"Tenemos que aprender a aplicar ingeniería
inversa a nuestras mentes y cuerpos para
conocer las verdaderas razones de nuestras emociones"
Pavel Dúrov
La oposición y su inhabilitada andan buscando una opción, que les garantice los mayores dividendos, pero ¡ya! Se mueven igual o peor que los comerciantes usureros, capaces de venderle el alma al diablo, si este les responde con la bolsa llena de dólares; nada de bolívares soberanos o algo parecido, porque la idea es apoyar al gobierno de los Estados Unidos en toda acción para ayudarlo a desahogarse. Siguen con los ensayos y movilizaciones y la figura principal es la indesignable, lo que deja ver sus planes totalmente fuera del marco democrático: no presentar candidato para después desconocer los resultados, con las fracasadas revueltas del pasado: las guarimbas, sin importarles las consecuencias y para esto están llamando los mismos de siempre y Andrés Izarra dijo presente.
En los últimos días en Venezuela, lo que acapara la atención por encima de cualquier actividad, es el intenso calor, el cual ha puesto a sudar a todos por igual y en cada corte de la electricidad por racionamiento las quejas y recordatorios hacia la progenitora de los encargados de ese servicio tan vital, se oyen en forma directa, como si hay estuviera la solución. Son pocos los que se detienen por un momento a pensar, en los ataques directos del imperialismo en un bloqueo capaz de ahogar a cualquier país. Por el lado nuestro se hacen presente las grandes contradicciones del capitalismo y podemos expresar, sin temor a equivocarme, todavía no hemos superado esa etapa, a pesar de los grandes esfuerzos del presidente Nicolás Maduro, por darle el rostro humanista al país, como es el socialismo.
Por algo el refrán ¡No hay mal que dure cien años y cuerpo que lo resista! encierra algo de verdad, en los momentos que estamos viviendo los venezolanos, ya que, el gran causante de un alto porcentaje de estos males se le están revertiendo y por eso se encuentra en una profunda crisis moral y si, hasta hace poco lo podían esconder por el manejo a su antojo de los grandes medios de masas, ahora, se le hace casi imposible, porque las redes sirven en parte para hacer dinero y los tales youtuberos vienen sacando a la luz pública, totalmente al desnudo la prostitución, el alcoholismo, la drogadicción y la miseria acumulada por años en las grandes ciudades del país promocionado, como el "sueño americano" y como sueño al despertar todo se desaparece.
A los gobiernos estadounidenses se le está haciendo prácticamente imposible seguir engañando a la humanidad, a pesar de la proliferación de migrantes en su territorio. Cualquiera brecha es una oportunidad para seguir atizando escaramuzas, para presentarse, como la salvación, aún, cuando han aplicado un criminal bloqueo y el caso de Cuba, es el vivo ejemplo, desde el mismo momento del comienzo de la revolución, como castigo por haberle quitado todos los mecanismos, que inevitablemente conducen a la perversión moral y de esto no dicen absolutamente nada, los que hacen el papel de títeres de manera tan alegre, que muchas veces provocan risas. Llegan a la miserable acción de presentar videos falsos o escritos propios de aduladores, como si todo es culpa del proceso en curso, destacando en estos momentos el periodista Andrés Izarra, a quien poco le importa el historial de lucha de su progenitor y anda en la cola de los opositores, con su cara de traidor.
Por los hechos que se vienen presentando, hasta el intenso calor son capaces de achacárselo al presidente Nicolás Maduro, pensando que puede servir para seguir engañando. A todo le quieren sacar punta, para después utilizarlo, como herramienta para atacar. Ni siquiera el progresivo verano, el cual va consumiendo el agua, hasta dejar impresionantes desiertos los detiene por instantes en las malévolas intenciones a los prepagos, como cualquiera vendedora de sexo. El que conoció al periodista Andrés Izarra, como ministro en el gobierno del comandante Chávez y desconocía su procedencia y sus vínculos familiares con un prófugo de la justicia venezolana, como es Antonio Ledezma –el suegro– nunca se imaginó que iba hacer, como la vaca de patio, si no la ponía adentro la ponía al salir y ahí está bailando al son de los desconcertantes y macabros ritmos de la música, que se oye, pero solamente sirve para atrapar desesperados mercenarios al servicio de los gobiernos estadounidenses.