Cáscara Amarga 954

La parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo

Sábado, 22/06/2024 03:28 PM

La parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo. Fuera narrativa del apóstol Mateo 13:24-48 en el Nuevo Testamento. Y, a mas y a más, la parábola cristiana de Cristo de la cizaña del campo, ha de ser, muestra descriptiva espiritual que no novelística prosa prosaica real. Asina asín así, como la muestra descriptiva espiritual del sembrador. Asina ansí así, como la muestra descriptiva espiritual, el hijo pródigo. Asina asín así, como la muestra descriptiva espiritual, el buen samaritano. Asina ansí así, como la muestra descriptiva espiritual, la perla de gran precio. Asina asín así, como la muestra descriptiva espiritual, la oveja perdida. Asina ansí así, como la muestra descriptiva espiritual, del rico insensato. Agora ahora hogaño, aqueste este cura ignaro raro cleuasmo asno, perro loco perdidoso perdido que de perdido se pierde, acógese a seguir a Apeles, el pintor elegido por Alejandro Magno para perpetuar su imagen, 330 años antes de Cristo, a según Apeles: "Zapatero a sus zapatos". Y, a eso voy acogido, mas y más, pero y empero, la Filosofía de las 4E del entendimiento y la estética ética espiritual de Maleo 2001, ha de ser continente que contiene los contenidos de los cuatro aspectos casos atributivos en perfecto equilibrio dinámico dialéctico difuso en la perogrullada primera vez de Perogrullo. Y, aquí, en la perogrullada primera vez de Perogrullo, aparece lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo de Jesucristo. O sea y es decir, decir lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo de Jesucristo, es tanto como decir el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, la cizaña y el trigo, hasta la siega y al tiempo de la siega. Agora ahora hogaño, la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, deviene, en aquel día, en que Jesús salió de su casa y se sentó a la orilla del lago. Y, como sucede con quien atrae a multitudes, mucha gente se le acercó. Jesucristo se subió a una barca y se sentó, mientras y en tanto que la gente se quedara en la playa. Entonces y a la sazón, Jesucristo, con su sentido elocuente parlamentario perceptivo pensante sensorio, que el imperio romano conocía a la perfección y que no necesitara del beso de Judas, el imperio romano, para sacrificarlo y crucificarlo, por ser Jesús, una amenaza inusual extraordinaria como Venezuela 2001 y el discurso del presidente de los EEUU de Norteamérica del estás conmigo o estás con mi enemigo. Agora ahora hogaño, y, como tiénese dicho, asina ansí así, Jesucristo, a la multitud, les hablara con parábolas y por medio de parábolas de muchas cosas. Y, a la multitud les dijo, y, como que si estuviera bien atento, el apóstol Mateo, 13:24-48, recogiera lo que sigue referida a otra parábola paradójica contradictoria caliginosa absurda, en diciendo Jesús: "El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero." Y, asina ansí así es como deviene y tiénese dicho, lo de la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y cizaña, lo de la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo.

Con digresión y sin digresión, la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo. Entonces y a la sazón, fuera despedida la gente. Y, entrara Jesús en su casa; y acercáronse a él sus discípulos, y de entre otros el apóstol Mateo 13:24-48, que le dijera: "Explícanos la parábola de la cizaña del campo. Y, en respondiendo, él, Jesucristo, les dijera: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga." Y, agora ahora hogaño, y, como tiénese dicho y deténtase mentado, lo del cómo y lo del dónde surgiera y deviniera la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo.

