Imperialismo y potencias alineadas geopolíticamente sobre la región

Jueves, 07/12/2023 12:58 PM

No por mucho madrugar se amanece más temprano, trataremos de pensar y razonar sobre la tan delicada situación del país, tocando los temas de mayor actualidad, ya sabemos lo que arrojaron las primarias de la oposición, lo que ha sido la respuesta de una maquinaria electorera desde el PSUV madurista, el rechazo de la mayoría de los chavistas, y la posición asumida por las demás representaciones de la vida pública y privada de la sociedad venezolana. El tema principal es el Esequibo, y las concesiones que el lacayo del imperialismo le ha otorgado a empresas de EEUU y Reino Unido, el presidente Maduro también lo hace, entonces los respectivos gobiernos se burlan de nosotros, y esto es un asunto que hay que tener en cuenta, en la circunstancias de fondo del problema donde privan los inmensos recursos en el área, y los intereses difusos representados por los actores que aprovechando la coyuntura, sacan provecho de parte y parte, dejando al los pueblos indefensos, y aprestándolos para posibles operaciones que las potencias involucradas, desde sus políticas exteriores, mueven sus piezas, principalmente EEUU, Canadá, Reino Unido, China, Rusia y Brasil, por solo nombrar a una representación parcial. Las concesiones y explotaciones atentas a las pujas entre ambos gobiernos en litigios por la zona territorial en reclamación histórica, se ajustan a sus posibilidades ciertas, contando con la fuerza de apoyo con que cuentan, comando sur y demás. El territorio que en realidad era mucho y más extenso que el actual, y que fue mochado por Gran Bretaña, Holanda y Francia, y que luego de 1777 se constituyó en lo que hoy defendemos y defenderemos por todos los medios conforme al Derecho, nacional e internacional, con lo cual nos vemos en la necesidad de aclarar y precisar ante la opinión pública, para que el mundo lo sepa. Hay como es evidente una clara intromisión por parte de los viejos y nuevos imperialismos y las potencias emergentes, que luego de independizarnos, se inmiscuyeron en nuestros asuntos y nos mocharon el territorios que era de los aborígenes pisatarios, a quienes la Monarquía española antes, y vencidos en el campo de batalla nacional y continental, fueron infiltrados por nuevas prácticas neocolonialistas, bajo las doctrinas siniestras denunciadas por el Libertador, pero fueron olvidadas durante siglos, y hoy volvemos a resucitarlo, frente a la voracidad de propios y extraños con sus intereses velados que favorecen a unos y a otros, y no a los respectivos pueblos de ambas naciones, Venezuela y Guyana, pequeñas, comparadas con las potencias y sus corporaciones depredadoras y explotadoras, que devastan la frágil ecología de nuestros territorios, y que ponen en peligro el futuro de las próximas generaciones. Petróleo y gas, como reservas energéticas que necesita el mundo y son lucrativos negocios en la economía capitalista depredadora y salvaje. Ellas y los respectivos gobiernos obtienen inmensas ganancias, pingues para los pueblos y connacionales, que han tenido que emigrar para poder obtener lo que el madurato les ha arrebatado, en vez de abrirle las posibilidades en la Guayana Esequiba con la necesaria infraestructura y dotaciones en las últimas décadas, esto es fundamental tenerlo presente a la hora de buscar subterfugios y escusas por tanta miseria.

Otra cosa muy distinta es nuestra situación país a lo interno, que deja mucho que desear, por no haberse ceñido al Plan de la Patria plasmada en sendos documentos, los cuales han sido tergiversados por parcialidades políticas de diverso cuño, y se disputan en el terreno de lo político, lo social, lo económico, lo militar, lo cultural y lo ideológico, que nos ha vuelto a separar entre los diferentes grupos que se reparten el territorio nacional, en los cuales pasan a ser amos y señores, como en tiempos históricos, que lejos de haberse superado en beneficio de la V República, retrocede un siglo o más. Lamentablemente para Venezuela, que se había proyectado como un faro potente de luz hacia todos los continentes, orientando desde las directrices de los más versados en las materias que mueven al mundo, superando los paradigmas retrógrados de las viejas dirigencias que no atinaban a ver más allá del sistema instaurado desde el Nuevo Orden Mundial a partir del final de la II Gran Guerra en 1945. Es hora de que comencemos a decirnos las verdades sin tapujos, con la crudeza que demandan los acontecimientos y encarar la situación actual con responsabilidad y mucha honradez, la que es necesaria para que entre todos y todas dirimamos los graves problemas heredados, y los que se vienen incorporando desde 2013, cuando todo comenzó a cambiar, como suele ocurrir con escoba nueva, donde los chavistas tuvieron que enfrentarse a los maduristas, por aquella conseja de que a líder muerto, por el pseudo líder puesto, en cuanto a que no podemos comparar a dos personalidades tan diferentes en todos los aspectos, pero sobre todo en su carácter y fundamento frente al resto de los actores, en un escenario tan complejo de nuestra realidad como nación.

