El 28, el 28, como repetía Eduardo Semtei, serán las elecciones. Quien no hace, le hacen

Miércoles, 06/03/2024 03:34 PM

Recuerdo en tiempos de Chávez, a Eduardo Semtei, siendo uno de los rectores del CNE, repitiendo con paciencia y ánimo de apacentar a periodistas que le interrogaban, acerca de la fecha de las elecciones, dado los rumores que corrían del riesgo de ser suspendidas por razones técnicas, "el 28, el 28, el 28".

Al final, esas elecciones, como se sospechaba, no se dieron en esa fecha, hubieron de ser suspendidas por un breve tiempo, mientras se superaron los inconvenientes. Pero quedó en muchos el recuerdo de aquel como ritual de Semtei, repitiendo aquella letanía, casi todos los días, horas y distintos espacios, a quienes le interrogaban, expresada además con paciencia, placidez y hasta una discreta sonrisa.

Casualmente, pues es una pura casualidad, que ahora, el CNE anuncia el día 28, esta vez de julio próximo, para realizar las elecciones presidenciales. Una iniciativa, sin duda, tomada desde el sector oficial, donde la AN presidida por Jorge Rodríguez, asumió el liderazgo, contando para ello con el concurso de un buen número de factores opositores que concurrieron a las jornadas realizadas con el fin de hacer una propuesta al CNE en materia electoral y particularmente acerca de la fecha. Es bueno tomar en cuenta, a la hora de analizar este asunto que, en esas jornadas participaron el sector económico, gran parte de la oposición y otros abundantes factores de otra naturaleza. Al parecer, solo se abstuvo de participar en esas jornadas, el universo vinculado a la candidatura de la señora María Corina Machado.

A partir de las propuestas hechas al CNE, este organismo escogió la fecha 28 de julio venidero, como ya dijimos para la realización del acto electoral para escoger nuevo presidente.

Para muchos interesados y analistas, dicha fecha pudiera ser como muy apresurada, dados los distanciamientos que hay en el frente opositor, pues esto implica restarle tiempo para el cumplimiento de las tantas tareas y trámites por hacer para lograr unirse, en lo tanto que demanda el logro de una candidatura única opositora, la única posibilidad de ganarle las elecciones el gobierno.

El frente de los "unidos" en la candidatura de la señora MCM, enfrenta un serio problema, en él prevalece la idea, hasta ahora, que sólo ella debe ser la candidata, pese desde el sector oficial, se mantiene firme la decisión según la cual, está inhabilitada, ya no sólo por la Contraloría General de la República, sino por expresa decisión del TSJ.

Parece muy sustentable la idea que, en el gobierno de EEUU el interés porque la candidata de las primarias sea habilitada, ha perdido pertinencia. Ha habido manifestaciones expresas que esto parece sustentar y además, es obvio que, un abanico bastante grande del bando opositor está radicalmente distanciado de ella. Y para más, quienes manejan la economía venezolana a la interno, los factores asociados a Fedecámaras, están más cerca del gobierno que de la señora MCM. Tanto que con aquél mantienen una comunicación fluida y hasta han llegado a acordarse en muchas cosas, como en el asunto relacionado con el salario, el tema Esequibo, rechazo a las sanciones y coincidieron en la realización del referendo y ahora en el asunto electoral que culminó en que el CNE convocó a elecciones presidenciales para el 28 de julio próximo. En materia económica y la búsqueda de la normalización de relaciones con EEUU, sobre todo por lo inherente al petróleo, Fedecámaras y el gobierno trabajan en común. Y esto ya, de por sí concede al gobierno de Venezuela un aval ante el gobierno del norte.

El hecho que los avances en la búsqueda de nuevas o de las viejas relaciones entre EEUU y Venezuela marchen lentamente y en veces parecieran estancarse, no es más que el resultado de las desconfianzas surgidas en ambos sectores durante años y la inevitable incomodidad que genera la cultura de la desconfianza y hasta las viejas rencillas. Aparte de los distintos intereses y personas que en el manejo de ese asunto participan.

Es un hecho digno de tomar en cuenta que, en la reunión de la AN, entre el oficialismo, sus aliados, una amplia representación opositora y los factores económicos, se acordase unánimemente condenar las sanciones y, en consecuencia, abogar por la suspensión de las mismas.

De todo lo anterior, no es difícil concluir que el gobierno, pese haya perdido en buena cantidad respaldo popular, electoral, asunto sobre el cual volveremos más adelante, ha logrado aislar de buena parte del conglomerado nacional a quienes abogan por una candidatura inhabilitada, las sanciones y hasta el abstencionismo. Pues este universo se mantiene invariable en la idea de no participar en las elecciones venideras a menos que su candidata sea habilitada. Lo que parece más bien, fortalecido lo que pensamos en la actitud del gobierno de EEUU, un disimulado reconocimiento que los números que respaldan a esa oposición son por demás insuficientes.