Con divagancia y sin divagancia, la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo. Y, como tiénese dicho, de la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, es forzoso inevitable impretermitible, decir que ha de engastar, la parábola cristiana de Cristo de la cizaña del campo, con la presencia de la dialéctica difusa borrosa maleoiana absurda, y eso es innegable, o sea y es decir, decir el reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo y el reino de los infiernos es semejante a un hombre que sembró mala semilla en su campo. O sea y es decir, decir lo de la cizaña y el trigo. O sea y es decir, decir la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil. O sea y es decir, decir la siembra y la siega. O sea y es decir, decir el siervo y el Señor. O sea y es decir, decir lo del enemigo y el amigo. O sea y es decir, decir los hijos del malo y los hijos del bueno. O sea y es decir, decir el alfa y el omega. O sea y es decir, decir el comienzo y el fin, la vida y la muerte, de la espiritualidad bíblica en el Nuevo Testamento y en la voz de Cristo al través del apóstol Mateo, 13:24-48, o sea y es decir, decir la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Cristo de la cizaña del campo, en que la presencia de la dialéctica difusa borrosa maleoiana absurda es innegable, contra lo expreso por el presidente de los EEUU de Norteamérica, George W Bush, que sobre las ruinas de las Torres gemelas Neoyorquinas 2001, pronunciara aquel nefasto nefando discurso invasivo a Venezuela: O sea y es decir, decir lo del estás conmigo o estás con mi enemigo aristotélico del principio del tercio excluso de la Lógica de Aristóteles, 353 años antes de Cristo. Y, como tiénese dicho, de la parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, es forzoso inevitable impretermitible, decir que ha de engastar, la parábola cristiana de Cristo, del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, y lo de jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo de Jesucristo, es tanto como decir el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, la cizaña y el trigo, hasta la siega y al tiempo de la siega, que es forzoso inevitable impretermitible, decir que ha de engastar con las pareadas pirámides paradójicas kelsenianas del Derecho Usual Ordinario Romano y el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano de Hans Kelsen 1927. Que es forzoso inevitable impretermitible que ha de engastar, la parábola cristiana de Cristo, con los pareados triángulos rectángulos paradójicos pitagóricos del teorema directo y el teorema indirecto del Teorema de Pitágoras, 500 años antes de Cristo. Que la espiritual parábola cristiana de Jesucristo, la parábola del trigo y la cizaña, la parábola de la cizaña del campo, es forzoso inevitable impretermitible, decir que ha de engastar, la parábola cristiana de Cristo de la cizaña del campo con la dialéctica difusa borrosa maleoiana absurda es innegable, o sea y es decir, decir el reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo y el reino de los infiernos es semejante a un hombre que sembró mala semilla en su campo. O sea y es decir, decir la siembra en la tierra fértil y la siembra en la tierra infértil. O sea y es decir, decir la siembra y la siega. O sea y es decir, decir el siervo y el Señor. O sea y es decir, decir lo de la cizaña y el trigo. Y, aquí aparece en de por medio y por la calle de en medio, la perogrullada primera vez de Perogrullo, lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo de Jesucristo, el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, hasta la siega y al tiempo de la siega. Que es y ha de ser de la espiritualidad de la fe hebrea paradójica absurda medular estable profunda de entre la certidumbre y la incertidumbre, de entre la esperanza y la desesperanza, de entre la convicción y la duda, de entre lo visible y lo invisible de San Pablo. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo, la parábola del trigo y la cizaña, la parábola de la cizaña del campo, lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo, ha de estar el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, hasta la siega y al tiempo de la siega, es y ha de ser de la ética del plausible prudente punto tercio medio incluso un medio aristotélico absurdo medular estable profundo de entre el exceso y el defecto de la Moral de Aristóteles, 353 años antes de Cristo. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo, la parábola del trigo y la cizaña, la parábola de la cizaña del campo, lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo, ha de estar el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, hasta la siega y al tiempo de la siega, es de la estética grisura sombría penumbra whitmaniana medular estable profunda en el lienzo pictórico blanquinegro de entre yin y el yang de Laozi, 530 años de Cristo y de Walt Whitman 1855. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo, la parábola del trigo y la cizaña, la parábola de la cizaña del campo, lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo, ha de estar el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, hasta la siega y al tiempo de la siega, es del entendimiento cognitivo de la teoría holística unificada complementaria caliginosa difusa difuminada borrosa gris continua espectral einsteiniana absurda medular estable profunda, la perogrullada primera vez de Perogrullo, de entre el universo expansivo einsteiniano de Albert Einstein 1919 y el universo contractivo maleoiano de Maleo 2001, de entre el campo electromagnético de la luz del Sol de Albert Einstein 1919 y el campo gravitomagnético de la Tierra de Isaac Newton 1685, de entre la materia y la energía de Niels Bohr 1927, de entre la partícula y la onda de Niels Bohr 1927, de entre la certidumbre y la incertidumbre de Werner Heisenberg 1927. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, fuera la narrativa del apóstol Mateo 13:24-48 en el Nuevo Testamento, que dejara mostrada, afirmada y plasmada por los siglos la espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo.

Con digresión y sin digresión, la espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, ha de tener como grafías gratas gratificantes, a mas y a más, de los triángulos en el cuadrángulo de Pitágoras, 500 años antes de Cristo, y, las pirámides pareadas paradójicas de Hans Kelsen 1927, a la esquemática línea curva parabólica de Picasso 1927 y a la línea curva lemniscata de Bernoulli 1741. La espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, ha de tener, como grafías gratas gratificantes, el lienzo pictórico blanquinegro del yin yang de Laozi, 530 años de Cristo y de Walt Whitman 1855, y, ha de tenerla el lienzo pictórico blanquinegro cúbico la composición con hoja de Fernand Léger 1918, ha de tenerla la bacinilla de Rosa María, la mitad llena de miao y la mitad vacía de Maleo 2001, ha de tenerla el cóncavo convexo contradictorio caliginoso concupiscente 69 cojedeño de Cojedes de Maleo 2001. Y, como tiénese dicho y deténtase mentado, fuera la narrativa del apóstol Mateo 13:24-48 en el Nuevo Testamento, que dejara mostrada, afirmada y plasmada por los siglos la espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo.

Si la paradójica espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, es de la forma dialéctica difusa borrosa del taño del ser y no ser, del trigo y la cizaña. Entonces sea dicho que la paradójica espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo, ha de ser contenido que contiene el continente de los casos correlativos límite límbico grembo fronterizo contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético en la perogrullada primera vez de Perogrullo de la tesis inédita innovadora novedosa avanzada, cáscara amarga, cojedeña de Cojedes, TINACO, de Maleo 2001. Ergo vergo sea dicho que el equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético de TINACO, es decir y nombrar a lo jesucristoiano absurdo medular estable profundo de entre la cizaña y el trigo, ha de estar el dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, hasta la siega y al tiempo de la siega de Jesucristo. Que fuera narrativa del apóstol Mateo 13:24-48 en el Nuevo Testamento, que dejara mostrada, demostrada afirmada y plasmada por los siglos la paradójica espiritual parábola cristiana de Jesucristo del trigo y la cizaña, la parábola cristiana de Jesucristo de la cizaña del campo.

 

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