25 abriles echando y llevando

Viernes, 02/02/2024 03:35 PM

Veinticinco años de la Revolución Bolivariana, según las cuentas del Gobierno actual. Pero uno ni se lo cree. Parece que fue ayer, como dice la canción de Armando Manzanero, que el Comandante Chávez ganara las presidenciales en 1998. Sin embargo, como aprendimos en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa de Barquisimeto, UPEL/IPB, (de donde egresamos en la Mención Historia, cohorte 1990/1995), los procesos socio políticos no se pueden reducir a fechas. Estas son hitos engañosos, que dicen poco, constituyendo apenas referencias.

Los procesos socio históricos suelen hundir sus raíces en ciertas capas más profundas, de tendencias agitadas por los grupos que son la masa crítica de donde surgen líderes, por eso conviene ubicar más lejos los inicios de la dinámica actual de la Revolución Bolivariana, aunque la cronología ayuda; por otra parte, se debe tener claro que los cambios políticos marchan trabajosamente, por lo que los panegíricos como el que, a modo de Programa Especial que presentó VTV este jueves 1ro de febrero de 2024, deja mucho que desear y antes que una pieza histórica, constituye parte de las ideas simplistas que celebran las políticas públicas dan la idea como si todo fuera una maravilla y no es así. ¿O será que uno ya es un descreído?

Uno más bien pudiera decir que han sido "25 años echando y llevando", porque cómo ha sido desigual y arduo el desarrollo de la gestión de gobierno chavista, en sus dos fases: la del comandante Chávez (1998/2013) y de Maduro (2014/ a la actualidad), las oposiciones que ha tenido el proceso revolucionario han sido fortísimos y triunfadoras, ahí, por ejemplo, nos puso a pasar hambre y padecer las más graves situaciones, donde estuvimos a un tris de una guerra civil. Sólo con mucha denodada resistencia Venezuela se ha venido recuperando y eso cunado se han alcanzado amplios concesos entre empresarios industriales, comerciantes importadores y productores agropecuarios, innovadores y emprendedores con la mediación del Gobierno nacional, que también ha establecido convenios con India, China, Rusia, Irán y algunas otras naciones; con lo cual se tiene que sin acuerdos y consensos básicos Venezuela no hecha pa^ lante.

El gran reto actual viene a ser seguir creando riqueza y, con ello, superar el Estado de Excepción Económica o algo por el estilo, mediante el cual el gobierno de Maduro como también la poderosa oposición triunfante en tantas cosas con la que cohabita, puedan reestablecer el salario conculcado a los trabajadores y sus prestaciones sociales, o al menos que ese invento neoliberal de los "bonos", sean sólo un mal recuerdo.

Aunque muchos chavistoides que seguramente están celebrando los supuestos 25 de la Revolución Bolivariana, se les hace la boca agua con ese otro invento asiático de las maquilas en las neoliberales Zonas Económicas Especiales o exclusivas. Caso China o Cuba, lugares que de funcionar en Venezuela, tiene lugar lo que llaman la flexibilización de las relaciones laborales, no se permiten los sindicatos, ni se aplica la actual Ley del trabajo o de Los Trabajadores y Trabajadoras (2012) ni aún la Constitución Bolivariana de Venezuela (1999), cuyo artículo 91 ha sido suspendido, mientras dure el decreto de emergencia económica.

Con ello, Maduro y la oposición están actuando parecidamente a Rómulo Betancourt y su ancha base, respecto a la Constitución de la República de Venezuela (1961) quien también suspendió las garantías económicas y rebajó los salarios, según es fama, ironías de la historia, ¿quién lo diría?

Es que de acuerdo con Ronald Denis en su libro "Los fabricantes de rebelión. (Movimiento Popular, Chavismo y Sociedad en los años noventa)" (Editorial Primera Línea, Editorial Nuevo Sur. Caracas. 2001), ya desde sus inicios el gobierno de Chávez tuvo el dilema entre atender las demandas del movimiento popular y las viejas élites, grupos de la derecha, donde los militares no eran menos por el sistema de alianzas. Así, textualmente Denis destaca que:

"La verdad es que, hacia final del año 99, el panorama llegó a ser tétrico; ver cómo día a día unos accedían a puestos del gobierno y al otro una marejada de indigentes políticos comenzaban a rodearlos para sumarse a su "revolución" personal no faltando los que aspiraban a participar de la chequera pública que los nuevos funcionarios ahora tenían a disposición. Tal realidad, sumada la cooperación burocrática, mató una cantidad de voluntades que históricamente habían hecho importantes contribuciones a las prácticas autónomas. De inmediato empezaron a repetirse los pronunciamientos públicos que acusaban en cualquier manifestación social de saboteadora, de conspiración con la "revolución bolivariana"; seres que hasta ayer estuvieron sembrando cualquier tipo de subversión social o de conspiración política" (p. 262).

Por lo que se tiene que las contradicciones en el seno revolucionario es de vieja data, así como ciertos sectores se han apoderado del discurso y práctica, pero, claro, uno no puede esperar que VTV diga todas esas cosas.

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