Dominio de licencias

Lunes, 03/06/2024 11:55 PM

El presente trabajo es un análisis de recopilación en varios portales tras la controvertida decisión de Estados Unidos de Norteamérica señalada como la Licencia 44ª. La misma presenta una nueva decisión para tratar el bloqueo impuesto a Venezuela a la cual se han sumado un significativo número de varios países. Esta situación ha llevado a la nación sudamericana a reclamar en todos los espacios la eliminación definitiva de todas las medidas coercitivas impuestas.

Pero las sanciones impuestas en contra de Venezuela van atando a otros países. Las mismas han causado impactos negativos en el llamado Norte desarrollado, léanse EEUU., hasta trasladarse al seno energético de la muy frágil Europa.

Por eso, ahora las decisiones han cambiado hacia un escenario poco usual; detener, mejorar, congelar y revertir gran parte de las medidas tomadas en contra de los hidrocarburos venezolanos.

El petróleo y el gas desde todos sus diferentes grados ha llegado a ser el mineral que más importancia ha cobrado en todas estas naciones. En el caso europeo hablamos de la sobrevivencia de toda una región de diez millones de kilómetros cuadrados, sobre cincuenta países y compuesta en no menos de setecientos cincuenta millones de seres humanos, esparcidos en la mayoría de los casos sobre gélidas temperaturas.

Es la realidad de guerras transportadas desde Estados Unidos de Norteamérica lo cual va logrando un grave punto de un muy débil retorno. Pero como las cosas no han salido tan bien como en Washington lo esperaban, entonces han regresado a dejar las cosas sobre un orden imperial.

44ª Y ELDIARIO.COM[1]

¿Qué es la licencia 44A y qué medidas establece sobre las sanciones contra PDVSA? Así ha titulado el medio digital ELDIARIO.COM en uno de sus más recientes escritos. La misma reseña que las referidas medidas pueden afectar notablemente a las empresas que firmaron algunos acuerdos durante el periodo de flexibilización de las sanciones.

Washington, antes que Venezuela, es el epicentro de notables peleas tras los anuncios de la Casa Blanca al flexibilizar —únicamente— algunas de las sanciones mantenidas en contra del petróleo venezolano.

Las críticas se debaten en dos posiciones; unos a favor de quienes consideraban a Venezuela como uno de sus más grandes enemigos, (Republicanos y Trumpcistas) y otros que ya con el agua al cuello (Demócratas) ven como se avecina una verdadera catástrofe en su déficit de combustibles.

Estas disputas se dan justo en medio de uno de los más enconados procesos electorales que atraviesa el país del Norte. Donde un presidente de muy avanzada edad se disputa la Oficina Oval con un contrincante imputado tras graves delitos, Donald Trump.

Las infracciones van desde poner en riesgo la seguridad nacional norteamericana tras el intento de un fallido golpe de Estado, hasta llegar a un empantanamiento en medio de prostitutas.

El consumo norteamericano al petróleo venezolano en los mejores momentos de producción expresó un once por ciento, mantenido bajo la responsabilidad de Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima (PDVSA).

Pero, uno de los principales clavos que lleva la planta de este zapato es CITGO. Esta corporación no procesa crudos pesados ni extra pesados. CITGO requiere de una mezcla liviana y la misma la proporciona Venezuela.

Esta dieta que era enviada por parte de Venezuela en forma fluida y constante se daba bajo el resultado ingenieril tras la unión de tres crudos pesados y uno liviano, de allí salía el Merey 16.5.

Ahora, los gringos para mantener en funcionamiento las seis refinerías pertenecientes al Estado venezolano (CITGO) están consumiendo petróleo Maya de México, pero esto para su seguridad energética incomoda pues la ausencia de Venezuela, los hace más dependientes del país azteca, no hay otro, Venezuela ya no está, y esa angustia se acrecienta, lo cual no es muy bien visto por su Departamento de Estado.

Sin dudas, CITGO es muy importante para Norteamérica ya que el ochenta por ciento de su población vive a lo largo y ancho de la llamada Costa Este, es decir, cercanas a CITGO y esto requiere de una altísima tasa de consumo.

Otras de las principales molestias para Washington van en la clara decisión que ha formulado el presidente venezolano Nicolás Maduro al señalar que las decisiones del Departamento de Tesoro no servirán para que Venezuela detenga su producción y se acerque a otros países.

