Hay quienes aseguran, dan por un hecho, que la señora MCM no será habilitada. En verdad, no sé si es que eso creen o desean.
En lo que suelo llamar, al abordar la actual coyuntura venezolana, "los bandos enfrentados radicalmente", o lo que es lo mismo, partidarios de la candidata ganadora de las primarias y los más "apasionados" del gobierno, hay un discurso coincidente y este asegura que no habrá para ella habilitación.
Quienes dentro del universo que respaldan al gobierno, partidarios que la inhabilitación se mantenga, al parecer, se fundamentan en razones diferentes. Unos piensan que los motivos que llevaron a se le inhabilitase, según los valores morales dentro de los cuales se manejan, sería perdonar algo imperdonable, pese los sancionados pidan perdón y den señales de arrepentimiento, más si son de pura formalidad, como lo exige el acuerdo entre la Plataforma Unitaria y el gobierno. Es decir, para estos, en el caso de esa candidata, este acuerdo no tiene aplicación. Va más que contra sus convicciones políticas, contra su moral y otras consideraciones.
Y voy a decir algo; estoy seguro, lo he venido diciendo, algo de esto hay de verdad y con sustento, la habilitación en este caso, pese se fundamente en el convenio mencionado, está sujeta a otras circunstancias y "valoraciones". O lo que es lo mismo, ella pudiera ser habilitada, pero no solamente en base a lo formalmente acordado, sino en otras cosas más.
La señora Machado sabe bien que está inhabilitada, pues hasta las piedras y todo lo depositado en los fondos de los océanos lo saben. Pero sucede que ella, en su concepción, táctica y estrategia política y electoral, nunca le ha dado reconocimiento al gobierno, lo que está demostrado en su ancestral práctica, la misma que se impuso en los tiempos de Chávez y la MUD en la oposición toda. Basta con recordar su posición abstencionista, para darle valor a otras opciones. Por eso, nunca admitió que estaba inhabilitada, pues no entraba en sus planes competir como candidata presidencial, por lo menos, mientras Maduro fuese presidente. Reconocer la inhabilitación era admitir que Maduro era, constitucionalmente hablando, el presidente y el CNE un órgano respetable y eso ella lo ha negado persistentemente. Y de los suyos, la mayoría cree lo mismo.
Cuando se ve obligada a cambiar sus planes, pues las cosas no se dieron como pensaba y quería, entendió que si bien la inhabilitación pesaba, creyó que por las presiones y exigencias de EEUU y sus demás aliados, el gobierno y el Estado todo, terminarían por dar por un hecho lo que ella ha querido, que nunca fue sancionada.
Pero, la vida es terca, transcurre como es; como las aguas de allá arriba, se vienen buscando el mar "que es el morir", por esa fuerza inercial que llaman gravedad. Hubo acuerdos políticos en Barbados pero de manera general, como esa de habilitar, sin mencionar nombres, sino a quienes lo solicitasen como una manera de arrepentirse de lo que antes habían hecho. El gobierno de EEUU eso bien lo sabe y cualquiera que lea el acuerdo también puede saberlo a menos que la rabia le contamine el cerebro y le cierre toda posibilidad de entendimiento. Fue ese un punto a favor del gobierno y de EEUU pero que no satisfizo a todo el mundo. Tanto que se dijo que desde el norte ordenaron firmar ese acuerdo.
Para la candidata ganadora de las primarias, en particular para ella, eso significa restarle validez, pertinencia y hasta nobleza a todo lo que antes había hecho y hasta un decir "me equivoqué". Por eso se aferró y los suyos también a un doble discurso y por demás contradictorio. No estoy, no está, no ha sido inhabilitada y luego, si lo fue eso quedó en el olvido, en un mentís, por las elecciones primarias. Pedirle al TSJ que la habilite, lo que implica eso en el Acuerdo de Barbados, como reconocer los pecados que hubiese cometido, para ella es un asunto de trascendencia moral, percepción de la política y la coyuntura venezolana y una muestra de debilidad ante los suyos.
