En el contexto cafetero mundial de los últimos veinte años, y a nivel nacional en los últimos cinco, se ha venido conociendo una tendencia de mercado para el café molido y/o a nivel de la calidad de la taza del café que se conoce como cafés de especialidad y/o cafés diferenciados.
Esta modalidad de producción ha influenciado grandemente a noveles productores de café dado los elevados precios que son cancelados en esporádicos eventos de competencia sobre catacion de la bebida con categoría internacional, pero que a manera de sugerencia deben esforzarse por conocer otras aristas del proceso y del mismo mercadeo, además de numerosos factores que no se publicitan, porque a veces no conviene decir lo negativo sino solo lo positivo.
Una de las particularidades de esta tendencia es que un grueso porcentaje de las premiaciones, y por ende de los mayores precios, siempre son alcanzadas por las variedades de café cien por ciento arabigos: Typica, Caturra, Catuai, Bourbon, entre otras debido a la suavidad y acentuados atributos de la bebida que se derivan de los bajos contenidos de cafeína en los granos cien por cien arabigos.
Estas variedades arábigas son altamente susceptibles a una de las mayores enfermedades y de más difícil control dentro del patosistema cafetero conocida como la roya del café, tan importante es ésta enfermedad que es de las pocas en el mundo que en su momento motivo la creación de un centro mundial destinado exclusivamente a la investigación de la misma como lo fue el CIFC, en Oeiras, Portugal.
La roya del café ciertamente obedece a un manejo integrado en donde hasta hoy los mas efectivos controles se centran en el desarrollo de variedades compuestas por ocho líneas, y la posibilidad de sustituirlas (que en Venezuela no existe) y el manejo basado en control químico que son costosos, no son sostenibles, son altamente contaminantes del entorno ambiental, constituyen un riesgo para la salud humana y animal, para la biodiversidad, y constituyen tambien una alta presión para la gradual y constante mutación del patógeno fúngico causante de la enfermedad.
De este patógeno, cuyo nombre técnico es Hemileia vastatrix, podemos decir que existen mas de cincuenta razas en el mundo de las cuales hasta hace cuatro años Colombia había reportado mas de ocho, Venezuela dos razas para el año 1997 en el estado Táchira (http://www.ucla.edu.ve/ bioagro/Rev9(3)/4.% 20Identificaci%C3%B3n%20de% 20razas%20fisiol%C3%B3gicas. pdf) y recientemente, este año 2024, la investigadora Doctorante Enma Ramirez Poletto reporta la presencia de otra raza además de dos variante adicionales (patotipos) que sin descartar la presencia de otras razas en el territorio cafetero venezolano constituyen un reto para quienes enarbolan la bandera del País como potencia cafetera y, paradójicamente, no consideran aspectos claves como una Marca País en el rubro café, un programa de mejoramiento genético para el café que responda a objetivos claros y ciertos (dado que es conocido que para generar una nueva variedad de café se requieren no menos de 25 años de investigación, según expertos (https://www.youtube.com/ watch?v=jfbqR4gqShc minuto 11), además de una producción poco sostenible en lo que respecta al comercio de los café de especialidad con materiales susceptibles.
La culpa no es de los productores precisamente, mucho menos de los investigadores y académicos, pero de algo hay que ocuparse y este articulo no es sino un aporte para la discusión.
La roya del café es un aspecto sobre lo cual también hay que ocuparse y en ello juega un rol fundamental el programa de fitomejoramiento vegetal sobre el que no se cuenta en Venezuela, pero insisto en que se debe responder a una estrategia de mercadeo internacional y a una política cafetera concebidas sobre una mesa de debate integradas por expertos de las academias conocedoras de la investigación agrícola e indudablemente por altos representantes del Estado venezolano que puedan tener claro lo que desean para el futuro cafetero del país y su posicionamiento en el mercado global.
