"Al desenterrar una botella así, una botella llena de tiempo, al destapar la voz largamente muda del pasado, estaba abriendo una puerta que quizá debería haber permanecido cerrada. Una caja de Pandora". Fin de la cita. Katherine Neville.
En Venezuela vivimos tiempos turbulentos hasta para los que estamos acostumbrados a las incertidumbres de las cajas de Pandora. La sorprendente liberación de Alex Saab generó un shock difícil de digerir para el ecosistema político venezolano, que todavía no termina de acomodarse, dándole la oportunidad al presidente Nicolás Maduro de tomar la iniciativa con un controvertido paquete de reformas estructurales económicas en un nuevo consenso que se ha convertido en el símbolo de la nueva grieta. Del lado opositor no alacrán, ven a Maduro como un villano maquiavélico que busca desmantelar el andamiaje cultural, social, político y económico del país para entregar los activos a capitales extranjeros. Del lado del gobierno, defienden a rajatabla el plan del gobierno y las formas accionadas como incuestionables y absolutamente necesarias para liberar las fuerzas económicas, acusando al que se opone de defender los intereses del imperialismo yanqui. La nueva grieta, tan presente como siempre.
Tratando de leer entrelíneas, parecería que no es ni chicha ni limonada. El caso Alex Saab-María Corina logró desviar la atención, la cual con un poco de foco rápidamente debería identificar que es muy poco probable que se haga efectivo tanto por el Imperio yanqui, como por la intervención de la justicia TSJ. O sea, todo esto es parte de una estrategia de comunicación del gobierno para tratar de tapar una situación inobjetable: la falta de músculo político y legislativo para dar un debate abierto en la Asamblea Nacional de recuperación de la economía.
No hay dudas que el gobierno esta débil que debe dar señales de fortaleza para hacer pie en un ecosistema donde indudablemente recibe una pesadísima carga Alex Saab-María Corina, y a la vez sufre la falta de experiencia política positiva, y de equipos técnicos debido a lo vertiginoso del deterioro de la economía. También parecería que el "efecto Saab" va perdiendo fuerza y parte de la sociedad, probablemente aquellos que no lo vieron, con buenos ojos empiezan a oponerse al empezar a revirar. Este es solo el principio. Habrá que esperar y ver cómo evoluciona la situación económica en el primer trimestre del 2024, con un fuerte impacto sobre la inflación y el nivel de actividad que castiga el poder adquisitivo de los venezolanos. Como siempre, en este final del 2023 y comienzos del 2024 continuaré haciendo, análisis políticos sobre gobierno y oposición. Analizando la pluralidad de criterios, y no tener limitantes para dar mi opinión, por más que sea considerada como odiosa por algunos tísicos mentales políticos. Mis lectores nacionales e internacionales, saben que defiendo nuestra independencia y demostrando, como tantas veces en el pasado, que no manipulo la información en forma babosa como el resto del sistema mediático cagalitroso que muchas veces se pasa de la raya del profesionalismo tomando posiciones interesadas y rastreras. Un fraterno abrazo y, ¡Feliz Navidad 2023!