Cuando decimos "hasta el final", lo primero que nos viene a la mente es la muerte, porque es el fin del ciclo de nuestra vida; donde cada quien tiene un lapso definido, bien por cuestiones naturales u otros casos, porque buscan llegar hasta allí; y en la política esto es el día a día.
El cuerpo humano genera un ajuste autónomo de su propia temperatura, donde tenemos unas estructuras basadas en los vasos sanguíneos que nos permiten regular nuestro calor, podemos mantener nuestra temperatura porque somos organismos eutérmicos (viene de ectotermia, que es la condición de un grupo de seres vivos denominados ectotermos los cuáles no son capaces de generar, por ningún proceso metabólico o fisiológico, su propio calor interno); pero cuando no podemos controlar esto porque hay niveles extremos, nuestra temperatura corporal empieza a subir, como si tuviéramos fiebre. A partir de 40 grados de nuestra temperatura interna es cuando fallan varias proteínas del cuerpo, incluyendo las respiratorias y las cerebrales. Y eso genera un daño permanente e inclusive la muerte; o sea, mientras más sube el termómetro, más cerca estamos de la muerte.
Estamos viendo como sectores que se decían afectos al proceso, se comienzan a deslindar, porque dicen ahora, son chavistas, pero están contra Maduro. Notamos estos días, que algunos ya llegaron hasta el final, porque la temperatura se le fue a grados desproporcionados; a otros como la señora María Corina, que dijo "hasta el final"; estamos seguros ese final será el 26 de marzo de este año, a las 12:01am; hora en la cual habrá finalizado el proceso de inscripción ante el CNE, para poder aspirar ser candidata presidencial para las elecciones del 28 de julio. Luego de aquí, desde el punto de vista político será un cadáver andante, o como vemos en la mayoría de las series televisivas actualmente, "un muerto viviente".
No sabemos qué estrategias utilizará la oposición, pero hasta donde podemos apreciar, la mayoría anda caminando por el sendero democrático y esto hay que aplaudirlo, porque podremos ir a un proceso electoral sin traumas, donde cada quien se restee por su candidato, y al final salgamos todos unidos.
Del lado revolucionario, todos estamos claros que hay un solo candidato, es quien cuenta con el apoyo de las mayorías, y ratificaremos este 28 de julio a Nicolás Maduro hasta el 2030.