En estas elecciones presidenciales 2024, pasaré agachado debajo de la mesa, no puedo apoyar a una manga de indolentes, además de estar enfermo, a quienes les solicité ayuda medica oncológica, a pesar de ser militante fundador de la revolucion bolivariana, me la han negado, y me están dejando morir de mengua, con un cancer fulminante. Se han vuelto inhumanos, quieren que uno muera indignamente arrastrado como un gusano dios mío.
Con las elecciones presidenciales en 2024, el proceso iniciado por la revolución de Hugo Chávez contra la IVR en 1998, se detuvo en seco, y con él también se difuminaron los sueños, anhelos y esperanzas de cientos de miles de ciudadanos que participaron en aquel proceso transformador, y otros miembros de la dirigencia revolucionaria, fuimos testigos excepcionales de una utopía que se extendió más allá de las fronteras venezolanas.