El Filozorro del Zulia cambió de traje pero no de conducta. Con estudiado sigilo y con ayuda de no pocos pusilánimes traidores antes disfrazados de chavistas pudo el susodicho acceder a gobernar al Zulia, nuevamente.
Por añadidura, el sabotaje eléctrico, la hipnosis colectiva tal como la aplicada en Barinas, y otras calamidades de orden menor pero deliberadamente dañinas contra el esforzado pueblo zuliano, diseñadas afuera pero aupadas con sevicia opositora al gobierno bolivariano, hicieron el resto en favor del rancio opositor Filózorro quien ya tenía -- por encargo ya saben de quien-- la brújula puesta en el coroto, en Miraflores. Lo de esa importante gobernación zuliana era apenas un trámite, un peldaño.
Los pasos del Filózorro huelen a petróleo, tanto es así que ayer apenas él declaró a la prensa, palabras más palabras menos, que los gringos tienen que tutelar a Venezuela, es decir, ellos limpiarse el culo con todos nosotros; ¡no lo entiendo de otra forma¡
Pero estamos llegando al punto caliente de la batalla electoral y, como dice una canción, el plástico se derrite si le da de lleno la calor -- o si se prefiere, el calor --.
El Filózorro es a todas luces partenaire de la Interdicta en esta evidente representación teatral en la que entrambos aparentan lavar trapitos al sol pero a sabiendas de que el tierrero se debe lavar en casa; mas, ellos no se gobiernan a sí mismos, tienen que hacer lo que les ordena el gringo.
Ellos prosiguen con la trama, excepto cuando se desborda la necesidad de hacerlo en público, lo que parece ser el caso.
Al fragor de las candilejas al Filózorro se le chorreó el maquillaje apenas asomó su nariz en el debut candidatural; al tiempo, a la Interdicta se le derramó la hiel, hiel que ella parece nunca dejar en casa.
Encunetar a la Interdicta luce como un chimbo argumento de la trama teatral. Parece ser, entre líneas, un ardid para presentar al Filózorro de marras, triunfante, emergente, imparable hacia Miraflores porque someter en los últimos 4 minutos a nada más y nada menos que a tan ostentosa deidad, la Interdicta -- quien detenta según Voz de Niño León un 187,3 % de intención de voto-- no es una concha de ajo ni aquí ni en Roma ni en Atenas. A la vez, se crea el argumento para pasar a la Interdicta al bajo perfil, a las sombras, sin magulladuras porque ciertamente la grúa y la ambulancia llegan oportunamente a rescatarla y menos mal que no sufrió ni un rasguño, felizmente.
Sin embargo, siempre hay algo que no se ve; pero en este caso no debe pasar inadvertida una cosa sencilla: que la Interdicta quiere ir a Maracaibo con un mapa de Miraflores; mientras que el Filózorro quiere ir a Miraflores con un mapa de Maracaibo.
Mientras prosigue la trama, la sucesión de escenas, como la zorra el Filózorro trata de borrar sus huellas con la cola; la Interdicta y el Filózorro no son para nada antagónicos sino complementarios y ambos tienen sus fans; la cosa es unirlos, unir un 187,3 con al menos un 187,4 debe dar una colosal intención de voto que ni os cuento (yo no sé leer pero me escriben, tampoco sé contar pero me cuentan que al sumar tales guarismos eso es de espanto y brinco); al uno lo quieren muchos, un 0,1 % más que a la otra; pero al maracaibero le gusta sacarse el clavo.
Quién quiere a la Interdicta? Quizá Pacheco la quiere prestada / pa’ir pa’Choroní / …