Distraer, engañar para confundir y dividir, esa es la política de Washington en Venezuela

Viernes, 29/03/2024 03:00 PM

Después del fracaso rotundo que les representó el falsete de Juan Guaidó, estaba claro en Washington, que con ese fracasado y otros como él, el imperialismo no jugaría en rol triunfador para el caso venezolano. Por eso, cuando afirmamos que el oposicionismo se iría al submundo de la postverdad y los fake news para elaborar su política en Venezuela, estábamos claro con las artimañas y mentiras con las que se vendrían. Con ello, estábamos precisando una gran verdad. Ya muchísimos años antes, lo prescribía Sun Tzu: «Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño». La guerra, es el arte de engañar al contrincante, para someterlo sin luchar o hacer un mínimo esfuerzo. Después de las últimas elecciones regionales, quedaba claro que para EEUU, alias el imperialismo; Manuel Rosales, era su mejor ficha. Había ganado la gobernación, en el Estado con mayor población del país, el Estado Zulia. Su hándicap, se vislumbraba positivo, solo que esa alianza con el corrupto Guaidó, le hacían bajar, en mayor proporción, los niveles de apoyo. Recordemos, que la administración de la empresa Monómeros, robada al Estado venezolano por el sinvergüenza de Guaidó, contó con un familiar directo, colocado por Manuel Rosales, en la directiva de la empresa. El Estado venezolano, fue negligente, ya que nunca se interesó por hacer justicia y llevar a prisión a quienes formaron parte de tamaño robo. Rosales, pasó inadvertido, robó y nada le ocurrió. Y así, llegamos al 2024, año electoral. La distracción de este año, sin dudas, lo ha sido María Corina Machado. Quien en su ridiculez, llegó al extremo de designar una reemplazante, al estar impedida de postularse como candidata, ya que una sanción por corrupción del Poder Moral de la República, se lo impide. Cuando el tiempo implacable la rebasó, solo que no pudo hacer otro fraude de marca mayor con una uruguaya de reemplazo. ¡Al final, todo se descubrió! Pero, el engaño fraudulento sí que se intentó y engañó a Lula y Macrón, quienes en su desconocimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, hacen el ridículo desconociendo que: «Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República» (Artículo 41). Obvio que, para postularse como candidato o candidata a dicho cargo debe cumplir con ese requisito: ser venezolano o venezolana por nacimiento, y Corina Yoris la designada de la Machado, no lo cumplía pues nació en Uruguay. De allí, la furibunda defensa que hace el Pepe Mujica para que los venezolanos y venezolanas aceptemos como bueno, el hecho de tener una candidata presidencial uruguaya, su compatriota. Qué diría Lula, sobre si los brasileños aceptarían tener un candidato o candidata presidencial uruguayo o uruguaya. O Macrón, sobre un candidato o candidata presidencial de nacionalidad rusa?

Toda esta jugada política, fue creada por la CIA para confundir a la militancia opositora y algunos pseudo líderes de una izquierda cobarde, miedosa al imperialismo decadente; que, como se demuestra ahora, no iban aceptar una nueva candidatura de Manuel Rosales, ya derrotado por Hugo Chávez en 2006, por paliza. Recordemos, que fueron 5 millones 936 mil 141 (61,35%) votos a favor de Chávez contra 3 millones 715 mil 292 votos (38,33%) de Rosales. Casi lo duplica, en número de votos. Con muchísima razón, el Presidente Chávez, reelecto, solo se limitó a pronunciar una gran verdad: «Hoy, le hemos dado otra lección de dignidad al imperio norteamericano, es otra derrota para el imperio de 'mister Danger'». Verdad, que ahora le toca pronunciar a su heredero, Nicolás Maduro Moros, para saldar la deuda que tiene el sector opositor con el pueblo venezolano, que tantas sanciones solicitó para joder la vida del pueblo venezolano y castigarlo por aspirar a ser libres e independientes como Nación. Y eso llevó a la CIA, a crear toda esta chimba jugada de distracción, que aunque chistosa, porque ciertamente pareciera un chiste malo, pero la realidad nos dice que en su decadencia, los EEUU son capaces de arrastrar con ellos hasta cierta izquierda dócil y cobardona, incapaz de hacerles frente a sus políticas de acecho a los pueblos del Sur. Ello, hace que recordemos las palabras del Gigante Chávez, en el balcón del Pueblo aquel diciembre de 2006: «Hoy comienza una nueva era dentro del proyecto de desarrollo bolivariano (...) que tendrá como fuerza central y fundamental la profundización, ampliación y expansión de la revolución bolivariana, de la democracia revolucionaria, en la vía venezolana hacia el socialismo». Tanta vigencia, tienen dichas palabras en los tiempos actuales, que reclaman el rescate del discurso por el Socialismo Bolivariano de los Nuevos Tiempos, camarada Presidente Nicolás Maduro…

Postscriptum: Recordaba que años atrás la campaña de los amigos de Aporrea contra Nicolás Maduro, acusándolo de no permitir acceso a la página web. Ese problema lo he minimizado colocando como buscador a Yandez, ruso. Pero, mi celular Android tiene como buscadores a Chrome y Google, adivinen que responden cuando les marco Aporrea: «No se puede acceder a este sitio». Obviamente, no es competencia de CANTV dar acceso o no, a determinada página web. Recordemos, que cuando Venezuela intentó bloquear acceso a la página Dólar Today, dicha iniciativa resultó infructuosa pues EEUU dejaba una compuerta para que se ingresara a la misma. Internet, es obra del imperialismo y como tal, su manejo y control tan solo China y Rusia han ejercido su soberanía sobre dicho instrumento tecnológico. Banco Bicentenario, está dando que hablar con su pésimo servicio. Millones de páginas, han sido bloqueadas con un fulano registro que solo busca paralizar las cuentas de usuarios y usuarias. Mal síntoma sobre el estado del banco, deja ver esta funesta política. Será que dicho banco va ser intervenido. Presunciones van y vienen, mala gerencia es la presunción mayor. Mientras, sus usuarios y usuarias esperan respuestas de su gerencia que hace como el avestruz y no dan la cara.

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