El tercer domingo de junio se celebra el día del padre, independientemente de ese largo y eterno debate sobre si es un día comercial o que si los padres irresponsables no merecen que sean felicitados y por encima de cualquier otro tipo de consideración, todas y todos hemos tenido un padre…
Siempre se ha dicho que para saber quiénes somos y hacia dónde vamos, hay que saber de dónde venimos…ya que un 50% somos de nuestro padre, eso significa que debemos honrar al padre presente y al padre ausente, reconociendo que la mitad de uno y de una tiene un autor…
Se hayan portado mal (hay que perdonarlos) o lo hayan hecho bien, honramos a nuestros padres en su día…y es precisa la ocasión para honrar al padre de la patria, Simón Bolívar, porque a pesar de que aparentemente no tuvo hijos biológicos, en Venezuela y en toda Suramérica, nos consideramos hijas e hijos del Libertador, lo que me permite recordar a Neruda:
PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura…
Y su famoso encuentro con el libertador a través de este dialogo imaginario:
Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".