De dónde venimos y hacia dónde vamos en la Venezuela Bolivariana

Miércoles, 19/06/2024 01:39 PM

Recordemos la política estadounidense de guerra contra la República Bolivariana de Venezuela, quien se ha caracterizado siempre por tener una política exterior hostil y de mala vecindad con Venezuela, que siempre ha sido un país amigo de todos los países americanos; pero, con la llegada de la Administración Obama-Biden, quien declara a nuestra nación como peligrosa para los intereses de EEUU y su seguridad interior, dicha nación –unilateralmente- nos declara la guerra sin chistar. El llamado «Poder suave», cayó con todo su peso sobre nuestra República, con todo lo que significa el poder de la nación más poderosa del planeta que fue los EEUU, contra una pequeñísima nación ubicada al sur de la América. Joseph Nye, profesor estadounidense, ex Decano de la Escuela de Gobierno «John F. Kennedy» de la Universidad de Harvard, además de Subsecretario de Defensa para Asuntos de Seguridad Internacional (1994–1995), decía que: «El poder, es hacer que los demás hagan lo que tú quieras que hagan. Eso puede hacerse por medio de coerción o de convicción. Eso es el 'poder duro'. O puedes convencer a otros de que hagan lo que tú quieras que ellos hagan, que es el 'poder blando'». Barack Obama y su vicepresidente Joseph Biden, eran unos fanáticos del uso del Poder Blando para alcanzar sus objetivos de política exterior. El Poder Inteligente o Poder Blando, es la base donde sustentaron la Doctrina de Obama para la ejecución de su Política Exterior. El Poder Blando o Inteligente, definido como: «la capacidad de dominar, por el ejemplo, la atracción cultural y la difusión de los valores propios». La República Bolivariana de Venezuela a partir de su declaratoria, el 8 de marzo de 2015, por el presidente Barack Hussein Obama, mediante decreto ejecutivo: 13692, en el cual se califica a Venezuela como una: «amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América». A partir de dicha Orden Ejecutiva, se abre un período de intensa confrontación con la potencia hegemónica, los EEUU. Tras dicha declaración se inicia una guerra económica, hasta entonces, desconocida por el pueblo venezolano.

Venezuela, fue objeto de una brutal guerra económica dirigida por el propio imperialismo, Made in USA, que recogía toda la experiencia para derrocar al Presidente Salvador Allende (1973) de «Hacer gritar a la economía» y la experiencia venezolana de Fedecámaras para derrocar al presidente Isaías Medina Angarita (1945), contando como puntales del golpe al partido político Acción Democrática y la naciente Fedecámaras, en el objetivo de frenar el intento del gobierno de Medina de aprobar una Ley de Hidrocarburos, beneficiosa a los intereses de la Nación, El Estado venezolano, pretendía mediante Ley, captar el 60% de la participación en el negocio petrolero, mediante impuestos y regalías, así como el derecho a subir dicha participación de forma unilateral. Rómulo Betancourt, era opuesto a tal pretensión y allí, su incorporación a la escena golpista como agente defensor de los intereses del imperialismo estadounidense. Se implementó, mediante la especulación y el acaparamiento de productos básicos, mientras se culpabilizaba al gobierno de los altos precios y la escasez inducida, mientras denunciaban al gobierno de «intervencionismo económico» pues según, entorpecían el libre juego de la oferta y la demanda y ponía limitantes a la iniciativa privada, ese fue el mecanismo utilizado por Fedecámaras para generar condiciones de descontento social. De ambas situaciones, la CIA, había sido participe girando instrucciones.

Toda la experiencia previa, desarrollada para la concreción de ambos golpes de Estado, los vimos en retrogresión y más refinado para concretar la guerra económica contra Nicolás Maduro Moros. Fedecámaras y muy en particular, el empresario Lorenzo Mendoza, jugaron un rol protagónico, impulsando el desabastecimiento, contando con la colaboración de los gobiernos de Álvaro Uribe alias «el matarife» y luego, Iván Duque, con ellos se garantizaba la colaboración de las bandas del narcotráfico colombiano, que se aliaron con los empresarios venezolanos para vaciar los anaqueles de los supermercados venezolanos; nacía así, la narrativa de la última cola que inspiraría la creación de los creativos del comando de campaña de la elección parlamentaria de 2015, ganada por la oposición aglomerada en la Mesa de la Unidad Democrática, la nefasta MUD. En su odio contra la Mujer venezolana, se esmeraron en hacer «desaparecer», mediante el acaparamiento y el contrabando de extracción, los productos de belleza femenina para intentar generar el odio de la mujer venezolana en contra de la Revolución Bolivariana, el mismo odio que hoy expresa el candidato opositor, Edmundo González Urrutia. Pero, no solo se enfocaron con saña criminal contra las mujeres, sino que también concentraron su rabia contra otro sector de la sociedad, aliado inconfundible de la Revolución Bolivariana y, muy en especial de Nicolás Maduro, valga decir: los trabajadores y las trabajadoras de la Patria. Para ello, crearon el nefasto «dólar today», que controlaban mediante una página web, desde Miami, que la CIA colocó a dirigir al entonces edecán del golpista Pedro Carmona Estanga, léase: Gustavo Díaz desde Miami, en la meca del terrorismo internacional. Con dicha página web, controlaban las variaciones inducidas del dólar a capricho de la MUD y Fedecámaras.