Pero EEUU que está en las negociaciones y a un nivel alto e importante, más adelante señalaremos como lo confirma Maduro, en ese asunto y en este momento, no tiene la misma percepción que la candidata opositora y sus intereses son otros. Por esto, ella se vio obligada, a última hora, a hacer esa jugada que los suyos llamaron "maestra", de solicitar la habilitación alegando que no ha estado inhabilitada.
En verdad, ella es una pieza que en este juego de ajedrez, ha tenido un alto precio. Para EEUU es costosa. Y hay dos posibilidades. Una, que paguen lo que por ella se exija y el gobierno acceda al cambio. Es decir, ella podría ser habilitada. El TSJ por ahora, no está obligado a dar una respuesta diferente a aquella que implica que está inhabilitada. Pudiera reconocer, había que saber de ciertos detalles que por ahora ignoro, su derecho a solicitar su habilitación. Es decir, sigue viva y pudieran concederle el derecho a participar en las próximas elecciones, dependiendo de lo que haya a cambio y del peso que el gobierno le asigne, en el momento de hacer sus balances, a esa candidatura.
Y es que hay otro universo entre quienes apoyan al gobierno que parecieran temerle a MCM. Saben bien sobre todo, del desgaste, la merma electoral, que ha sufrido su mundo; de las divisiones, desengaños, sentimientos, frustraciones y hasta de los sufrimientos, circunstancias observables, objetivas, al margen de los deseos, derivados de asuntos como el salarial, pensiones, los servicios de salud, etc. Y esto les hace temer que, una candidatura opositora, sobre todo que disponga de tantos recursos y de la fuerza y peso que implica el gobierno estadounidense, pudiera derrotar al candidato del gobierno. Es decir, entre partidarios del gobierno, se le teme, pues como entre quienes a ella la apoyan, le ven como posible ganadora. En este caso, partidarios del gobierno no justifican se le mantenga inhabilitada por razones morales, legales, etc., sino puramente políticas y cálculos cuantitativos. Le temen.
Estos, en sus análisis, pasan por alto algo que también se saltan los partidarios de la señora Machado. Y es que, la oposición es un archipiélago como el mundo de la Grecia antigua, en lo geográfico y político, cuando en cada ciudad, en cada isla, de ese mundo, había un Estado. Filipo II, el padre de Alejandro Magno, pudo unir a los griegos y crear el imperio Macedónico. Por eso Bolívar dijo, "¡Ojalá el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos!
Pero la señora Machado, por circunstancias de distinto orden, unas inherentes a ella y otras que le son ajenas, no tiene las posibilidades que tuvo Filipo. Y es más, por ahora, en lo inmediato, no se percibe alguien que pudiera jugar ese rol, el unir a la oposición toda o por lo menos a una gran parte para poder derrotar la candidatura gubernamental. Lo que no significa negar que pudiera aparecer, pues eso depende de la actitud de ella, los suyos y de los otros factores opositores. Y esto, sin duda, quienes tienen las manijas en las manos en el universo del gobierno y del PSUV, bien lo saben.
Por eso, por ahora, hasta que no lo vea consumado, no niego la posibilidad que MCM sea habilitada. Claro, como dije, depende de cómo EEUU eso evalúe y esté dispuesto a dar a cambio.
La habilitación de esa candidatura, por lo dicho antes, pudiera servirle al gobierno para mantener a la oposición dividida, circunstancia que se pudiera subsanar si se opta por un sustituto (a) y unos acuerdos que satisfagan las aspiraciones de cada porción del mundo opositor. Y esto, por ahora, parece como muy difícil y al gobierno, para nada le conviene.