La reciente epifitia de la roya del café (2008-2012) que azoto las regiones cafeteras de América Latina con millones de dólares en pérdidas, además de graves consecuencias sociales caracterizada por el incremento masivo de migrantes latinos (ex cafetaleros) hacia los Estados Unidos es un pequeño ejemplo de ello, así como para Venezuela, además de las pérdidas económicas, significó el cambio o modificación de un 40 por ciento de la superficie cafetera arábiga hacia la especie canéfora que no tiene un mercado interno preparado para absorber esos volúmenes, que no sea engañar al consumidor venezolano haciéndole creer que está comprando un café arábigo cuando realmente esta comprando mezcla, con una consecuencia de desleal competencia para los productores de café cien por ciento arábigo o de variedades compuestas tolerantes a la enfermedad de la roya del café o para los esforzados productores de café de especialidad o diferenciados.
La enfermedad de la roya del café constituye una amenaza potencial que debe ser sorteada mediante el debate técnico y la discusión interdisciplinaria y necesaria que tarde o temprano deberá darse entre quienes deseen, como yo, apuntalar y diferenciar a la caficultura venezolana en el ámbito de los países demandantes del buen café.
Hasta ahora, el control biológico de la enfermedad de la roya del café no parece ser una opción viable en términos de eficiencia y efectividad en lotes productivos del fruto, más allá de los pocos ensayos e investigaciones realizadas en fases de germinadores o de viveros (Disponible en: <http://scielo.sld.cu/scielo. php?script=sci_arttext&pid= S0258-59362021000400001&lng= es&nrm=iso>. Epub 30-Dic-2021. ISSN 1819-4087.) y en ( <http://www.scielo.org.mx/ scielo.php?script=sci_arttext& pid=S2007-09342020000601403& lng=es&nrm=iso>. accedido en 25 mayo 2024. Epub 11-Oct-2021. https://doi.org/10.29312/ remexca.v11i6.2614.); (https://youtu.be/PPTlVykcK-0 minuto 50), como tampoco a largo plazo lo son todas las variedades venezolanas de café “compuestas” que aquí se publicitan como tolerantes a la roya.
Aquella variedad “inia 01”, que en otrora los técnicos recomendábamos como tolerante a la roya del café ya no existe y ni la variedad “villanueva 27” o “colombia 27” (como erróneamente paso a llamarse) ni las variedades venezolanas más recientes poseen líneas de reemplazo para sustituir alguna de las que resulten quebradas por el avance evolutivo del cambiante hongo causante de la roya; y solo por citar un ejemplo, existen países que generando variedades compuestas tolerantes a la enfermedad poseen numerosas líneas de repuesto denominadas bancos de líneas (https://www.youtube.com/ watch?v=PPTlVykcK-0 minuto 41) o progenies sustitutas (minuto 5,4 en: https://www.youtube.com/watch? v=B4XyUmxQZ7k), algo que el mejoramiento genético venezolano nunca ha considerado.
Aquí debo insistir, la culpa no es del investigador, tampoco del productor la responsabilidad mayor recae en los representantes agrícolas del Estado venezolano; y recalco que quien esto escribe solo desea hacer un aporte escrito con este artículo.
Finalizo el articulo agradeciendo y felicitando a la recién Doctora en Ciencias agrícolas Enma Ramírez Poletto y a los Ingenieros y productores de café diferenciados y de especialidad Ing. MSc. Jesús Sangronis e Ing. Jesús Palma, que en la exposición de la Tesis doctoral en el Salón de Conferencias de los Posgrados de Agronomía de la UCLA en Tarabana de Cabudare, el día 24 de mayo del año en curso, hicieron presencia con una excelente degustación y cata de sus buenos cafés que con esfuerzo propio vienen realizando desde sus unidades de producción larenses.
Por la acertada investigación agrícola, por los buenos cafés de estos productores y una caficultura de futuro sostenible, por ello brindamos y a eso le apostamos.
Ing. MSc. Freddy A. Colmenarez-Betancourt / 11.585.479 / fantonicbcgmail.com / Fitopatologo / Ex Investigador para el cultivo del café del INIA Portuguesa / caficultor desde hace 25 años / Sanare, Lara, Venezuela 25 de mayo de 2024.