Según investigaciones de la ilustre profesora universitaria, Pascualina Curcio Curcio: «este tipo de cambio manipulado, que es parte de una guerra no convencional, se convierte en referencia para fijar precios, lo cual genera una hiperinflación y el consecuente deterioro del poder adquisitivo de la población». Con dicho mecanismo, lograron pulverizar salarios, pensiones y prestaciones sociales, causando mucha molestia en el sector de las y los trabajadores de la Patria. La moneda, Bolívar, se convirtió en un bien despreciado por la población, de hecho los aumentos salariales, anunciados por el Ejecutivo Nacional, eran rechazados por todas y todos porque después dichos anuncios sobrevenía toda una andanada de incrementos de precios que pulverizaban los incrementos salariales anunciados. Dos Reconversiones Monetarias, fueron ejecutadas durante este período de la guerra económica. Crtontó el imperialismo con la colaboración, además de Fedecámaras, de los partidos políticos de la MUD, léase: AD, Copei, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, MAS, BR, Voluntad Popular, el Partido Eclesiástico de la Jerarquía Católica, entre otros enemigos de Venezuela y por supuesto toda la mediática privada. «Las agresiones económicas, decía P. Curcio, forman parte de un plan cuyo objetivo es derrocar el gobierno constitucional, legítimo y democráticamente electo en Venezuela, mediante la generación de la desestabilización económica y política que acompañada con un discurso en el que se responsabiliza al gobierno bolivariano y a su modelo, permita socavar el apoyo popular, así como fracturar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que derive en un golpe de Estado» (Impacto de la guerra económica contra el pueblo de Venezuela, Autora: Pascualina Curcio Curcio). Dicho plan, ha sido anunciado en dos sendos documentos suscritos por el Jefe del Comando Sur de los EEUU, Kurt Tidd. El primero de ellos, titulado: «Venezuela Freedom-2 Operation» de fecha: 25 de febrero de 2016, y el segundo: «Golpe maestro para acabar con la ´dictadura´ de Venezuela» de febrero de 2018. Se lee, en estos documentos lo siguiente: «Intensificar el derrocamiento definitivo del chavismo y la expulsión de su representante, socavar el apoyo popular (…) Continuar endureciendo la condición dentro de las Fuerzas armadas para llevar a cabo un golpe de Estado (…) Alentar la insatisfacción popular, aumentando el proceso de desestabilización y el desabastecimiento (…) contribuir a hacer más crítica la situación de la población (…) Incrementar la inestabilidad interna a niveles críticos, intensificando la descapitalización del país, la fuga de capital extranjero y el deterioro de la moneda nacional, mediante la aplicación de nuevas medidas inflacionarias que incrementen ese deterioro (…) Obstruir todas las importaciones y al mismo tiempo desmotivar a los posibles inversores foráneos.»

Después de esta primera agresión, dirigida por la Administración Obama-Biden y coincidente con el cambio de régimen en EEUU; la nueva Administración la Trump-Pence, caracterizó la situación como victoriosa y estimó que había llegado la hora de avanzar mucho más y acabar definitivamente con la Revolución Bolivariana con las sanciones criminales que solicitaban al unísono Julio Borges, Leopoldo López, Juan Guaidó y demás actores del circo opositor de la MUD, quienes encontraron eco en los oídos de Trump y llegaron por centenares las sanciones o medidas coercitivas contra la República Bolivariana a Venezuela, hasta más de 930 e hicieron fiesta los oposicionistas, que se frotaron las manos y los bolsillos también porque con ello, se abrió una nueva oportunidad de negocios con el dinero retenido –arbitrariamente- a la República Bolivariana de Venezuela en bancos extranjeros, y también llegó el bandido más atroz y perverso, que haya conocido la República en toda su historia, valga decir: Juan Gerardo Márquez. Trump, deseaba destruir a la Revolución Bolivariana por la vía rápida y soñaba que, junto a Venezuela, Cuba y Nicaragua, sometiéndolas y recolonizándolas, se erradicaría de raíz el Socialismo, que tanto odia y perturba la vida de Donald Trump.

