Es que, yo sé quién soy

Martes, 05/03/2024 10:55 PM

INTRODUCCIÓN

Después de 20 años siendo publicado aquí en Aporrea (gracias Aporrea), me he encontrado en la necesidad de escribir esta corta introducción, la cual, a partir de hoy incluiré en el comienzo de cada uno de mis artículos, con el fin de poner en su debido contexto, mis escritos.

(Si ya han leído esta introducción, pueden saltar directamente al artículo, abajo.)

Empecé a escribir a favor de Chávez en el 2002, pero no necesariamente a favor de su partido político, ni a favor de la mayoría de la gente que lo rodeaba, simplemente porque él, y básicamente nadie más, se ocupaba en primer lugar, y siempre, y ante todo, de los pobres e indefensos de nuestro país, de las mayorías (el 80%).

También, siempre escribí en contra de los políticos y funcionarios públicos corruptos y en contra de los oportunistas que aprovechaban su poder para ellos mismos, por encima de sus deberes de gobernanza, enriquecerse a costilla de las mayorías indefensas usando a Chávez y a su partido político, el PSUV, y al gobierno, y a sus instituciones, y a la asamblea nacional como vehículos para silenciosamente robar desde los cofres del Estado, robándole a los pobres (porque la mayor parte del dinero excedente del Estado, Chávez la gastaba para los pobres).

Durante estos 20 años, a raíz de mis escritos, fui amenazado de ser asesinado y desaparecido, primero por las bandas asociadas a la violenta oposición a Chávez, y después, a partir del 2015, cuando me di cuenta de que Maduro y su gente eran básicamente la oposición interna a Chávez, empecé a ser amenazado por ellos, incluso hasta hoy en día donde he sido amenazado púbicamente por varios escritores maduristas aquí en Aporrea.

Es que, yo no voy a parar de escribir en contra de los corruptos y ladrones, no señor, jamás, y no me importa desde qué bando surjan, porque, sin importar su tendencia política, los corruptos y ladrones, siguen siendo corruptos y la ladrones, además de ser unos camaleones que cambian sus colores cuando les conviene, especialmente cuando sirve para enriquecerse ellos mismos, siempre usando, despiadadamente, al noble e indefenso pueblo venezolano (el 80%) como carne de cañón.

En este sentido, a mí solo me importa el máximo bienestar de las mayorías pobres (el 80%), y esto, siempre por encima del bienestar de las minorías acomodadas y privilegiadas (el 20%), vengan de donde vengan, de cualquier tendencia social o política, porque ellos son, y siempre han sido, los mayores responsables --- conscientemente o no --- del malestar y del crónico sufrimiento comunal de las mayorías (del 80%).

Por eso siempre escribiré en contra de ellos, por lo menos, hasta el día que las mayorías (el 80%) ya no sean más los pobres, excluidos, y abusados de siempre, como cuando Chávez gobernaba.

Esa es mi misión, y en general, mis escritos giran alrededor de esta misión, y punto.

ARTÍCULO

A veces escribo sobre los detalles de mi vida, pero normalmente solo cuando tuvieran algo que ver con el tema del artículo, y más que nada, para proveerles ejemplos concretos y reales, de primera mano.

Sin embargo, aquí abajo, hablaré mucho sobre mí (bueno, no tanto), y espero que no lo tomen mal en el sentido de que este artículo estaría centrado sobre mí en vez de sobre la tragedia humana que vivimos aquí en Venezuela desde que Maduro empezó a gobernar en el 2013 (mi tema regular).

No es que quisiera lucirme, no, es que, a mí no me gusta jactarme, simplemente porque yo no soy nadie más que nadie, soy un ser humano cualquiera (aunque fuera de lo normal), quien además nació con más defectos que la mayoría de la gente, entonces, no tengo absolutamente ninguna razón por jactarme … bueno, a menos que alguien se meta conmigo, así como lo han hecho varios escritores maduristas aquí en Aporrea.

Por eso escribo este artículo.

De todas maneras, espero que disfruten de lo que les voy a contar.

