La parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador. Fuera narrativa del apóstol Mateo 13:3-23, del apóstol Marcos 4:2-20 y del apóstol Lucas 8:4-15 en el Nuevo Testamento. Y, a mas y a más, la parábola cristina de Cristo y el sembrador, ha de ser, muestra descriptiva espiritual que no novelística prosa prosaica real. Asina asín así, el trigo y la cizaña. Asina ansí así, el hijo pródigo. Asina asín así, el buen samaritano. Asina ansí así, la perla de gran precio. Asina asín así, la oveja perdida. Asina ansí así, el rico insensato. Aqueste este cura ignaro raro cleuasmo asno, perro loco perdidoso perdido que de perdido se pierde, acógese a seguir a Apeles, 330 años antes de Cristo, a según: "Zapatero a sus zapatos". Mas y más, pero y empero, la Filosofía de las 4E del entendimiento y la estética ética espiritual de Maleo 2001, ha de ser continente que contiene los contenidos de los cuatro aspectos casos atributivos en perfecto equilibrio dinámico dialéctico difuso en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Agora ahora hogaño, la parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador. Deviene, en aquel día, en que Jesús salió de su casa y se sentó a la orilla del lago. Y, como sucede con quien atrae a multitudes, mucha gente se le acercó. Jesucristo se subió a una barca y se sentó, mientras y en tanto que la gente se quedara en la playa. Entonces y a la sazón, Jesucristo, con su sentido elocuente parlamentario perceptivo pensante sensorio, asina ansí así, les habló con y por parábolas de muchas cosas. Y, a la multitud les dijo, y, como que si estuvieran bien atentos, Mateo, Marcos y Lucas, recogieran lo que sigue: "El sembrador salió a sembrar. Al sembrar, una parte de las semillas cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra, y pronto brotó, porque la tierra no era profunda; pero en cuanto salió el sol, se quemó y se secó, porque no tenía raíz. Otra parte cayó entre espinos, pero los espinos crecieron y la ahogaron. Pero una parte cayó en buena tierra, y rindió una cosecha de cien, sesenta, y hasta treinta semillas por una. El que tenga oídos para oír, que oiga." Y, como tiénese dicho, de la parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, es forzoso inevitable impretermitible, decir que ha de engastar, la parábola cristiana de Cristo, con las pareadas pirámides paradójicas kelsenianas del Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano de Hans Kelsen 1927. Es forzoso inevitable impretermitible que ha de engastar, la parábola cristiana de Cristo, con los pareados triángulos rectángulos paradójicos pitagóricos del teorema directo y el teorema indirecto del Teorema de Pitágoras, 500 años antes de Cristo. A saber y decir, decir de los dichos diversos atributivos en los apóstoles, el apóstol Mateo 13:3-23, el apóstol Marcos 4:2-20 y el apóstol Lucas 8:4-15: La siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil. Agora ahora hogaño, y, como deténtase mentado, de entre la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, como casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de la tesis inédita innovadora novedosa avanzada, cáscara amarga, cojedeña de Cojedes, TINACO, de Maleo 2001, como elemento poseso curioso y como tengo dicho que de entre la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, de entre la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, ha de estar la slash diagonal hipotenusa correlativa congrua contrarrecíproca ad absurdum del cuadrángulo rectángulo del teorema directo y el teorema indirecto del Teorema de Pitágoras , o sea y es decir, decir la optimalidad ortogonal pitagórica del Teorema de Pitágoras, en que ha de ser y ha de estar el rendimiento de la cosecha del rendimiento de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de lo absurdo medular estable profundo, tanto como en el perceptible profundo entendido de entre el ojo y el oído de Jesucristo, o sea y es decir, decir en el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso detrás de la nariz de Jesús, asina asín así, como si fuera de entre el entendimiento y la estética ética espiritual de la Filosofía de Maleo 2001. O sea y es decir, decir que ha de haber el engaste de la paradoja maleoiana de Maleo 2001 como con la curva parabólica cúbica de Picasso 1927, la línea curva de Bernoulli 1741 con la parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador.