Para esta segunda fase de la agresión, Trump se hizo acompañar de un equipo de asesores todos, con perfiles criminalísticos de entre los más crueles, entre los miembros del servicio exterior estadounidense. El caso de Eliot Abrams, a quien colocó como director de la política hacia Venezuela, lo decía todo. Protector de las peores dictaduras centroamericanas, como fue el caso del general Ríos Montt en Guatemala, culpable del genocidio del pueblo maya del departamento de Quiché (1982). De agente diplomático, Abrams se transformó en narcotraficante para cubrir toda el área centroamericana de narcóticos y con el dinero obtenido financiar las actividades de la contra nicaragüenses para derrocar al gobierno sandinista. Abrams, fue condenado por mentir al Congreso de los Estados Unidos en 1991 sobre ese tema. Como era de esperar, recibió el indulto del presidente George W. Bush. Pocos funcionarios estadounidenses, han hecho tanto para promover la tortura y los asesinatos en masa, en nombre de la democracia como Abrams. Abrams, apoyó a los dictadores respaldados por Estados Unidos en Guatemala, El Salvador y Honduras en sus campañas de represión, incluidos los escuadrones de la muerte. Es una de las figuras más repugnantes del establishment de la política exterior estadounidense, es la personificación de la violencia homicida, el matonismo y la hipocresía que han impregnado las operaciones globales de Washington. Los militares centroamericanos violaban, castraban, decapitaban y descuartizaban rutinariamente a sus víctimas en nombre de la democracia Made in USA. Pero igual de asesino y brutal que Abrams lo eran William Brownfield y John Bolton.

Con las sanciones, EEUU buscaba causar el mayor y más doloroso daño posible al pueblo venezolano. Por eso, la migración de venezolanos y venezolanas por Suramérica, buscaban desintegrar la familia venezolana. Julio Borges, alertaba a los gobiernos del sur con el señalamiento que nuestros compatriotas representaban «una plaga» de la cual, debían cuidarse los pueblos a donde llegaban, venezolanos y venezolanas. Las palabras de Borges, propiciaron toda una ola de xenofobia contra el gentilicio venezolano, al sur de la América. Las sanciones de Trump, criminales sanciones, causaron mucho dolor en la familia venezolana, total ese era y es el estilo de Eliot Abrams. Por otro lado, se intensificó el ataque contra el Sistema Eléctrico Nacional, hasta el punto que se propició un apagón nacional con el saboteo y quema de la sala de máquinas en Guri. Asimismo, conociendo lo perturbado mental que es Abrams, no podían faltar las aventuras militaristas. Así, surgió Gedeón. Un plan de invasión militar desde La Guajira Colombiana y entrando por La Guaira a Venezuela, con un ejército de paramilitares colombo-venezolano dirigidos por boinas verdes estadounidenses. Plan, hecho papilla por nuestras FANB y PNB, quienes apenas asomaron la cabeza las bandas terroristas invasoras, las repelieron sin chistar a plomo limpio, con apoyo de los pescadores de Chuao quienes, finalmente encarcelaron a los agentes terroristas extranjeros. Nuestra FANB, PNB y pueblo en general demostraron con gallardía de que están hechos los hombres y mujeres venezolanos, todos y todas, cuando de defender el suelo Patrio de los Libertadores de América se trata. Demostrando estar entre los mejores ejércitos del mundo, se colocaron y enfrentaron tú a tú contra el ejército más poderoso del planeta, disuadiendo cualquier tentativa que éste pudiera tomar para someter al pueblo de los Libertadores de América. Esto, debemos contarlo con orgullo y gran sentimiento patrio. La embestida de Trump y sus secuaces, contra la República Bolivariana de Venezuela se dio en medio de la más mortífera epidemia creada por el imperialismo estadounidense para someter al mundo a sus pies y Venezuela, podemos afirmar con orgullo, se mantuvo firme y con los niveles más bajos en número fallecidos y enfermos, fue una prueba superada con alto puntaje.

Con el pasar del tiempo, Venezuela se ha crecido en su capacidad de resiliencia contra las sanciones o medidas coercitivas unilaterales, todo el liderazgo Bolivariano ha demostrado capacidad y firmeza para vencer a los imperialistas de EEUU y Europa. Muestra de ello es el apoyo que el pueblo venezolano está brindando al candidato Nicolás Maduro Moros, que según Hinterlaces está en el 55,6 %, con tendencia al alza, mientras que los sectores políticos que propiciaron con su odio, estos actos de maldad contra el pueblo venezolano se distribuyen entre los nueve candidatos opositores el apoyo del 36,30 % de los votos con tendencia a la baja pues le ocultan al pueblo venezolano sus verdaderas intenciones que no son otras sino privatizar la riqueza nacional y entregarla al imperialismo estadounidense tal cual está haciendo Milei en Argentina. Por eso no presentaron propuesta de programa de gobierno en su inscripción ante el CNE. Siendo el candidato Nicolás Maduro Moros el único que sí presentó una propuesta de gobierno para la nueva etapa que vive Venezuela: Plan de la Patria al 2025-2031, elaborado a partir de 63 mil propuestas debatidas en asambleas de bases, estructurado en tres niveles: presente inmediato, que apunta a mejorar las condiciones de vida del pueblo agredido por las ilegales sanciones; futuro medio, orientado a definir agendas de trabajo más allá de las coyunturas que permitan resolver los problemas de manera estructural; y futuro perenne, destinada a convertir a Venezuela en una potencia Latinoamericana y Caribeña…

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