He tenido y sigo teniendo una vida maravillosamente increíble y suertuda, y un día, tal vez, compartiré con ustedes más sobre los detalles de mi extremadamente interesante vida, una vida llena de aventuras y tragedias y descubrimientos, y magia y milagros también, una vida aventurera acentuada, una vida vivida a menudo hasta sus límites prácticos, una vida donde nunca me asenté en ningún lugar en particular, ni en ninguna cultura, donde jamás ejercí ninguna profesión en particular a largo plazo, ni carrera, es que, yo soy, por naturaleza, un bohemio, y formo parte de esa minoría mundial, como los Gitanos que conocí en Chile cuando crecí allí, o los Beduinos con quienes compartía en los desiertos de Arabia Saudita, y los Tuareg con quienes me hubiera gustado cruzar el Sahara, pero nunca lo hice, tal vez en otra vida.

Por eso, mi vida ha sido tan diferente, y a menudo, no creíble por la gente asentada o habituada a ver la vida desde una perspectiva limitada, como verán más abajo.

Bueno …

Hay una pregunta que me sigue dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo ya, la cual intentaré responder aquí, en mi cabeza, pero frente a ustedes, como si fuera (y lo es) un ejercicio conjunto en asuntos existenciales (aprendí esa palabra, existencial, hace poco, gracias a mi gran amiga venezolana aquí en Venezuela).

Significado de existencial: https://www.significados.com/existencialismo/

NOTA: En caso que haya gente por allí que se preguntara, ¿por qué un tipo como yo, quien pareciera conocer muchas cosas, no sabría lo que sería la palabra existencial?, bueno, es porque, uno de mis mayores defectos, es que nací severamente disléxico, o sea, casi no puedo leer, mi cerebro no procesa los sonidos o significados asociados a las letras o la composición de las palabras en la forma occidental (contrario a la forma china por ejemplo, que son símbolos y no letras ni palabras). Repetí en primer grado primaria tres veces, el segundo, dos veces, y finalmente, después de haberme enseñado a leer aunque sea un mínimo, pero de otra manera (memorizando la forma de las letras y las palabras), finalmente llegué al tercer grado, pero todavía sigo siendo severamente disléxico, entonces siempre fui muy limitado en términos de cuanto material escrito podía leer, porque me demoro muchísimo tiempo en leer, y por eso me dediqué más a leer las matemáticas (es más fácil para mí), y casi jamás me dediqué a leer filosofía o cuentos o novelas, y cosas así, lo cual me ha limitado en el conocimiento de ciertas cosas. De hecho, escribo más rápido que leo, ya que antes de escribir, escribo el artículo en mi cabeza, donde desarrollo la forma de las palabras que voy a usar para expresarme, pero solo en base a las formas que reconozco o que he memorizado previamente, por eso no uso muchas palabras diferentes cuando escribo, siempre uso las mismas y de vez en cuando agrego una nueva después de haber memorizado su forma. Son pocas las palabras que uso en comparación con otros escritores. Es más, por eso todos mis artículos contienen errores, porque al hacer las revisiones, mi cerebro no es capaz de reconocer ciertos errores, aun después de haber hecho unas 25 revisiones (lo cual hago normalmente, se demora como dos a tres horas, pero debo hacerlo para reducir el número de errores).

La pregunta que me da vueltas en la cabeza, es la siguiente:

¿Por qué será que varios escritores aquí en Aporrea, coincidentemente todos maduristas (¿por qué será?), me acusan públicamente de mentir, o de ser un mitómano?

Bueno, es que, no es la primera vez que la gente me acusa de ser un mentiroso, me ha pasado muchas veces antes durante mi vida, desde una joven edad, digamos, desde más o menos los 15 años de edad, hasta hoy en día, y la razón es porque no pueden creer que yo, siendo quien ellos me perciben de ser, habría hecho las cosas que he hecho, o sea, no les entra en la cabeza, por ejemplo …

¿Cómo un niño, a los 11 años de edad, pudo haber empezado a vender su arte y haber tenido su propia designada galería de arte exclusiva en la entrada de su escuela primaria … mientras que al mismo tiempo, empezó, a esa joven edad, a montar trenes de carga para viajar cientos de kilómetros por todos lados gratuitamente, a veces durante días seguidos, sin un centavo en su bolsillo, felizmente recorriendo el mundo y conociendo nuevos territorios y vidas?

¿Solo?

¿A esa edad?

¿Cómo es eso?

¡No puede ser!

Pero, así fue, tuve la maravillosa suerte de tener padres que me alentaban a descubrir el mundo por mi propia cuenta, a mis propios riesgos, y lo hice.