Los casos que nos ocupan y preocupan hoy, y que se van a mantener en el tiempo, tienen que ver con dos aspectos cruciales para el futuro de Venezuela, pues la situación general ha llegado a extremos perniciosos para la nación, por los hechos que se acumulan, y le están ocasionando la pérdida del patrimonio y lo que es peor, la desestabilización interna, por parte de factores de la real política que se cuece a fuego lento, y son los puntos de la agenda del madurato, de los chavistas que se adhieren a él y los disidentes que se enfrentan en el seno del PSUV, ante los graves hechos de corrupción y latrocinio descomunal por parte de quienes ocupan altos cargos de responsabilidad en la República Bolivariana de Venezuela. No ahondaremos en estos aspectos por ser de conocimiento público y son notorios. La responsabilidad le incumbe personalmente a cada uno de ellos, y tarde o temprano tendrán que responder por la comisión de los delitos señalados en los códigos jurídicos y sustentados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Para refrescar la memoria, solo un botón del camisón de Petra, son millardos de dólares los esquilmados a la nación de los cuales no se dice ni pío por parte de las instituciones del Estado, cuyas máximas autoridades sólo responden al mandatario nacional, quien lejos de asumir las responsabilidades de la primera magistratura, les resbalan los llamados de atención, las denuncias, y las pruebas de delitos, la lista acumulada en una década es inmensa. Están los que son, y son los que están, y hacen lo que les da la gana, tienen el poder, controlan, y están apoyados por una fuerza pretoriana, qué, como en viejos tiempos de disputas por el poder entre caudillos y oligarcas, se constituían en verdaderos autócratas, bajo diferentes disfraces de liberales y demócratas; eso no ha cambiado mucho bajo el sol de hoy, o del cielo encapotado que anuncia tempestad en la política nacional, donde se enfrentan los de arriba, los del medio, y los de abajo, de esta estratificada sociedad donde todavía el indio, el blanco y el negro no se han puesto de acuerdo sobre la soberanía, la independencia, y la nacionalidad. Y de paso, los criollos principales quieren echar mano de un nacionalismo chauvinista, para nuclear fuerzas en torno a una dirigencia que lo menos que ha hecho es respetar al pueblo, ya sabemos en qué estado se encuentra el soberano en materia de toma de decisiones, donde desnudos de toda autonomía, cualquier decisión pasa por el poder constituido, lo que deja al constituyente como mera expresión sin fuerza vinculante. El jefe único, bajo una estructura vertical de mando, donde superbigote se parece cada vez más a un fantoche de Stalin, pero en el siglo XXI.

