Muchacha vieja madura ya

Miércoles, 07/02/2024 11:18 PM

«No pueden hacer elecciones sin mí (…) ellos van a hacer todo para tratar de impedir mi candidatura». María Corina Machado, ciudadana inhabilitada por el Poder Moral Republicano. Inhabilitación, ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia según solicitud de la misma ciudadana por gravísimos delitos cometidos que en USA, hubieran encarado una sanción que pudiera ser, la cadena perpetua o en su defecto la pena de muerte por traición a la Patria. Así, lo expresa el Código Penal de Estados Unidos al establecer en su Título 18, inciso 2381, que ordena: «Quien, debiendo lealtad a Estados Unidos, se declare en contra su país o se adhiera a sus enemigos, prestándoles ayuda y consuelo dentro de Estados Unidos o en cualquier otro lugar, es culpable de traición y sufrirá la pena de muerte, o será encarcelado y multado, e inhabilitado para ocupar cualquier cargo en Estados Unidos». La República Bolivariana de Venezuela, respetuosa de la vida, es contraría a las penas que impliquen la muerte del indiciado por ello, por ello se decidió la inhabilitación para ocupar cargos públicos y así lo decidió la Contraloría General de la República hasta por 15 años, en Sentencia Firme, con fecha de aplicación: 13 de junio de 2015, mediante resolución: 01-00-000398 del órgano contralor por el período máximo previsto en el numeral 2 del artículo 39 del decreto con rango, valor y fuerza de ley contra la corrupción. Por administración de fondos de origen desconocido (presunción de lavado de dinero), lo que se complica al involucrarse con el terrorista pro estadounidense alias Juan Guaido, y sus solicitudes sanciones contra la República que implicaron el robo de empresas y bienes nacionales (CITGO, Monómeros, robo de avión, oro en Inglaterra, otros). Asimismo, por atentar contra la República Bolivariana de Venezuela al confabularse con Washington para que a través de un tercer país: Panamá, propiciar que la OEA le aplicase la Carta Interamericana a Venezuela. Acreditada por ese país: «Tengo el honor de dirigirme a vuestra excelencia a fin de solicitarle tenga a bien acreditar a la diputada María Corina Machado, como Representante Alterna de la Delegación de la República de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, a partir de la fecha», contradiciendo así, su cualidad de diputada o representante del pueblo venezolana ante la Asamblea Nacional, lo que produjo de facto su destitución. Al efecto, diría Diosdado Cabello presidente del parlamento venezolano en ese entonces: «Ella perdió su investidura al preferir, voluntariamente, antes de ser parlamentaria de este honorable parlamento, ser funcionaria, embajadora alterna del gobierno de Panamá (...) El que tenga dudas vuelvo a mostrar la carta que firma de Arturo Vallarinos, embajador de Panamá ante la OEA». Con sus 56 años, doña María Corina Machado, se pasó de madura y quiso hacerle a Venezuela una gracia que terminó en morisqueta, al convertirse en agente de un país hostil a Venezuela. En ese tiempo Venezuela era bombardeada por intensas agresiones de la Administración Trump. El próximo ciclo presidencial, contará con una María Corina, ya presta a cumplir 62 años y eso le genera un trauma mayor a doña Mari Cori, quien ya vieja, piensa ella, no va pal baile y si de regatón se trata, menos zaranda pues como lo demuestra don Biden, cada vez que se agita en demasía el viejito perverso; ese hecho, deviene en una fractura para sus huesitos y es a lo que le teme doña violencia.

El problema no es de candidatura, sino de graves delitos contra el Patrimonio Nacional y contra la Nación venezolana que van quedando impunes o sancionados de comiquita, ante los cuales esta señora pretende escudarse al contar con el apoyo y protección de los Estados Unidos de Norteamérica. El mensaje de Washington, es muy claro: «nuestros agentes (de la CIA, de la DEA, del narco tráfico colombiano o ecuatoriano, o cualquier otra agencia) gozan de total impunidad para hacer y deshacer»; mientras, la República Bolivariana de Venezuela les responde: «todo aquel o aquella que cometa delito en territorio nacional está sujeto a la aplicación de la Ley, independientemente de cuál sea su apellido, credo religioso o afinidad política, todas y todos, somos iguales ante la Ley. Proverbios 29:15-27: «Con la vara y la corrección se aprende, pero el hijo malcriado avergüenza a su mamá. Cuando abundan los perversos, se extiende el pecado; pero los justos verán la ruina de los perversos. Corrige a tu hijo y vivirás en paz; te sentirás orgulloso de él. Si Dios no guía la nación, no habrá paz; ¡afortunada la nación que obedece la ley de Dios! El iracundo arma líos; el violento comete muchos pecados. El que se cree más que los demás será humillado, y el que se humille será hecho importante. El cómplice del ladrón se perjudica a sí mismo; cuando esté ante el tribunal tendrá miedo de hablar. Tenerle miedo a los demás es una trampa, pero el que confía en el SEÑOR estará a salvo».

Ahora, en un gesto de supina malcriadez pretende doña violencia sabotear las elecciones pautadas a celebrarse constitucionalmente para este año. Su mal gesto, en el cual le acompaña la oposición extremista y como era de esperarse, Washington; ocasión que ha dado una oportunidad de oro para la política del Diálogo Nacional y demostrar, una vez más, que la Constitución Bolivariana es un cuerpo vivo de la Nación y que prevé soluciones a todos los problemas de la vida nacional. Para este caso en concreto, la Democracia Participativa y Protagónica, prevé la participación activa de todas y todos los interesados en participar en el proceso electoral presidencial, su opinión será crucial para que el CNE pueda tomar la decisión más certera y precisa a los intereses de las y los interesados que, sin dudas será el Pueblo venezolano, pues habrá de elegirse quien será el venezolano o venezolana, que rija los destinos de nuestra República. No será una malcriada, la que imponga al pueblo venezolano la oportunidad de elegir sus gobernantes, sino cuando manda y ordena la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuerpo vivo de la Nación. Cincuenta años ya bastan para madurar, es hora de hacerlo ahora o nunca…

 

Caracas, 07-02-2024

 

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