Cuando la rebeldía se expresa contra la opresión, el espíritu que guía las ideas se enaltece, surgen nuevos bríos y siguen motivos para seguir en los propósitos por construir una sociedad más equitativa y dónde reine la justicia. Las acciones de Manuela Saenz contra los enemigos del Libertador Simón Bolívar, las realizó sin temores, con la valentía que muchos hombres hubiesen querido tener, con el ímpetu de sus convicciones libertarias y la confianza en el líder del movimiento de independencia suraméricana.
Manuela Saenz impidió el asesinato del Libertador en varias ocasiones y denunció la conspiración en contra del general Bolívar, dirigida por el neogranadino Francisco de Paula Santander. Veamos:
La simulación de fusilamiento al general Santander ideado por Manuela en la ciudad de Bogotá, fue cuestionado Bolívar; el enfrentamiento con los militares enemigos de Bolívar en una plaza pública de Bogotá que tenían un muñeco en representación del Libertador para burlarse de él.
La aparición de Manuela Saenz en una fiesta de carnaval gritando como una loca y toda mal vestida, hizo que Bolívar saliera de la celebración y se fuera con ella. Esta actitud evitó que el Libertador fuese asesinado a puñaladas, pues ya Manuela había recibido información del plan de asesinato.
Durante el golpe de Estado contra Simón Bolívar en Bogotá el 25 de Septiembre de 1828, Manuela obligó al héroe Venezolano a escapar por una ventana, tomando ella su espada y enfrentó a los golpistas, mientras Bolívar permanece toda la noche debajo de un puente de la ciudad. Manuela Saenz murió el 23 de noviembre de 1856 desterrada en el lejano puerto de paita, República del Perú.
Muchos episodios como su participación en las batallas de Junín y Ayacucho, el ascenso a rango de Coronela del ejército patriota, son hechos que demuestran que Manuela Saenz fue superior a querer reducirla a ser simplemente la amante del Presidente de la Gran Colombia, Simón Bolívar, como algunos historiadores han tratado de darla a conocer.