Cuando la razón no es suficiente

Sábado, 06/04/2024 11:35 AM

En varios de mis escritos he resaltado que el mayor logro de los homínidos fue la razón, ya que de esta derivó a lo se conoce como "idea", que no es más que la representación mental que surge a partir del razonamiento o de la imaginación de una persona; o también como lo consideran algunos filósofos, las ideas son representaciones mentales que surgen a partir de la experiencia o del libre usos de la imaginación y que muchas veces dan lugar a conceptos.

De acuerdo con lo anterior, son de las ideas concebidas por los humanos cuando surgieron todo el entramado que rige la sociedad. De estas germinaron los inventos, las doctrinas, la religiones, la filosofía, la ciencia, la política, la educación, las escuelas y colegios, las universales, el comercio, los imperios, las monarquías, la industria, la medicina, la tecnología, la cultura, los medios de comunicación, las redes sociales, en general, todo aquello contribuyó y contribuye a la marcha y al desarrollo para conformar lo que hoy se llama sociedad.

Debo resaltar que fue ese mundo de ideas que originó lo que hoy conocemos como sociedad o "civilización", además, de igual modo, dio lugar a los llamados "ismos", responsables de la conducción y comportamiento de los seres humanos. En estos se debe incluir las llamadas doctrinas religiosas, políticas, económicas y sociales, que aparecieron desde el momento que los humanos se vieron obligados a agruparse de acuerdo con un pensamiento, disciplina o un sentimiento común. Surge así el politeísmo, monoteísmo, judaísmo, islamismo, budismo, hinduismo, catolicismo, protestantismo, comunismo, capitalismo, socialismo, ambientalismo, fascismo, nazismo, anarquismo, internacionalismo, romanticismo, estoicismo, modernismo, partidismo, patriotismo, etc. Se conocen numerosos sistemas cuya única finalidad es conseguir la mejor vía para la convivencia entre los humanos, es decir, la tranquilidad, la paz y una buena calidad de vida. Pareciera que los líderes sociales, políticos y religiosos todos persiguen el mismo objetivo: lograr la comunión entre los habitantes del planeta.

De estos numerosos "ismos" han surgido partidos políticos, cultos, agrupaciones sociales, ONGs, sindicatos, asociaciones estudiantiles, sociedades protectoras del ambiente, cámaras de comercio, grupos económicos, sociedades anónimas, corporaciones económicas internacionales; organismos internacionales para la paz, la salud y la economía. Es decir, un entramado de sociedades de todo tipo cuyas funciones, entre algunas, es fomentar y proteger inversiones económicas en todos los ámbitos e imponer doctrinas, tanto políticas como económicas en todo el planeta.

En los anales de la historia se ha demostrado que nada de lo concebido por los humanos es eterno, es obvio, las sociedades son dinámicas y se modifican de acuerdo con intereses de grupos, por lo general, económicos. Es por eso que las sociedades permutaron de los antiguos sistemas de clanes, a la monarquía, a los imperios, tiranías o dictaduras y modernamente, a la llamada democracia en sus diferentes modalidades. Hasta las leyes científicas cambian como consecuencia de los progresos en las diferentes ciencias, presentes en diversas áreas del conocimiento. Sin embargo, es notorio que dos asuntos han persistido en el planeta, el primero, el dominio, posesión y explotación de los recursos naturales en manos de la clase poderosa y el segundo, siempre presente a lo largo de los siglos, es la cultura de la guerra.

No cabe duda que la cultura de la guerra está vinculada con los negocios, es decir, con la compra venta de armas. Hasta Leonardo de Vinci inventó y fabricó armas como la ballesta gigantesca, la máquina de 33 cañones, entre algunas, para el poderoso Lorenzo de Médici gobernante de la república de Florencia. Actualmente las armas, por lo general, solo la fabrican los países poderosos, es decir los que tienen una economía boyante que se desarrollaron como consecuencia de la apropiación y explotación de los recursos naturales del planeta en manos de grupos económicos omnipotentes.

EEUU es el mayor fabricante de armas del mundo, el mayor exportador de armas, el que posee el mayor ejército de la Tierra y por lo tanto, ostenta una enorme industria armamentista. Este es un negocio fructífero que le vende artilugios de la muerte a más de cien países y, como es un negocio de la empresa privada, son las grandes corporaciones fabricantes de armas las que obtienen buenos réditos. Agregado a lo anterior, USA debe equipar a su ejército con armas modernas ya que posee casi 800 bases militares distribuidas en todo el planeta. Las cinco mayores empresas armamentistas del mundo tienen sede en EEUU. Se puede afirmar, sin equivocación, que la economía de EEUU está sustentada en la mercantilización de todo tipo de armas, desde un puñal, hasta misiles con cabezas nucleares.

