¡Oocñ,qué boche metió el CNE al escoger atinadamente el 28 de julio, natalicio de Guaidó y de Chávez, para dirimir si el cambur verde mancha, contimás el maduro.
Para una fracción del archipiélago opositor la escogencia de ese día es un handicap que ellos mismos se buscaron al callar en vez de confrontar la animalada de su entonces líder máximo por orden de Trump. Ni un sólo opositor se pronunció contra Guaidó entonces; fue mucho después cuando algunos ya desplazados del reparto de billetes reaccionaron tras bastidores y tímidamente pero ya Santa Lucía había dejado la estela de polvos.
Ese día 28 de julio próximo se confrontarán Chávez y Guaidó porque Maduro es chavismo mientras que las oposiciones son Guaidocismo.
Y que el pueblo se saque la espinita. Ah, olvídense de la desmingada con la que pretenden lavarle la cara a Guaidó. Si las oposiciones esconden a Guaidó, el chavismo tiene que retrucar y ponerlo en escena para que todos ejerciten la memoria. No debe ser la desmingada la que haga de cortina. Sacarle el culo a Guaidó es una chimba maniobra opositora pero el pueblo ya no debe comer más coba; inclusive los opositores de a pie deberían pensar y sacarse el clavo, pensar por sí mismos.
Algunos de esos escuas van a espantarse cuando se les enrostre su pasantía con Guaidó y seguramente se persignarán diciendo "yo no fui"; pero el chavismo va a brincar de júbilo ese 28 de julio.
28 de julio, día de espanto y brinco.