Estados Unidos, en su plan estratégico hacía el Sur, desea proscribir algunas máximas de intervención en la política de Francia, porque le resta movilidad en su accionar bélico en el Medio Oriente y, ahora que, desea incursionar en Guyana para obtener ganancias en la exploración de petróleo y gas en la cabecera del Delta del Orinoco, bajo un documento y avalado en años anteriores por el gobierno de Chávez y su canciller, Cuba y Brasil. Hay un Estado político que muestra a un Occidente distinto a décadas anteriores, porque Venezuela se dedicó en la actualidad a motivar el mundo político e ideológico, más no financiero y económico. Es un desvió de mirada, de un Estado Democrático, libre. Donde había principios religiosos y estatales, civiles, éticos y morales ya establecidos por la arquidiócesis y monarquía española, y los grupos de inmigrantes ya establecidos en el país.
Cuando las condiciones lo apremiaban por el envalentonamiento de Juan Guaido y Leopoldo López, el dirigente del Psuv, Diosdado Cabello lo defiende y rescata. Luego en prisión, escapa a Salamanca, España, una provincia de la oligarquía española, después de destabilizar a Venezuela con guarimbas, tenemos a su compañero Juan Guaido que huye también hacia Estados Unidos para resguardarse de la crisis provocada y, los ataques verbales del pueblo, que no los quiere o, guarda algún sentimiento de lealtad hacia ellos. Una especie de Marquetalia que perjudicó las finanzas del Estado Bolivariano de Venezuela.
Obviando, que las sociedades democráticas apenas, hay más que pequeñas minorías que desean las revoluciones, pero, esas minorías pueden hacerlas.
Las condiciones del país, son iguales a ochenta años atrás, mucha incertidumbre, y donde el sentimiento de propiedad del país se esta perdiendo por asuntos políticos e ideológicos, y los sistemas de producción industrial estancados. En América hay una pasión democrática muy enraizada por nuestras propias raíces. Todo, venido de Europa que en la actualidad mantiene sus emblemas revolucionarios, pero, no escucharon a Vladimir Putin, (Rusia), en este tiempo, y observamos un universo europeo totalmente desorientado.
No se puede disimular, que hay una libertad limitada de asociación en materia política, y por las contradicciones de la misma izquierda, que desea avanzar ignorando los preceptos dados por Juan Carlos Mariátegui, Fukuyama y el mismo Trotsky.
Es necesario iluminar el pensamiento, no todo es una idea abstracta. Cada asunto, tiene su valor intrínseco y, la aristocracia siempre permanece junto a esos valores con la oligarquía. El pueblo es poco tomado en cuenta. Claro, habrá una diversidad de opiniones y una sola verdad que no es empírica.
El pueblo, ni por la derecha o izquierda ya es tomado en cuenta, menos por la casta militar. Las traiciones políticas del vasallo han perdurado en el tiempo y, algunas veces el traidor, es nuestro propio vecino.
Así que no seamos caprichosos. Que tal vicio o virtud perteneciera a la nobleza criolla latina es muy cierto, allí tenemos el ejemplo de Ignacio Lula Da Silva, desea que le demos luz en la línea fronteriza hasta El Esequibo, pero, no nos paga los dólares que nos debe y se encuentran enquistados en Ordebreth.
Se debe ir a la singularidad del Estado Social, estas nociones extrañas de opinión, no nace del criterio de un hombre o Estado. Desde la Edad Media hay un criterio militar, y Brasil no escapa a esa astucia personalista, y a una traición a su amistad con Chávez, obras pagadas e inconclusas por parte de una Constructora acusada de corrupción. Es la reputación de un latino, cuya traición es despreciable, ya poco le interesa nuestro país. El poder trae orgullo y, con ello, avaricia, egoísmo y astucia.
Todo nace, de la singularidad de un Estado Social.
Las diferencias entre la paz y la guerra es de fraccionamiento. Busca individualizarse para marcar diferencias entre el universo europeo y del Medio Oriente. No somos ignorantes, Que gano Cristina de Argentina y Piñera de Chile enviando a tierras Mapuches, un buen grupo de ciudadanos judíos y árabes, que huían de la guerra, pues, profundizar las diferencias entre ambos pueblos religiosos, y cimentar las contrariedades en los pueblos andinos de la cordillera. Es simplemente actualizar los paradigmas que avanzan totalmente, hacía un nuevo mundo, pero, los únicos claros en este metalenguaje son los rusos y los angloamericanos. Avanzan hacia la misma meta: Crecer en la oscuridad, que ha planteado Joe Biden, donde todo parece dudoso y los virus se acrecientan y, Rusia es la única región donde su ganado vacuno y lanar pasa por cuatro potreros, ya poco es alimentado por substancias artificiales procedentes de la industria agroalimentaria, a su vez, sus laboratorios sanitarios han sido saneados para lograr ciudadanos y familias sanas. Mientras Estados Unidos deprime a sus colonias y grandes colectivos humanos.