A principios de siglo, después que Hugo Chávez asume el poder, la política del anti partidismo ganó espacio. Algunos factores de oposición adoptaron esta postura y hasta se propusieron sustituir a los partidos políticos. Se creó entonces un concepto que se llamó la "sociedad civil". Esta constaba de diversos componentes y se ofreció a los venezolanos como una alternativa política.
Si bien los dos principales partidos políticos tradicionales entraron en decadencia, por no actualizar sus programas, nuevos sectores contribuyeron a que se debilitaran aún más. La "sociedad civil" se compuso de empresarios, a través de sus gremios, sindicatos, universidades, medios de comunicación, la Iglesia y las organizaciones no gubernamentales.
Estos sectores emprendieron una férrea oposición al chavismo, pero al mismo tiempo desarrollaron toda una carrera anti partidista. El resultado es conocido. Hoy, los empresarios están sentados con el gobierno tras el giro pragmático en materia económica. Los sindicatos fueron arrasados y sus estructuras prácticamente desaparecidas. Los medios de comunicación se redujeron en cantidad. Las universidades perdieron más de la mitad de sus estudiantes y profesores. La Iglesia asumió una posición neutral. Ahora las organizaciones no gubernamentales se deben ceñir a nuevas normas y leyes.
Pero junto con todo lo anterior, los partidos políticos están débiles. Ni lo uno, ni lo otro, son ahora aquellas estructuras icónicas que en un momento ejercieron influencia en la sociedad venezolana. Eso fue beneficioso para que el chavismo se mantuviera en el poder.
Pero la lección, por lo visto, no se aprendió. En los últimos 10 años, un sector de oposición asumió que debían desaparecer los partidos políticos, para poder derrotar al gobierno chavista (Hay que acabar con la MUD, para poder acabar con el PSUV, se lee en las redes sociales). En la actual campaña se puede ver claramente, como una figura mesiánica intenta sustituir a los partidos políticos. Y es que hay una confrontación clara, en ese sentido, de cara al proceso electoral presidencial.
En más de una ocasión, dirigentes regionales de los partidos políticos, son bajados de las tarimas a empujones, en el fragor de la actual campaña. Es claro el enfrentamiento contra los gobernadores de Zulia, Barinas y por supuesto de Nueva Esparta. Entre otros.
Aunque la democracia venezolana haya tenido sus defectos y errores, es peor aún que los partidos políticos sean el objetivo, tanto de tirios, como de troyanos. Por muy débiles que estén, esas estructuras son necesarias, son parte del ejercicio democrático. Existen coincidencias entre los extremos de la confrontación política en los últimos 25 años, contra las organizaciones políticas.
En la actual coyuntura aplica la estrategia de Sun Tzu, "si utilizas al enemigo, para derrotar al enemigo, serás poderoso". Todo el discurso anti partido de uno de los sectores de oposición, beneficia indirectamente al gobierno chavista. Porque este último no tiene que emplear recursos o esfuerzos para minimizar o mantener a raya, las acciones de sus adversarios. Qué mejor que quien aglutina circunstancialmente las preferencias de ese sector lo haga. Al final, en el juego del poder, el gobierno ya no tiene que ocuparse de todos, sino del último factor que quede en pie, como le pasó a la "sociedad civil".
CAMPAÑA: El próximo 4 de julio arranca la campaña electoral presidencial de manera formal. La misma terminará el 25 de julio
DÓLAR: En el último año, el aumento del dólar en Venezuela se desaceleró a 30,84 %. Mientras que en los últimos seis meses el aumento del dólar es de apenas 1,35 %. De esta manera, en el marco de reformas económicas, el bolívar está recuperando estabilidad. Uno de los catalizadores de esto, es el ingreso de divisas a Venezuela desde las negociaciones con empresas petroleras extranjeras y una apertura para el libre uso de divisas desde 2018.
¿ESTRATEGIA?: Muchos electores y militantes no entendieron la seña de la Plataforma Unitaria, de no llamar a participar a sus electores en el simulacro electoral del pasado domingo.
NEGOCIACIONES: Washington y Caracas podrían retomar el proceso de negociaciones y acuerdos iniciado en Qatar, que permitió una distensión en materia petrolera y financiera, la liberación de los sobrinos de Maduro y de Alex Saab. La Casa Blanca no confirmó el anuncio, pero tampoco lo negó, al ser consultados por periodistas.
DARIÉN: El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, insistirá en lograr un acuerdo con EE. UU., para deportar a los migrantes que cruzan la selva del Darién, desde Colombia.