¿Y cómo pudo ser que cuando ese muchachito tenía 13 años de edad, él fue invitado a participar, entre adultos, entre maestrías y doctorados en matemáticas, arquitectura, e ingeniería, en una de las más significativas conferencias del gran inventor y matemático autodidacta, Buckminister Fuller?

Y así fue, pero mucha gente no me cree, porque ese tipo de, "cosas raras," no les entra en la cabeza, eso solamente ocurre en la películas, como en la película Una Mente Brillante, sobre el matemático John Nash, quien mis esposa, una genia venezolana criada en un rancho de zinc en un barrio de Caracas, conocimos personalmente (y a su esposa) en Montreal durante una conferencia internacional de Teoría de los Números en la Universidad de Montreal en el 2001, propiciada por el CRM (centro investigación de matemáticas).

¿Cómo pudo ese mismo joven haber ejercido la magia, ganándose su vida a los 13 y 14 años de edad haciendo shows de magia, a una tan joven edad, ganándose más dinero que su propio padre en aquel entonces?

Eso no puede ser, pero así fue.

Es porque, lo hice, en vez de solo soñar de hacerlo viendo televisión o jugando deportes con los amigos que nunca tuve.

(No tuvimos televisor en la casa hasta que fui adolescente, y jamás compré un televisor en mi vida, pero poca gente me cree eso tampoco.)

¿Por qué vivo como un pobre aquí en Venezuela hoy, cuando podría haber sido un multimillonario?

Pero, eso tampoco no les entra en la cabeza, porque ciertamente, si ellos fueran genios como yo (es que, uno nace así, no es culpa mía), ellos se hubieran probablemente dedicado al enriquecimiento personal así como mucha gente lo haría, lo cual no es necesariamente nada malo, pero en mi caso, yo escogí otro camino, el de la bohemia, porque por encima de todo, yo quería ver y conocer y experimentar lo más posible de este mundo antes de morir, y así lo hice, y así lo sigo haciendo.

¡No puede ser!

Que ese tipo (yo), con tanto talento innato, quien podría ganarse fortunas con su cerebro y andar con los ricachones de este mundo (algo que hice de todas maneras), y tener todas las mujeres del mundo, como dicen los miserables malditos machistas, se la pasara en vez con los "pobrecitos" indígenas Mohawk de Kahnawake a partir de los 13 años de edad, con su novia Indígena, Allison Deer, y que también se habría ido de la casa a los 15 años para vivir en las calles con la "lacra" humana de las ciudades de Montreal y Quebec, donde a esa joven edad fue drogadicto, fue secuestrado por un violador, y donde también fue a cárcel … y donde también se la pasaba en el único club de "negros" de la música jazz y Mowtown, en Rockhead’s Paradise (normalmente me sentaba en el balcón arriba), donde conocí personalmente a Gladys Night y los Pips, y a otros músicos famosos de jazz y música gospel.

¡No puede ser!

¡Mentiroso!

¡Mitómano!

¡No hay otra explicación!

Eso no es lógico para la gente con poca capacidad de expansión mental o apertura espiritual.

Es que, no puede ser que un escritor tan prolífico de Aporrea, quien solo aprendió por primera vez a escribir en español en el 2011, haya crecido en pobreza ¡en Canadá!, ¡Dios mío!, ¡eso no puede ser!, no es posible, que él habría empezado a trabajar a los 7 años de edad para poder comprarse un pan de canilla para comer antes de entrar a la escuela en las mañanas.

¡No puede ser!

¡No señor!

¡Él miente!

Bueno …

Hace años atrás (ya tengo casi 70 años de edad), paré de contarles a la gente sobre mi vida cuando me preguntaban, "Y qué haces tú en la vida," porque sabía que no me iban a creer, y eso, solo porque he tenido la monumental suerte de haber vivido, hasta ahora, lo equivalente a un mínimo de 10 vidas, mientras la mayoría de la gente sobre este planeta vive lo equivalente a media vida, o una, o dos, o tal vez tres vidas.

Y ese es el problema, no para mí, sino para ellos quiénes solo ven la vida desde su limitada perspectiva.

Es que, yo sé quién soy.

N.B. En mi libro, independientemente de nuestra condición, todos nacimos suertudos, solo que no nos han enseñado a detectarla y a reconocerla y a adoptarla a nuestras vidas de manera amplia. Porque la suerte, es ilimitada, y es natural, digo yo.

oscar@oscarheck.com

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