Pero ahora, hay otra circunstancia. El presidente Maduro, en unas declaraciones dadas a Ignacio Ramonet, ha dejado, un tanto, como sorpresivamente, la idea que pudiera no ser candidato. En efecto, "consideró «prematuro» hablar de su candidatura a la reelección y aseguró que «apenas el año empieza. Solo Dios sabe… Esperemos que se definan los escenarios electorales del proceso que va a haber este año, y estoy seguro que, con la bendición de Dios, tomaremos la mejor decisión.»
https://www.aporrea.org/ideologia/n389176.html
Es una declaración que pudiera ser formal, en procura de evitar posibles inconvenientes a nivel interno o simplemente por cumplir una formalidad, dado que sería como mínimo, de cumplimiento obligatorio, que eso lo decidiese el Congreso del PSUV; y él debe cuidar esos detalles. Sería como imprudente de su parte exhibirse como candidato y dar una muestra de lo que lo acusan sus oponentes. Pero, pese desconocemos lo que pudiera suceder dentro del PSUV, no es descartable que la opción de otra candidatura pudiera materializarse. Como opción tiene fundamento.
¿Por qué decimos lo anterior?
Hay varias razones. La primera de ellas es que pudiera ser una opción para restarle más valor a la prédica interna y externa, según la cual en Venezuela hay una dictadura. Es probable que, siendo otro u otra quien ejerza la presidencia, pero en representación del PSUV, aquella continúe, pero con menos fundamento. No es sensato, en mi parecer, que otra candidatura del PSUV, en sustitución de Maduro, le reste votos a este universo. Hay allí eso que llaman un voto duro.
En las mismas declaraciones de Maduro, este ratificó algo que ya sabemos y es casi del dominio público, salvo de aquellos a quienes no les interesa enterarse de cosas que desmontan sus discursos. En efecto dijo Maduro, refiriéndose a las negociaciones con EEUU, "Hay ideas comunes. Hay una ruta. Una hoja de ruta establecida. Pero no pudiéramos decir, Ramonet, que Estados Unidos ha levantado ninguna sanción sobre Venezuela. Al contrario, las sanciones están vigentes".
Es decir, las conversaciones con el imperio del norte se mantienen, "hay ideas comunes, una hoja de ruta"; pero la marcha tiene inconvenientes. Y esos inconvenientes los hay de lado y lado, aquí y en el norte. Las sanciones "siguen vigentes" y el gobierno tiene necesidad que sean levantadas en buena medida y EEUU da muestras de querer hacerlo, también por necesidad, según las circunstancias.
Es una inconveniencia quienes dentro del PSUV, pese lo acontecido y dadas sus formaciones "ideológicas" o quizás por ellas mismas, sobre el tema imperialismo, no entiendan que en esas conversaciones, con "esas ideas comunes, esa hoja de ruta", haya que hacer concesiones para alcanzar metas que, de paso se ansían. Como que no es razonable esperar que, las relaciones entre EEUU y Venezuela, en materia petrolera se recompongan, sin que de lado y lado, se depongan determinadas actitudes y se lleguen a acuerdos equilibrados en el ámbito económico y político. Y esto, así como es válido, al momento de evaluar, pudiera ser prudente y hasta recomendable que el gobierno habilite a MCM, también lo pudiera ser que dentro quienes manejan el Estado venezolano, brinden a EEUU la oportunidad de una imagen distinta en la presidencia, pese sea del PSUV, para dar la sensación de cambio y hasta de triunfo. Pues al capital estadounidense y sus gobiernos no les importa quién gobierne sino cómo lo haga en relación con sus intereses y en este momento, estos ansían recomponer sus relaciones con Venezuela hasta donde sea posible y, como dice el nuevo lenguaje coloquial, "la vaina tampoco está para ponerse pepito" o demasiado exigente y un cambio de imagen pudiera ser bastante.
¿Quién sabe? Nada es imposible y, entre los políticos, como los propagandistas, publicistas y hasta ilusionistas, abundan quienes son capaces de, con una escoba, pintar una imagen del mundo al gusto de quienes de paso necesitan de eso para sentirse satisfechos. Cada bando procura y debe cuidar al máximo "pintarse de colores" agradables y de la mayor aceptación.