Desde el Palacio de Miraflores en Caracas han sido muy claros al señalar; "No hay sanción, no hay amenaza que hoy por hoy le haga daño al esfuerzo de construir un nuevo modelo económico productivo porque hoy no dependemos de nadie en este mundo, solo de nuestro esfuerzo". Esto lo aseveró tajantemente el presidente Nicolás Maduro en su alocución el 17 de abril del 2024.[2]

Mientras, desde La Campiña sede operativa de PDVSA y del Ministerio del Petróleo han señalado "las empresas trasnacionales con las que han firmado acuerdos deberán tramitar una licencia como la de Chevron".[3]. Sin dudas la fuerza tras el abuso de las sanciones se ha revertido burocráticamente en contra de esta y de cualquier otra administración que llegue a la Casa Blanca.

44ª Y LEGA[1]

LEGA es una analista internacional. Vamos a analizar sus opiniones en cuanto a la flexibilización de sanciones por parte de Estados Unidos de Norteamérica para con Venezuela.

La licencia para los sectores del gas y petróleo en Venezuela dificultan las aceleradas decisiones tomadas por la Office of Foreign Assets Control —OFAC— con sede en Norteamérica.

Sus medidas han tenido que retroceder. "A partir de 2017, la política de sanciones se amplía para incluir la prohibición de operaciones económicas con el Gobierno de Venezuela. Entre 2017 y 2019 fueron dictadas 5 Órdenes Ejecutivas: (i) OE Nº 13.808, de 24 de agosto de 2017; (ii) OE Nº 13.827, de 19 de marzo de 2018; (iii) OE Nº 13.835, de 21 de mayo de 2018; (iv) OE Nº 13.850, de 01 de noviembre de 2018, y (v) OE Nº 13.857, de 25 de enero de 2019. Las distintas reglas contenidas en esas Órdenes Ejecutivas quedaron luego resumidas en la OE Nº 13.884, de 5 de agosto de 2019. En particular, la OE Nº13.857 restringe la posibilidad de operaciones económicas con PDVSA".[2]

Las llamadas sanciones primarias no han sido más que un velo corporativo de burocracia el cual se devuelve en contra de la misma Norteamérica, pues el déficit de tres millones de barriles diarios requeridos por su economía los va llevando a meterse en la derrota de un nuevo conflicto: Ucrania—Rusia, este en vez de tranquilizar los suministros los ha empeorado, y el precio del crudo no baja como lo esperaban en occidente.

Los precios del petróleo se han ido a tres dígitos de la moneda norteamericana, para posteriormente estabilizarse entre ochenta y noventa dólares por tonel en sus principales marcadores.

Pero, anuncios tras análisis en cuanto a proyecciones en nada resultan halagadoras. Empresas evaluadoras de riesgos, finanzas y de inseguridad del país han calculado que el precio del barril de petróleo puede ascender entre doscientos y trescientos dólares.

Ahora, hay dos nuevas amenazas tangibles sobre el terreno. La primera de ellas son los constantes ataques militares de Ucrania contra la infraestructura de hidrocarburos de la Federación Rusa, los cuales tratan desde EE. UU. de detener, pero sin resultados visibles hasta ahora.

Como si esto fuera poco la segunda amenaza es un incontrolado, más bien enloquecido Israel el cual tras cada una de sus acciones van colocando a toda la región del Golfo Pérsico en medio de un verdadero polvorín.

Pero si a esto le incorporamos una tercera amenaza, está la centrada en contra del gobierno de la República Islámica de Irán. Apenas se disparan algunos cohetes o drones y el crudo aumenta, y esto aterroriza a unos malgastados dirigentes en Washington.

44ª Y REDRADIOVE[3]

Siguiendo la opinión de consultoras internacionales, esta vez vamos a ver la opinión de REDRADIOVE en cuanto a la Licencia 44ª emitida por la administración norteamericana en referencia a las negociaciones petroleras de Venezuela.

Algunos, calentándose en su odio en contra del gobierno venezolano han llegado a creer que desde la Licencia 44 a la Licencia 44ª, Venezuela se verá más asfixiada, pero están muy equivocados.

"La Casa Blanca cumplió sus amenazas a pocas horas de vencerse la Licencia 44, otorgada en octubre de 2023 para permitir las operaciones de petróleo y gas con Venezuela".[4]. Esta nueva licencia acelera el llamado a otras transnacionales petroleras las cuales antes del treinta y uno de mayo del 2024 deben haber rubricado sus nuevas contrataciones con PDVSA.

"La imposición de la Licencia 44A llega en pleno desarrollo del cronograma electoral venezolano que ha dejado en evidencia las disputas de la oposición, y en medio del reimpulso de la economía del país".[5]. Para algunos factores internos, enconados y seriamente afectados con los resultados de las elecciones presidenciales de finales de julio 2024 su situación de sobrevivencia en el escenario político es todavía más delicada.

