En sus dos entregas el Sr. Marcos Luna; la una del por qué no hay que votar y la otra; no votaremos el 28. Hay que votar, primero, porque somos venezolanos y nos asiste el derecho al voto y tener autoridad moral para opinar y con el cerrarle el paso a los que buscan por todos los medios, pese a los obstáculos, entorpecer al gobierno y no caer en manos de una o un ultraderechista como Milei, que nos conduzca a una anarquía. Para salirle al paso a aquellos empresarios enmascarados que le han hecho un flaco servicio a la revolución. Para combatir la inoperancia y a la falta de respuestas a los ingentes problemas que acogotan a la sociedad venezolana. O dando gritos lastimeros llamando a la abstención. Es muy fácil criticar, desde una poltrona con aire acondicionado; sin ir a las catatumbas del pueblo a palpar las necesidades del pueblo. No ha existido tregua, ni respiro ante la insistencia del ataque imperial; guarimba tras guarimba; intentos de magnicidio, de invasión, de conspiración, tras conspiración dirigidas por el imperio más grande y arrollador de la historia. Aunque no le parezca relevante, el presidente Maduro ha implementado políticas para palear la crisis económica de las personas de bajos recursos; a través de bolsas de Clap. Bonos, ayudas para emprendedores, etc. Un país que le arrebataron a Citgo, tres refinerías y más de 10.000 estaciones de servicio. Toneladas de oro que se mantienen secuestradas por el Reino Unido. Un país al que le han robado recursos depositados en bancos en el extranjero. Al gobierno le ha tocado bajo este panorama, valerse de artimañas, utilizando a terceros para proveer al país de la importación de bienes y cubrir las necesidades del pueblo. Es muy fácil criticar cuando no se está en los zapatos del otro. Los grandes países socialistas han tenido que apelar a los inversores privados para diversificar la economía. Lo que hace falta como lo señalaba Sant Roz en uno de sus más calificados artículos: "Es necesario, por lo tanto, ESENCIAL que cada vez que proponga a alguien para un cargo, revise sus condiciones profesionales, morales y revolucionarias para que se proceda su ratificación". Generalmente estos "chavistas" son guabinosos. También expresa que hay que revisar, no solo las instituciones, sino las estructuras mismas del PSUV. Luego de este arsenal de señalamientos, no deja un espacio para referirse a las 930 sanciones del imperio y sus aliados. Reconocemos que existen múltiples señalamientos de control por donde se filtraron toda esa caterva maléfica de altos funcionarios de PDVSA.
Desde su punto de vista, se observa un descomunal esfuerzo para desconocer al reeeegimen y no tocar para nada a un Donald Trump que grita a los cuatro vientos dándose el tupe de manifestar que el petróleo nuestro es de él. Ni a Guadog con sus secuaces, que nos saqueo a Citgo, Monomeros y paremos de contar. Ni los 56 países que lo reconocieron como presidente interino. Así mismo el judas de la revolución, Tareck El Aissami se dieron el tupe de desbancar a nuestra principal industria, pisoteando el esfuerzo que hacia el reeeegimen para salir adelante. Ni las embestidas rabiosas del presidente Guyanés, ni el despojo que pretenden hacer de nuestra soberanía sobre el Esequibo. Se debe redactar una Ley, no solamente para colocarles cadena perpetua a todos esos traidores a la patria, sino quitarle la nacionalidad.
En su artículo no hizo referencia a las sanciones y el acoso tanto interno, como externo. para tumbar al presidente Maduro. Es imposible que bajo estas condiciones, pueda salir un gobierno airoso, como en las películas de Hollywood. Con todo el respeto que se merece el presidente Chávez, en su periodo de gobierno, no estuvo expuesto a estas acechanzas de esta magnitud.
Lo último, el vocero del Departamento gringo Matthe Miller salió de sus guardijos para amenazar; sino dan "elecciones libres y justas"; no renovarán la licencia al sector petrolero por incumplimientos de acuerdos. Estas reiterativas amenazas que se unen a las del encargado de negocios para Venezuela; pero las hace muy campantemente desde Colombia, un gringo que se apellida Pimentel; para expresar que la inhabilitada debe ir si o si como candidata para el 28 de julio. De consumarse esta amenaza gringa, el `pueblo venezolano le pasaran un pase de factura de consecuencias irreversibles para la oposición.