Sobre la película Simón: Chucho nunca existió

Martes, 05/03/2024 12:33 PM

En "Simón", película venezolana dirigida por Diego Vicentini y recientemente estrenada en Netflix, cuyo cartel afirma que está "basada en hechos reales", uno de sus protagonistas, de nombre Chucho, es capturado por el gobierno venezolano, enviado a una cárcel, torturado y asesinado a golpes por militares tras participar en las "guarimbas" o protestas de 2017.

La película hace creer que "cientos" de jóvenes estudiantes opositores murieron torturados en las cárceles de Venezuela. La realidad es que, según LA VOZ DE AMÉRICA (medio de comunicación del gobierno de Estados Unidos, que no tiene NADA de chavista), ONCE personas consideradas "presos políticos" murieron bajo custodia en Venezuela entre 2015 y 2022 (ver https://www.vozdeamerica.com/a/presos-politicos-muertos-bajo-custodia-estado-venezolano/6804259.html). Un promedio de 1,5 al año. La mayoría exmilitares, políticos, exfuncionarios, etc. Varios murieron por enfermedades, ACV, etc.

De esas once, sólo uno era un estudiante opositor (Virgilio Jiménez) y no es de los famosos; me atrevería a decir que el 99% de los opositores nunca han oído hablar de él. Según los medios, murió por paludismo en la cárcel de Uribana. He encontrado tuits reclamándole a políticos opositores y ONGs porque nunca hicieron nada por él, debido a que era un muchacho pobre y poco conocido.

Aclaro que no estoy trivializando ni minimizando las 11 muertes antes mencionadas; todas deberían investigarse a profundidad. Algunos murieron por enfermedades que padecieron en prisión. Otros, al parecer, por torturas. Yo apoyo cualquier medida para reabrir estos casos, acabar con las torturas en aquellos casos donde aún existan, acabar con los retrasos procesales y que todo detenido reciba los tratamientos médicos que requiera. Pero que sea para todos, sean "famosos" o no, sean clase media o clase popular.

Pero la verdad es que: CHUCHO NUNCA EXISTIÓ. No hay ningún joven venezolano que haya sido detenido durante las guarimbas y haya muerto por torturas en las cárceles venezolanas.

Hay muchos detenidos durante las guarimbas que denuncian haber sido torturados, y ninguna persona de izquierda podemos estar de acuerdo con eso; yo también me uno a quienes exigen que eso más nunca vuelva a pasar, y que los autores de torturas sean identificados, destituidos, juzgados y duramente castigados. También ha habido dirigentes sindicales, trabajadores, campesinos y personas que han sido detenidas en Venezuela y han denunciado torturas e incumplimiento de determinadas leyes (lapsos procesales que no se cumplieron, negativa a abogados privados, etc.), aunque no les ha costado la vida. Todo vestigio de tortura y de injusticias tiene que desaparecer de nuestras cárceles, y eso lo apoyo totalmente.

Pero lo que hicieron muchos "guarimberos" en las calles de Venezuela también fueron crímenes terribles, y no me refiero a protestar, sino a las acciones y amenazas que hicieron contra instituciones públicas, trabajadores públicos, vecinos y personas que querían pasar por las barricadas. Políticos convencieron a niños y jóvenes de fabricar y portar explosivos con esquirlas, y usarlos para atacar instituciones y funcionarios venezolanos. Esas acciones sí merecen cárcel y juicio. TORTURAS NO. PERO CÁRCEL Y JUICIO JUSTO SÍ, con derecho a la defensa y con todas las condiciones.

Lo que no apoyo, es esa visión que se está promoviendo con la película "Simón", de que Venezuela es un país donde se encarceló, torturó y asesinó a cientos de personas y por lo tanto merece ser intervenido e invadido, cuando la verdad es que Estados Unidos, el principal promotor de esta visión, es un país que tortura y asesina a muchísima más gente.

Estados Unidos no es nada ejemplar con lo que hizo en Abu Ghraib (Irak) o en Guantánamo (cárcel que Obama prometió desmantelar pero no cumpĺió) o los centros de reclusión secreta que la CIA mantiene en varios países. Continuamente se denuncian casos de abuso policial en territorio estadounidense; de policías blancos asesinando, torturando o agrediendo a personas negras, latinas o de otras minorías. De policías que disparan y asesinan personas sin necesidad. A diario se lee sobre crueles maltratos a inmigrantes y otras barbaridades.

La reciente agresión en la Franja de Gaza por parte de Israel sólo muestra el doble rasero del mundo en materia de derechos humanos. Aunque internacionalmente se habla muchísimo de las violaciones de DDHH en Venezuela, Israel ha asesinado más de 30 mil civiles palestinos en 5 meses, hay cientos de miles de heridos y 2 millones de personas (incluyendo niños) sometidas a constantes bombardeos, negándoles el acceso a comida, agua y se les obliga a abandonar sus hogares, que son destruidos. Estas acciones sólo han recibido comunicados y algunas frases de repudio de Estados Unidos y otros gobiernos, que siguen financiando a Israel y entregándoles armas para continuar haciendo estos desmanes.

Esta actitud contrasta totalmente con lo que se ha hecho contra Venezuela, país al que, desde 2016, se han congelado sus cuentas en el exterior; más de 60 países se negaron a ejercer comercio con su gobierno, se dificultó enormemente la compra de medicinas y suministros médicos durante la pandemia de 2020 y se financian y apoyan agresiones paramilitares e intentos de derrocar al gobierno venezolano. Se han apropiado de empresas del Estado venezolano en el exterior, de buques petroleros, de aviones y se ha detenido a empresarios por apoyar o ayudar al gobierno venezolano a evadir estas medidas.

No se puede ocultar que lo que hay tras Venezuela, es una lucha por el control de sus recursos.

Yo no digo que Venezuela sea un país perfecto o que no tiene cosas que mejorar. Por supuesto que sí las tiene, pero las medidas que han tomado contra Venezuela (al mismo tiempo que se hacen los locos con lo que pasa en Palestina) sólo han contribuido a empeorar las cosas, y "Simón" es sólo una pieza más en todo esto.

 

 

Nota leída aproximadamente 11685 veces.

Las noticias más leídas: