extraño a nosotros. Lo que vale es la vida y  el  respeto de lo diferente.

Por eso, cuando se ignora a los pueblos, cuando ni siquiera se los consulta sobre su destino, todos estos parapetos dentro de las disputas fronterizas no caben, … No se trata del referéndum “parapeto” para distraer a los venezolanos, me refiero a consultar a los habitantes de esa otra “pequeña patria” que debe ser el Esequibo.  

También el gobierno colonial de Guyana ignora esa “pequeña patria”, y la patria de los excluidos en su propio país.

Para los socialistas lo primero, lo segundo y lo tercero  son los seres humanos y la vida en general. En nombre del socialismo, pero también de Chávez, que murió intentando hacerlo  realidad, no se debe justificar y alentar ninguna guerra,  ningún conflicto, donde la gente común sea perjudicada. Son oportunistas los que van de un lado para otro, según estímulos e intereses particulares, muy personales y mezquinos, alentando el conflicto. Hay quienes calumnian a Chávez y al socialismo aprovechando las torpezas de maduro y el madurismo, y están los que en su nombre calumnian al socialismo y a Chávez con sus conductas abusivas, traicionando su legado, y gobernando para ellos mismos; la burguesía revolucionaria, y para la burguesía colonial tradicional, y el capitalismo internacional.

Hagamos una consulta, un referéndum a los Esequibanos, preguntando si están de acuerdo en pertenecer a este Estado o al otro Estado, dispuestos a aceptar nuestra nacionalidad con sus ventajas y desventajas, etc… Esto sería lo más justo desde la lógica del respeto. El otro referéndum está viciado por la mentira del oportunismo madurista. Y motivado por una lógica capitalista, la cual mira al Esequibo, por encima de sus habitantes, atentos sólo a sus riquezas naturales. En medio de la propaganda y la euforia patriotera nadie se detiene a pensar en sus habitantes, sus ofuscaciones personales les valen más que las consecuencias de una guerra; las víctimas eventuales de una confrontación militar, donde siempre serán los pobres, pueblos indígenas gente humilde y jóvenes soldados pendejos e inexpertos… que morirían de lado y lado.

Para los que dudan de la posibilidad de una confrontación bélica, no conocen la historia, hablan, opinan  y escriben desde el confortable juego con sus ideas, del que sabe que nunca va disparar un fusil, o escribiendo artículos pedantes lejos de Venezuela. En una guerra, víctimas podemos ser todos; por una u otra razón. Un chiflado como Ipsen Martínez puede decir cualquier estupidez irresponsable desde Bogotá, y Fernando  Rodríguez desde su cómoda decadencia, aun viviendo en Venezuela. Lo mismo hace Maduro y el madurismo, pueden alentar una confrontación, porque saben que son otros los que pagarán con sus vidas por su tranquilidad, otros las víctimas de las consecuencias de sus actos irresponsables, de sus decisiones alocadas y desesperadas. Y todo, por un parapeto electoral, y todo por sostenerse en el poder un grupito de irresponsables…. 

El enemigo son las petroleras, los imperios, el capitalismo, pero también el hambre, la ignorancia, y la ausencia de conciencia social y del deber social (así a muchos inconscientes les parezca inexistente la evolución moral del ser humano). Marx dio cuenta de la existencia de esta conciencia social y de clases en la comuna de París. Antes, lo hizo Bolívar, en la guerra de independencia, cuando vio que la guerra también era social, y lo atestigua en sus escritos y documentos. Más adelante lo confirmó Zamora y su lucha campesina.  La conciencia social existe porque ya existió, y es nuestra herencia.

Socialismo es conciencia social, y consciencia del  deber social, y está latente; después de Chávez sigue latente, si no fuera así  los defensores del fatalismo capitalista ahora no tendrían trabajo.

PATRIA SOCIALISTA O NADA,  VIVA CHAVEZ

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