Estos, no mantienen el barco a su favor. Pues, solicitando permisos para las empresas extranjeras sin dudas que repercutirá positivamente en el levantamiento de producción en Venezuela. Levantamiento que históricamente ha estado en manos de las transnacionales, lamentablemente volvemos a lo que se conquistó en 1943 con el gobierno de Medina Angarita.

Pero el levantamiento en cuanto a la producción de crudo aun cuando pueda resultar antipático frente a nuestro nacionalismo e independencia no nos deja en el actual momento otra alternativa.

Tomemos este ejemplo: desde el gobierno de Hugo Chávez se convocaron a diferentes trasnacionales petroleras a trabajar en la Faja Petrolífera del Orinoco. Allí participan no menos de veintiséis empresas de veintidós países. Hoy, esto no cambiará tan fácilmente pues la fuerza de estas empresas las necesitamos en Venezuela.

También en el gobierno de Chávez se dieron dos nacionalizaciones. Dos nuevas leyes de hidrocarburos la del 2001 y la reforma a la ley para migración de los convenios operativos a empresas mixtas del 2006, donde Venezuela mantiene su mayoría accionaria.

Esto nos indica que los tiempos en un futuro muy cercano con sus hechos se repetirán pues las diversas experiencias en cuanto a manejos y movimientos jurídicos en los últimos tiempos han sido excelentes.

De esto, incluso en plena vida con las transacciones transaccionales, Venezuela marcó sus pautas. Solo hace falta recordar la ley de 1943 de Medina Angarita del 50—50 y la decisión del 60—40 a favor del estado venezolano durante la presidencia encargada al Dr. Edgar Sanabria (noviembre 1958 febrero 1959) y posteriormente la nacionalización de 1976 y la Ley de Reversión.

FEDECÁMARAS

Ahora, tenemos dentro del territorio venezolano el llamado a la flexibilización de las sanciones a las cuales se han sumado desde la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela, FEDECÁMARAS. Esté es el empresariado venezolano.

FEDECÁMARAS en voz de su segunda vicepresidenta Tiziana Polesel, advierte que "…tras el anuncio de la Licencia 44ª está la preocupación por el retraso que las mismas representan".[6]

Los golpes han sido contundentes por parte de esta federación de empresarios: "Polesel explicó que las sanciones elevan los precios de los productos, desaceleran el flujo internacional y provocan medidas restrictivas por parte de bancos extranjeros, afectando aún más a los venezolanos".[7]

Pero, como si esto fuera poco, Polesel finalmente señaló: "Subrayó que la falta de flexibilización de las sanciones dificulta la recuperación del país y llamó al diálogo pacífico para resolver los conflictos".[8]

Pero, Estados Unidos, inmerso en graves temas económicos con los cuales no logra presentar una solución en el corto y menos en un mediano plazo, han advertido desde su Cámara de Comercio las enormes pérdidas que han tenido que afrontar en su economía tras perder más de medio millón de venezolanos que anualmente visitan su territorio. Esto ha sido un brutal descalabro.

El impacto tras la nueva medida de la OFAC[9] en cuanto a las operaciones con Chevron, no se verán impactadas, ya que esta petrolera cuenta con su propio permiso y han pedido la ampliación del mismo.

Esto podría llevar a Venezuela hacia una posible producción la cual esté muy cercana al techo del millón doscientos mil barriles de petróleo a finales del año 2024. Desde la Licencia 41 emitida en noviembre de 2022 la transnacional Chevron tenía conferida autorización para actividades de producción, importación de diluyentes y otros insumos, más la importación de crudo venezolano hacia Estados Unidos de Norteamérica.

Las cosas van cambiando…

Hasta más pronto…

Miguel A. Jaimes N.

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3 junio 2024

 


 

[1] 9 preguntas y respuestas sobre la licencia general N° 44 de la OFAC en los sectores del gas y el petróleo en Venezuela - LEGA

 

 

[2] Ídem.

 

 

[3] ¿Qué plantea la licencia 44A impuesta por EE.UU. contra Venezuela? | Red Radio ® (redradiove.com)

 

 

[4] Ídem.

 

 

[5] Ídem.

 

 

[6] Fedecámaras advierte sobre impacto de la licencia 44A y llama a la flexibilización de sanciones (descifrado.com)

 

 

[7] Ídem.

 

 

[8] Ídem.

 

 

[9] ¿Cuál es el impacto de la nueva medida de la Ofac para la industria petrolera venezolana? - Efecto Cocuyo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dr. Miguel A. Jaimes N.


Hasta más pronto...



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