En la trilogía, la fabricación, comercialización de las armas y la guerra, está el problema. La guerra es un negocio que genera beneficios a las grandes industrias que fabrican armas, que crea empleos. Los dueños de las fábricas de armas financian campañas electorales, sobornan y corrompen a funcionarios, además pagan impuestos al gobierno, por lo tanto es difícil erradicar las guerras del planeta. Así mismo, son muchas las conflagraciones entre dos países causadas por los fabricantes de armas con el objetivo de venderles adminículos mortales a sendas naciones.

En lo anterior está el problema, el hombre no utiliza la razón para el beneficio propio o el de una comunidad. Si esto fuera posible los humanos no comieran comida chatarra, no utilizara drogas, no sucumbieran ante la publicidad dañina de los medios de comunicación y las redes sociales, no padecieran de sobrepeso junto a las enfermedades derivadas por abuso en la dieta diaria, no contribuye a la contaminación ambiental, no formaría parte de grupos excluyentes, erradicaría el racismo de su mente, se debería preparar intelectualmente para ejercer el acto de votación para no sufragar solamente por la información de la publicidad, consumiría alimentos que contribuirían a preservar la salud, escogería el candidato presidencial que le asegure un beneficio para la mayoría, desterraría la violencia como una forma de dirimir los problemas con el prójimo.

Está probado por siglos y siglos que ninguno de los "ismos" ha resuelto los problemas de los humanos. La sociedad vive eternamente momentos aciagos como consecuencia del mal uso de la razón, dado que esta no es única. Cada persona tiene su propia razón y lo peor, existen empresas de comunicación que ejercen influencia entre los usuarios para hacerles creer que la razón de la empresa es la misma que la del individuo, simplemente para convertir a los humanos en consumidores de mercancías sin importar el daño o perjuicios que estos causen. Es por esto que en el panorama político nacional e internacional aparecen individuos impuestos por los medios de comunicación y las redes sociales, vendiendo la idea que la razón del candidato presidencial es la misma del elector. Craso error, la razón del candidato es la misma que la de la empresa que le está financiado la campaña presidencial que lamentablemente se pone en evidencia cuando empieza a gobernar.

Los "ismos" no han acabado con las guerras por una sola razón, los "ismos" no contemplan la erradicación de los conflictos porque estos son un buen negocio y por eso estamos viviendo las calamidades que están padeciendo los palestinos que viven (los que quedan) en la franja de Gaza. Así mismo, los soldados del ejército ucraniano enviados a una guerra absurda, mejor dicho al patíbulo, un conflicto que estaba perdido antes de comenzar. Solo para que EEUU y la UE le vendieran armas al gobierno corrupto de Ucrania cuyos funcionarios están traficando con las armas y beneficiándose con el dinero enviado por sus aliados. A todo esto se debe agregar la hipocresía de las "democracias occidentales" que se hacen los sordos, los ciegos y los mundos ante el mayor crimen de lesa humanidad cometido en lo que va del siglo XXI. Más de 32 mil palestinos muertos, en una mayoría niños, en 5 meses de genocidio. No se trata de una guerra, son las mortales acciones al cual está sometido el pueblo palestino por el derecho que tienen de reclamar y recuperar las tierras que les fueron robadas por la ONU para entregársela a los sionistas israelíes.

La razón de los gobernantes de las democracias occidentales y la ONU les impide constatar el genocidio, el infanticidio, el apartheid, el colonialismo, la el expansionismo sionistas, el exterminio del pueblo palestino planificado por los sionistas, el bloqueo por parte de las tropas sionistas de los alimentos para los refugiados palestinos, los bombardeos contra hospitales, escuelas y hogares palestinos, el robo de los hogares palestinos por parte de los colonos judíos, elementos suficientes para condenar por crímenes de guerra al carnicero de Gaza, el criminal Netanyahu. Parece que ninguno de los "ismos" que enumeré en los párrafos anteriores tiene la solución del agravio de Israel contra el pueblo palestino, ni para resolver otros problemas graves del planeta. Esto quiere decir que cuando la razón no es suficiente se debe inventar otra cosa que produzca resultados positivos. Veamos lo que expresó el filósofo alemán Karl Marx sobre la razón: "La razón siempre ha existido, pero no siempre en una forma razonable." Lee que algo queda.

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