Para el momento en que escribimos estas líneas, restan 115 días para las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela. Y se recordará la fecha del 3 de abril de 2024 como un punto de inflexión en nuestra histórica reclamación de un territorio que fue, que es y que sin duda seguirá siendo indefectiblamente venezolano.
Se produce esta promulgación de este instrumento jurídico no solo luego de dada sus dos discusiones reglamentarias en el parlamento y que la misma fuese aprobada por unanimidad. No solo se da luego de que la Sala Constitucional del máximo Tribunal de la República se haya pronunciado sobre la constitucionalidad de su carácter orgánico, sino además en cumplimiento del mandato popular del referendo del pasado 3 de diciembre del año pasado.
Asimismo, se produce la promulgación de este instrumento legal a 5 días del vencimiento del lapso otorgado por la Corte Internacional de Justicia de la ONU para que Venezuela presente ante esa instancia su contramemoria o contestación a la demanda que interpuso la República Cooperativa de Guyana en marzo de 2018 para solicitar la ratificación de la supuesta validez del Laudo Nulo e Irrito del 3 de octubre de 1899, en el que Gran Bretaña, tutor de Guyana (que para ese entonces no existía como sujeto de Derecho Internacional) nos arrebató que nos ganamos con el arrojo y la valentía de próceres como Manuel María Francisco Carlos Piar y Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco.
Si bien Venezuela no reconoce la jurisdicción de la CIJ por contrariar el espíritu del Acuerdo de Ginebra firmado el 17 de febrero de 1966 entre los gobiernos de la entonces República de Venezuela, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de la entonces Guayana Británica, tal y como lo dijo nuestro representante permanente ante la ONU y agente ante esa instancia, Samuel Moncada, no debemos desaprovechar ninguna instancia donde podamos ejercer la defensa de ese sagrado territorio. De hecho, Venezuela una vez que la CIJ se declaró competente para conocer de esta controversia, y pese a reiterar su posición de no reconocimiento de la jurisdicción de esta instancia, designó al belga Phillipe Couveur como juez ad hoc que nos representa ante esa instancia, además de interpones cuestiones preliminares, las cuales fueron declaradas sin lugar.
Es pues, en ese contexto en el que se produce la aprobación y posterior promulgación de la Ley Orgánica de Defensa de la Guayana Esequiba.
Debemos recordar que en el referendo del pasado 3 de diciembre del año 2023, más del 95% de los votos el 3 de diciembre de 2023, se preguntó a los venezolanos si apoyaban el establecimiento de un nuevo estado, en el que Venezuela tiene previsto otorga ciudadanía a los residentes actuales y futuros.
Desde la sede del Parlamento, el presidente de la AN, Jorge Rodríguez, indicó que la ley se basó en "cientos de consultas con todos los sectores del país".
También se aprobó en esa consulta rechazar la jurisdicción del máximo tribunal de Naciones Unidas para resolver la controversia entre los dos países. En diciembre, justo antes de ir a las urnas, el alto tribunal de la ONU ordenó a Venezuela que no tome medida alguna que altere el control de Guyana sobre el territorio en disputa.
En el artículo 4, se ratifica el carácter írrito del Laudo Arbitral, mientras que en el artículo 5 se adopta el Acuerdo de Ginebra como único instrumento jurídico válido para resolver la disputa entre ambas naciones.
Por su parte, en el artículo 6, se ratifica la decisión de no reconocer lo establecido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para los asuntos relacionados con la independencia e integridad territorial de la Guayana Esequiba.
En el capítulo II, se establece la creación oficial del estado número 24 del país, el de la Guayana Esequiba, en donde delimita sus fronteras.
Se prohíbe en el artículo 23 la publicación del mapa político de Venezuela sin la incorporación del nuevo territorio del país.
En la normativa también establece la prohibición de optar a cargos de elección popular o de acceso públicos a aquellas personas que hayan adoptado o que tengan conductas que directa o indirectamente favorezcan o respalden la posición de despojo de la República Cooperativa de Guyana, de su gobierno, de las transnacionales como la ExxonMobil.
Las implicaciones prácticas y jurídicas de la ley promulgada están claras.Habrá que esperar los próximos días para continuar observando las medidas y las acciones que pretenden las autoridades venezolanas para concretar la idea de ejercer jurisdicción sobre ese territorio.
Pero no podemos cerrar los comentarios y análisis de esta edición de esta columna sin tomar debida nota de las importantes denuncias expresadas por el Jefe de Estado venezolano de que en el territorio de la Guayana Esequiba se han instalado bases militares secretas por parte del Comando Sur de Estados Unidos y nucleos de la CIA con el fin de preparar ataques hacia las poblaciones de San Martin de Turumbán, El Dorado, Tumeremo, El Callao y el sur del estado Bolívar, sur y oriente de Venezuela, como parte de una escalada de desestabilización en contra del país, por lo que habrá que estar muy alertas.
Ahora se comprende el reciente accionar de unos falsos agentes del Cuerpo de Investigaciones Cientificas, Penales y Criminalisticas que asaltaron a unos efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, robándoles 37,5 kilos de oro y armamento por los Rosos, en dirección Upata- Puerto Ordaz.
Y entre el fin de semana y el lunes de la próxima semana ya sabemos el aquelarre que montarán los medios hegemónicos con respecto a este tema, que afortunadamente en esta oportunidad no ha salido de la palestra pública.
Y bueno no olvidemos las consideraciones que hicieron los compañeros del portal web de Misión Verdad de utilizar el territorio Esequibo como "zona gris" para legitimar nuevos conflictos contra Venezuela en el marco de la adopción de medidas por parte de la "República Cooperativa de Guyana" en detrimento y para perjudicar a la República Bolivariana de Venezuela.
Aunque sabemos que en realidad que esa es la fachada que utiliza las grandes transnacionales como en el caso de la ExxoMobil para sus acciones antivenezolanas y saquear los recursos y riquezas que legítimamente pertenecen a nuestro país.
Así que mosca.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!