Porque el pueblo hace la historia. 19 de abril de 1810. Versión de los sucesos en óptica oriental

Viernes, 19/04/2024 01:18 PM

I.- En Sur América se siguió el ejemplo que Caracas dio.

Hoy se cumple otro aniversario de cuando los caraqueños, cansados del tutelaje hispano, optaron al fin por soliviantarse y crear en América del Sur el primer gobierno autónomo, aunque bajo la advocación poco honorable de Fernando VII, aquel Borbón que, con su padre Carlos V, se volvieron genuflexos y gelatinosos ante la emergencia clasista llamada Napoleón Bonaparte. Poco tiempo después, el ilustre hijo de Córcega, puso en el trono de la dinastía borbónica a su hermano José Bonaparte, alias "Pepe Botella", adorador de Baco.

De las hoy capitales suramericanas, Caracas fue la primera en pronunciarse; luego le siguieron en este orden Buenos Aires, Bogotá y Santiago de Chile. Y el 27 de abril de 1810, el Cabildo de Cumaná, ciudad entonces cabecera de la Gobernación del mismo nombre, de la cual Barcelona era provincia, se transformó en Junta de Gobierno Provincial Independiente. Pocos días después, en un razonado documento dirigido a la Junta de Caracas, los cumaneses dejaron sentada su condición de independientes. Mientras tanto, Barcelona se plegó al movimiento; en junio se adhiere a la Regencia - vale decir bajo el dominio español - y en octubre retorna a las líneas de la independencia.

II.- Unos callan y la crisis se acentúa.

Y la posteridad del pronunciamiento de los ilustres hijos de la ciudad marinera y mariscala, como la llamase Andrés Eloy, no se debió a que hubiesen recibido informes tardíos de lo sucedido en Europa. Contrariamente, Cumaná, bien informada estaba, en los niveles oficiales y hasta en la calle. Allí todos supieron a tiempo de la humillación de los borbones y el mando etílico de "Pepe Botella". Vale recordar que el puerto cumanés, para ese entonces, como lo revelan las cifras, era el más activo de la Capitanía General de Venezuela, lo que en buena parte sirve para entender la muy significativa y hasta trascendente participación y liderazgo de los orientales en la guerra de independencia, más si tomamos en cuenta el puerto de Margarita.

La maledicencia y otra que no es tal, de libro en libro y muy discreto estilo, hablan de un personaje ilustre e ilustrado que, siendo empleado del régimen hispano o colonial en la ciudad del Manzanares, supo antes que los caraqueños de ciertos acontecimientos políticos de España a través de la prensa británica y trinitaria. Apresurose el joven políglota a informar a las autoridades españolas y empeño puso en no pecar de imprudente ante los criollos. Ni "Toñito" Sucre o el padre Patricio Alcalá, tío de éste y familia toda, fueron informados, pese el cercanos vínculos del personaje con esa familia. ¡Eso dicen entre páginas y tinta!


III.- Un bodeguero difundió las noticias subversivas con olor a pescado.
Y cosa curiosa; ¡en este mundo de todo se da!; hubo una vez en Cumaná un bodeguero inocente que, sin saber ni querer, convirtiose en activo y eficiente propagador de ideas republicanas e informaciones de los sucesos europeos y la crisis de España.

El anti-héroe cumanés, que pudo llamarse Pedro o Juan, y de apellido Esparragoza, Estaba, Meaño, Arcas o Cermeño, con frecuencia viajaba a Trinidad y de allí traía cosas que vender. Y traía periódicos viejos para envolver trozos de papelón, lonjas de pescado seco y cuanta cosa le comprasen sus clientes.
Toda literatura británica, y como tal la prensa, no podía circular en la Venezuela colonial. Pero de aquella manera inesperada, el humilde e inocente bodeguero puso en manos del público, del cual formaban parte hablantes del inglés, la versión británica de la disolución del poder imperial español.
Aquel hombre, combatiente clandestino sin saberlo, dejó su huella en la historia y sirvió, quizás para su asombro y miedos posteriores, a la causa de América. La censura española fue violada de manera infantil y hasta simpática. Ideas y noticias corrieron entre olores de especies, pescado salado, cecina de chivo y carne rancia. Pero pasaron; porque no hay idea buena y trascendente que muera antes de tiempo.

Alguien dijo una vez que, las ideas son como las ratas, se introduce en los barcos y todo medio de transporte de manera furtiva y clandestina y si el barco se hunde, se aferran a las tablas y todo cuanto flote,

Y el pobre bodeguero, el antihéroe oriental a la cárcel fue cuando el poco refinado aparato represivo del decadente régimen hispano supo de sus peligrosas zoquetadas.

El 19 de abril pues, no es sólo Emparan y su mando renunciado, el cura Madariaga y su dedo agitado; Ribas y su grito oportuno de "vuelva al Cabildo" y tantos gestos y frases repetidas. También el pueblo, el de Caracas y el de acá, hizo posible el acontecimiento que celebramos hoy.

Porque el pueblo vota y hace historia. ¡Quita y pone! y muchas veces sin querer ni saber.

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