Esa oposición se ha anclado en la idea que ella sola, sin contar con la otra, dividida en varios frentes y visiones de país, a la que tendrían que darle reconocimiento y aceptación en el diseño de políticas electorales y gubernamentales, está en capacidad de derrotar al gobierno y lo que es más grave y una gran muestra de debilidad y desconfianza, con una candidatura en particular.

Esto último es hasta como un chantaje hasta su propia gente y además una muestra de poco interés por el pensar y deseos de quienes le apoyan; pues por encima de la meta común de desplazar al gobierno, al cual muy mal califican y responsabilizan como absoluto responsable de los males que nos aquejan, colocan el interés particular de quien ganó las primarias. Es ella la candidata y no hay otra opción. Y es además, hasta ahora, como una excusa para volver al abstencionismo.

¿Esta última determinación, "ella es la candidata o no participamos en el proceso electoral", es pertinente, valedera, para quienes creen tener los números necesarios para ganar las elecciones? ¿Ese deseo profundo de las masas, multitud de derrotar al gobierno sin otro condicionamiento, sustentado por un respaldo electoral voluminoso, seguro y deseoso de expresarse, sólo se hace realidad con una candidatura determinada? ¿Si se hace perentorio y hasta indispensable sustituir la candidatura por una circunstancia fortuita y hasta obligatoria, como es el caso de MCM, se corre el riesgo de perder lo que seguro está?

¿Acaso en Barinas no hubo que cambiar de candidato por las mismas razones de ahora, como que el inicial estaba inhabilitado y pese eso ganaron las elecciones y hasta con un volumen de votos mayor al esperado?

¿Cómo explicar esa obcecación? ¿Acaso se espera algo imprevisto, como que a última hora la candidata será habilitada? ¿Qué razones hay para pensar eso? ¿Acaso se cree que de no ser habilitada y el presidente resulte otro, como el propio Nicolás Maduro, los EE UU abandonarán por ella, sus gestiones de recomponer sus relaciones con Venezuela? ¿Esperan que el abstencionismo que pudiera ser mayor que antes, por ellos y por la pérdida de esperanzas que prevalece en los venezolanos sometidos a grandes privaciones por las inhibiciones, malas políticas del gobierno, la corrupción generalizada y las sanciones impuestas por Estados Unidos con el aval ellos, termine por derrumbar al gobierno?

Entre factores estadounidenses, tanto del gobierno de Biden como el de Trump, hay el absoluto convencimiento que todas las políticas implementadas desde la Casa Blanca, desde las sanciones, guarimbas y hasta intento de invasión, no sólo fracasaron, lo que es por demás evidente, sino que más bien fortalecieron políticamente al presidente Maduro.

La convocatoria a elecciones para el 28 de julio próximo, lo que percibo como un adelanto, es además un golpe duro contra quienes necesitan recapacitar, asumir aunque sea una vez la coyuntura y sus circunstancias con realismo y seriedad.

Si en verdad creen contar con los votos necesarios, sin el apoyo de la otra muy amplia oposición, necesitan poco tiempo para instalar en sus seguros y abundantes electores el nuevo candidato o candidata y que este o esta, se conecte con sus electores. Y la tarea sería más fácil si al lado del candidato o candidata, aparece la inhabilitada brindando su respaldo y dando las garantías que, en cada uno de los votantes, ha anidado más en su fe que en su conciencia, por la simple desesperación o sentimiento.

Pero en verdad, como ya dije, esa convocatoria constituye un rudo golpe para quienes tienen serias y hondas dificultades para acordarse con el resto de la oposición y formar un frente que pudiera derrotar al gobierno. Aunque cuando en un sector o universo, se hace difícil y hasta imposible cambiar de candidato, pese se crea contar con los votos para salir ganancioso, no le hace falta que el contrario le ponga inconvenientes. La verdad es que no se reconocen con el poder necesario para ganar y absteniéndose, dejan abierto todo lo que sueñan y desean, pese la realidad, como los intereses y fuerzas de quienes pueden de verdad determinar el rumbo de los acontecimientos, dicte otro comportamiento.

Es evidente que, la otra oposición pudiera, si le anima en lo inmediato el deseo de llegar a acuerdos, el tiempo le sobra y es hasta posible que no les mueva el desespero, dado que parten de un diagnóstico distinto, menos inmediatista.

Por último, pese de esto, los políticos y los partidos no hablen, el asunto salarial tiene todavía la posibilidad de aquí al 28 de julio, de pronunciar un profundo y contundente discurso y según su contenido tendrá un significativo impacto en los números.

De todo lo dicho hasta aquí, vale ahora recordar aquello de "quien no hace, le hacen". No puedes culpar a nadie, mucho menos a quien te enfrentas, de tus errores, debilidades e inhibiciones.

"El 28, el 28".

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