La V República Bolivariana de Venezuela, desde su inicio, declaró la guerra al capitalismo salvaje, escogiendo el socialismo como forma de gobierno. XXIV años después, la bandera del socialismo sigue flameando modestamente, pero el ex descalabrado capitalismo salvaje, florece y se impone en el mercado nacional. Simplemente se asomó y le gustó lo visto, mientras los insignificantes contrincantes de pequeños y medianos comerciantes, fueron y siguen siendo expulsados de las carreras, que injustamente e ilegalmente se encuentra monopolizado por el capitalismo salvaje.
Mientras más grande sean las instituciones capitalistas, aumentan las dificultades que causarían así mismos, el no saber qué hacer con los billetes acumulados, obligándose a extender hacia otros novedosos ítems para ampliar hacer útil su nueva inversión comercial, entrando en las injustas carreras que ganaría sin competencia del prohibido monopolio, desde el ingreso, en cambio todos los derrotados, serían pequeños y medianos comerciantes, que se les dificulta conseguir el malnacido billetes, y mucho menos competir en sus legendarias carreras con estos grandes y novedosos capitalistas salvajes, que hacen vida en nuestra castigada y perseguida república.
El monopolio, es penado y prohibido por las leyes nacionales, pero los fabricantes foráneos legalmente y con todos sus derechos, pudiesen darles exclusividades sobre las ventas y distribuciones de sus productos en todos los XXV estados de la RBV. Eso no significa que un exclusivista, pudiese monopolizar el mercado nacional, ya que cualquier negociante pudiese transformarse en un agente anti-monopolio, comercializar legalmente las exclusividades en y de Venezuela, adquiriendo las anexiones de otra nación y representantes, obligando al exclusivista en Venezuela, a no poder monopolizar y en especial, abusar de los precios de los ítems.
Los alquileres, servicios básicos e impuestos, se han dolarizados, los gastos para mantener abiertas las santas marías de la mayoría de los comercios colapsará, quedarán fuera de carreras, adicionalmente actualizarse a los continuos y costosos, cambios de los instrumentos electrónicos, para emprender legalmente sus labores, se acercan cada vez más a sus extinciones. El capitalismo cabalga con las riendas salvajemente libres y deberían volver a domar, a la muy necesaria bestia, sin maltratarlo.
La apatía de no facilitar y peor aún, la no autorización del libre tránsito, desde y hacia el Estado Esequibo, es una grave negligencia por parte del oficialismo, al soberano pueblo venezolano. El gobierno nacional está en la obligación de crear villas de comunicación y transporte a lo largo y ancho del estado número XXV, cumpliendo con sus deberes constitucionales.
Los insaciables agentes de la MKR, ordenan a sus sanguijuelas de los cuerpos de inteligencias, a escudriñar el globo terrestre con y por todas las diversas modalidades existentes, para conseguir hidrocarburo, gas natural o minerales estratégicos. Cuando logran encontrar los recursos naturales, murmuran fuertemente, luego simplemente liberan a los perros salvajes, a robar con o sin presentimientos, por la buena o la mala, ELLOS, son los jueces, y policías del mundo, siempre logran sus objetivos, y quienes pretenden resistirlos, deberían estar dispuestos a las cobardes e inhumanas formas de destrucciones, que provocan esta milenaria mafia imperial.
La resistencia debería hallarse de cualquier forma, para enfrentar y rechazar la usurpación del estado Esequibo, por la maligna y vulgarmente insaciable MKR. El gobierno venezolano conjuntamente con sus fuerzas armadas bolivarianas, pensarían mucho el paso a tomar, calculando las gallinas, prohibidas, e inhumanas desventajas colaterales, que indudablemente causarían estos terroristas imperiales.
Una resistencia clandestina, bolivariana y armada, nacerá naturalmente, con o sin el apoyo del estado, ya que son amparados por la constitución venezolana, e igualmente autorizados por las normas internacionales. No es una sorpresa que los perros salvajes de la MKR, se encuentran ladrando en el estado Esequibo, estuvieron por décadas.
Viva la república anti capitalismo salvaje, Viva la nación venezolana y Viva la resistencia Bolivariana, y Viva la paz y armonía mundial.