La muerte sorprendió a Chávez en pleno apogeo, y su legado quedó sepultado con su cuerpo en el cuartel de la montaña, frío y olvidado. Lo que arrancó como una gran aventura descolonizadora, emancipadora y revolucionaria nacionalista, se convirtió en desventura, y lo peor, arrastró consigo hacia una tragedia mayor, a la América hispana, latinoamericana y caribeña, fragmentada, débil e impotente, que sigue sometida al poder de los imperios blancos, amarillos y rojos. Sobra bibliografía, abunda la historiografía, y la obra como la de los libertadores de las patrias chicas, como el Libertador de la Patria Grande, siguen truncados, en espera de que los pueblos alcance a ejercer su verdadera participación y el protagonismo debido, exigiéndoles a los dirigentes maulas en todos los sectores de la vida nacional y su dinámica diaria, que respeten las reglas del juego democrático, las condiciones reales en cada poder público, y que cada uno y una asuma su responsabilidad. Se requieren estadistas, hombres y mujeres de bien, profesionales que sepan de verdad responder a las necesidades sentidas de la sociedad venezolana, para que podamos resolver nuestras diferencias, con fortaleza y no con debilidades y mezquindades. Es mucho el daño que se le ha hecho al país, para media es un secreto, y es un reclamo que está en el tenso ambiente, que presagia que los tambores de guerra están sonando, por parte de unos desesperados actores, que se han olvidado de sus papeles y tratan de improvisar para buscar zafarse de la crisis que ellos mismos han generado, y quieren salir librados, abriendo nuevos frentes en el panorama, donde el horizonte se tiñe entre claroscuros, que responde a las torpes decisiones entre quienes no les asiste la razón. O nos acogemos a las relaciones internacionales y acatamos las disposiciones de las instancias que funcionan al efecto de dirimir las controversias entre los países, o abrimos la posibilidad de que se empañe aún más el panorama geopolítico que arrastraría a toda la región, encendiendo otro foco de perturbación y conflicto, como el que se generó en Ucrania y en Gaza, por la intervención del imperialismo y sus lacayos, por una parte, y la de las potencias que se disputan también la hegemonía y los recursos en todo el mundo. No olvidemos que se busca instaurara el Nuevo Orden Global, y las maniobras a nivel geoestratégico apuntan a debilitar al enemigo, desestabilizando y ajustándose a la realidad en un contexto en el cual se presagia en sus visiones, el estallido de la III Gran Guerra, en la cual se definiría antes de 2050, cuál será el futuro en el planeta Tierra.

El pronunciamiento de António Guterres, secretario general de la ONU, repitiendo lo que su portavoz Stéphane Dujarric, anunciara respecto del litigio Venezuela y Guyana, en cumplir con el fallo del proceso que se lleva en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde se dirimen los pleitos entre países, como el caso de que se ha llevado casi que a martillazos; donde sabemos a todas luces que es una querella que debe ser resuelta por vía pacífica, ya que los intereses de parte y parte, entre Venezuela y la República Cooperativa de Guayana, tienen detrás de ellos, de ambos mandatarios, fuertes presiones por terceros países y sus corporaciones, que buscan explotar los recursos, pero también posicionarse y establecerse permanentemente en los territorios en disputa. Las acciones emprendidas por mandato de la ONU y la instancia jurídica internacional, dide Guterres «son vinculantes, y confía en que ambos estados cumplan debidamente con el fallo de la corte». Insta a Venezuela a «abstenerse» de tomar «cualquier acción que modifique» la situación en el territorio en reclamación y pueda «agravar o prolongar» tal disputa por los 160.000 km2. Nada se menciona respecto al referéndum consultivo del pasado 3 de diciembre. El ejecutivo nacional afirma que se obtuvieron 95% de aprobación a las 5 preguntas, y para él es más que suficiente con ello, es decir con lo que expresó la mayoría que se presentó a las urnas y depositó sus votos. Pero se exige ajustarse «al uso exclusivo de medios pacíficos para resolver disputas internacionales», aclaró el representante de la ONU. Como era de esperarse, y en la misma tónica de los dimes y diretes para ganar tiempo y mover las respectivas fichas en el tablero de los acontecimientos de actualidad, la cancillería venezolana rechazó el miércoles las declaraciones del secretario general de la ONU, en cuanto a la posición de ambos gobiernos sobre el territorio en reclamación. Alega el canciller de Venezuela que las declaraciones de Guterres son "ilegales y parcializadas" pretendiendo "forzar" al Estado venezolano en aceptar el fallo de la CIJ, "Cualquier mecanismo definido para tratar la controversia territorial entre Venezuela y Guyana, debe contar con la anuencia expresa de ambos países. Dicho postulado es bien conocido por el secretario general de la ONU, quien ha alterado los compromisos firmados, tomando una decisión que favorece anticipadamente a Guyana", así lo expresa el comunicado, y que "Venezuela aspira que el secretario general de la ONU coorija (sic) este mal paso y se retome la eda (sic) del derecho internacional, aplicando los postulados del acuerdo de Ginebra".

Este asunto pica y se extiende. Un pote de humo del madurato, una reclamación que en estos momentos preelectorales enciende los ánimos de los progobierno madurista que aspira a continuar y eternizarse en la silla de Miraflores a troche y moche, haciendo lo que ha hecho contra las demás representaciones y la opinión pública nacional, haciendo uso de los recursos de la nación, sin que para ello se halla solicitado la aprobación del soberano, en referéndum consultivo como lo exige la constitución en asuntos tan delicados para la paz y el sosiego de la nación, en abierta renuencia hasta ahora. Amanecerá y veremos lo que acontece.

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