Guyana en clave de manipulación extractivista
Dado los últimos acontecimientos en Venezuela relacionados con el Referéndum Consultivo sobre el territorio Esequibo, es inevitable recordar aquella clásica fábula escrita hace casi dos siglos por Hans Christian Andersen “El nuevo traje del emperador”. Cuenta la historia que un rey que se preocupaba mucho por su vestuario un día oyó que un par de artesanos podían fabricar la tela más suave que pudiera imaginar, pero, además, con la fabulosa característica de que era invisible para los tontos o incapaces. Una vez que le anunciaran que estaba terminado (y sin querer admitir que no veía nada, pues dejaría en entredicho su propia capacidad), el rey se puso el inexistente atuendo para participar en un desfile y se paseó delante de todos en ropa interior hasta que un niño gritó en medio del público: “¡Pero si el rey está desnudo!”. Hoy el que se muestra al desnudo es el gobierno de Maduro.
Que quede claro: Sí, el Esequibo es territorio venezolano, pero la manipulación que hace un gobierno tan entreguista como el de Nicolás Maduro es inaceptable. A juzgar por los resultados divulgados por el Consejo Nacional Electoral en el que se afirma sin datos probatorios que más de 10 millones de venezolanos acudieron a las urnas este domingo 3 de diciembre, se pone de manifiesto la subestimación y el desprecio de la cúpula gobernante hacia el pueblo. El presente escrito pretende compartir ciertos elementos qué hay detrás de la dudosa presentación de los datos electorales,
En primer lugar, usar el elemento simbólico de los 10 millones de votos para conectar emocionalmente con un sector influenciable, según el gobierno, que se reencuentra y reconecta con la campaña en las elecciones del año 2006, en la que Chávez se planteó la inalcanzable meta de lograr 10 millones de votos, dado que se encontraba en uno de sus periodos de mayor popularidad y apoyo social.
Otra arista es la de reoxigenarse a través de una maniobra para intentar mostrarse como los protagonistas de una acción sin precedentes de defensa de la soberanía y del territorio. No sería extraño que muy pronto se realice un gran evento donde coronen a Maduro, a Padrino López y a Jorge Rodriguez como “Libertadores y protagonistas de la “gesta independentista. Suponemos que también habrá “heroinas” como Delcy o Cilia Flores.
Los supuestos arrolladores resultados del Referéndum Consultivo también le ha permitido al gobierno ir a la "ofensiva en contra de la oposición de derecha” que ellos mismos han ayudado a levantar el perfil, renovando sus fichas de negociación con el gobierno de los Estados Unidos, porque en el fondo, en Guyana lo que prevalece no es la recuperación del territorio, lo que prevalece es la administración del negocio extractivista. En este aspecto es importante que no se pierda de vista que si hay un punto de coincidencia entre el
gobierno guyanés y el venezolano es la disposición de entregar muchas más concesiones a las transnacionales sean estas chinas, rusas, gringas, la cuestión está en cuál sería el “mejor postor”.
Es por eso que se apuran en nombrar autoridades e instalar una CVG en Guyana sin hablar ni una palabra del tema ambiental y de los pueblos originarios. En otras palabras es una política entreguista, ecocida y extractivista como lo hicieron en un territorio de 112.000 km2 con el Arco Minero del Orinoco, o como también lo han demostrado en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Desde que se hizo pública esta nueva política del gobierno, un importante sector de la opinión pública nacional afirma que se trata de crear un escenario bélico internacional que justifique la aplicación de los artículos 337 y 338, en el que se da paso a la declaración de los estados de excepción, emergencia o conmoción nacional, lo que podría usarse como impedimento para la celebración de las elecciones presidenciales en 2024. Luego, como plus de esta movida del gobierno corpo-militar de Maduro les demuestra a millones de venezolanos que quienes controlan el CNE son ellos, con ello estimula la desconfianza en el sistema electoral, por si acaso les falla la táctica y hacen un movimiento electoral en el que el escenario de abstención los beneficia grandemente.
Y, en la esteril política de “atacar” a los sectores de la oposición de Derecha, estos “resultados electorales” le ha permitido también al gobierno ir a la "ofensiva" en contra de quienes ellos mismos ayudaron a levantar el perfil, renovando de esta manera sus fichas de negociación con los gringos. Que quede claro que la narrativa de Maria Corina Machado que pretende proyectar en el marco del tema de El Esequibo, es más negociadora, pero con la misma firme intención de cohabitar y repartir de manera equitativa los negociados de los recursos que existen en ese territorio .
No podemos olvidar que durante el gobierno de Chávez, siendo Maduro su silente y repetidor canciller, la política con respecto al Esequibo fue la de permitir la explotación de ese territorio y sus ingestas riquezas por parte del gobierno de Guyana, a cambio de una repartición negociada de los beneficios.
Los y las venezolanas estamos llamados en este momento, más que nunca a conformar en la más amplia unidad la organización de base desde dentro y fuera del país para que podamos confluir en acciones que de verdad confronten al gobierno y sus políticas entreguistas, ecocidas, hambreadoras, antidemocráticas y que ahora se le añade el serio riesgo de una confrontación bélica.
Basta de entrega de nuestro territorios para ejercer el extractivismo ecocida!
Aun tenemos el salario más bajo del mundo y estamos en situación de vulnerabilidad!
Basta de políticas hambreadoras para los sectores que vivimos únicamente de nuestro trabajo!
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