Con concordancia y sin concordancia, la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, en que el rendimiento de la cosecha de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de la absurdidad medular estable profunda en el perceptible profundo entendido de entre la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, en el perceptible profundo entendido de entre el ojo y el oído de Jesucristo en el encendido punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso detrás de la nariz de Cristo, es y ha de ser de la espiritualidad de la fe hebrea paradójica absurda medular estable profunda de entre la certidumbre y la incertidumbre, de entre la esperanza y la desesperanza, de entre la convicción y la duda, de entre lo visible y lo invisible de San Pablo. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, en que el rendimiento de la cosecha de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de la absurdidad medulares estable profunda en el perceptible profundo entendido de entre la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, el rendimiento de la cosecha de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de la absurdidad medulares estable profunda en el perceptible profundo entendido de entre el ojo y el oído de Jesucristo en el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso detrás de la nariz de Cristo, es y ha de ser de la ética del plausible prudente punto tercio medio incluso un medio aristotélico absurdo medular estable profundo de entre el exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles 500 años antes de Cristo. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, en que el rendimiento de la cosecha de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de lo absurdo medular estable profundo en el perceptible profundo entendido de entre la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, en el perceptible profundo entendido de entre el ojo y el oído de Jesucristo en el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso detrás de la nariz de Cristo, es de la estética grisura sombría penumbra whitmaniana medular estable profunda en el lienzo pictórico blanquinegro de entre yin y el yang de Laozi, 530 años de Cristo y de Walt Whitman 1855. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, en que el rendimiento de la cosecha de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de la absurdidad medular estable profunda en el perceptible profundo entendido de entre la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, en el perceptible profundo entendido de entre el ojo y el oído de Jesucristo en el punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso detrás de la nariz de Cristo, es del entendimiento cognitivo de la teoría holística unificada einsteiniana absurdo medular estable profunda de entre el universo expansivo einsteiniano de Albert Einstein 1919 y el universo contractivo maleoiano de Maleo 2001. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, fuera la narrativa del apóstol Mateo 13:3-23, del apóstol Marcos 4:2-20 y del apóstol Lucas 8:4-15 en el Nuevo Testamento, que dejara mostrada, afirmada y plasmada por los siglos la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador.
Con digresión y sin digresión, la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, ha de tener como grafías gratas gratificantes, a mas y a más, de los triángulos en el cuadrángulo de Pitágoras, 500 años antes de Cristo, y, las pirámides pareadas paradójicas de Hans Kelsen 1927, a la esquemática línea curva parabólica de Picasso 1927 y a la línea curva lemniscata de Bernoulli 1741. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, ha de tenerlas, como grafías gratas gratificantes, el lienzo pictórico blanquinegro, del yin yang de Laozi, 530 años de Cristo y de Walt Whitman 1855, ha de tenerla el lienzo pictórico blanquinegro cúbico a la composición con hoja de Fernand Léger 1918, ha de tenerla la bacinilla de Rosa María, a la mitad llena de miao y la mitad vacía de Maleo 2001, ha de tenerla el cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño de Cojedes de Maleo 2001. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, fuera la narrativa del apóstol Mateo 13:3-23, del apóstol Marcos 4:2-20 y del apóstol Lucas 8:4-15 en el Nuevo Testamento, que dejara mostrada, afirmada y plasmada por los siglos la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador.
Si la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, ha de estar en el rendimiento de la cosecha de una semilla jesucristoiana por cien semillas jesucristoianas de la absurdidad medular estable profunda de entre y en de por medio por la calle de en medio de la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil, así en el perceptible profundo entendido de entre el ojo y el oído de Jesucristo en el encendido punto crucial decisivo inflexivo topológico contradictorio borroso detrás de su nariz de Cristo. Entonces sea dicho que la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador, ha de ser contenido que contiene el continente de los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de la tesis inédita innovadora novedosa avanzada, cáscara amarga, cojedeña de Cojedes, TINACO, de Maleo 2001. Ergo vergo sea dicho que fuera narrativa del apóstol Mateo 13:3-23, del apóstol Marcos 4:2-20 y del apóstol Lucas 8:4-15 en el Nuevo Testamento, que dejara mostrada, afirmada y plasmada por los siglos la espiritual parábola cristiana de Jesucristo y el sembrador