Elías lamento decirte que te vas a quedar esperando las rectificaciones del gobierno, posteriores al 28J. Los actuales dirigentes del gobierno no sienten que estén equivocados y que tengan nada que rectificar. Para ellos el triunfo del 28J (que personalmente estoy persuadido que lograran) es una confirmación de que están haciendo lo correcto.
Ellos no tienen planteado resolver los problemas salariales de la gente, ni los problemas educativos, ni de la salud del pueblo. Al menos no desde el modelo del socialismo bolivariano con el que Hugo Chávez gobernó. Tampoco se preocupan con el sistema de justicia imperante, te diría más, los dirigentes actuales son beneficiarios de un sistema de justicia contrario a los intereses de la mayoría. Ellos están felices con el "crecimiento económico" de hoy y asumen que, más allá de las desigualdades sociales que se generan, están fundando una Nueva Época que poco o nada tiene que ver con lo que Chávez propuso.
Tienes razón Elías cuando explicas el papel fundamental que jugo la derecha opositora en la "caotización económica del país", a partir de la ausencia física de Hugo Chávez. Es muy cierto que más allá de los fallos y errores del gobierno lo fundamental en esta caotización económica (en la que las sanciones económicas fueron determinantes) la oposición tiene una responsabilidad ineludible e incuestionable y por muchos años más seguirá pagando esa factura al pueblo venezolano (esto lo digo yo).
No dejas de tener razón en la explicación que das sobre el papel fundamental de los valores en los dirigentes de una revolución y ciertamente es muy grafico tu escrito "Ya basta" en el que, queda claro que ya desde 2008, eras capaz de exponer públicamente autocriticas sobre situaciones que desde aquellos tiempos se veían en el Partido. Eran tiempos de Chávez y en los que cuestionar cualquier cosa, menos para quien ocupara cargos relevantes como tu, suponía desafíos. No dudaste en asumir entonces esos desafíos y, aunque mantuviste posiciones relevantes por un tiempo más, quizás por tener criterios propios, un tiempo después has estado marginado de la función pública (a pesar de esos vínculos indisolubles que dices mantener con Nicolas Maduro).
No te atreves a mencionar nombres cuando hablas del tema de la corrupción, ni siquiera a hacer leña del El Aissami caído. Hablas de la necesidad de una "nueva cultura política" y de tus expectativas por que a partir del 28j se imponga la pluralidad política en el seno del chavismo. No olvides Elías que creo que aun tu ocupabas posiciones privilegiadas cuando un par tuyo hablo de la "Burguesía revolucionaria", por cierto alguien que aun ocupa posiciones privilegiadas en el gobierno.
Ya desde el gobierno no se habla de Revolución Elías y la explicación de eso es simple. Los dirigentes han asumido que ya ese camino se agotó, apenas se mantiene la figura del Comandante Chávez como referente simbólico porque en el pueblo profundo aun les queda algo de la caudalosa herencia que recibieron pero que han despilfarrado a manos llenas.
Si bien aciertas en el análisis cuando afirmas que, más allá de los errores del gobierno, la caotización económica que llevo al quiebre del país se lo debemos fundamentalmente a la oposición, no profundizas nada en las políticas que desde 2018 tienen el sello de los gobernantes y dirigentes del proceso "bolivariano". Especialmente en las políticas laborales que desde entonces imperan. Y que como tu bien dices están impactando grandemente en la desmoralización de la sociedad.
Ya en el 2015 el pueblo dio una lección a los gobernantes, lastimosamente quien pago el precio mas alto, como siempre, fue el mismo pueblo. Pero lo mas lamentable de todo es que los gobernantes no solo no aprendieron aquella lección sino que con el paso del tiempo se dejaron seducir por los que aunque rodearon a Chávez nunca creyeron en la Revolución y menos en el Socialismo.
La Historia sigue su curso Elías y ojalá estemos equivocados pero los compas que gobiernan hoy, más allá de su pasado y de sus glorias en tiempos de Chávez, tomaron un rumbo que nada tiene que ver con las ilusiones, anhelos y sueños de Hugo Chávez. Algunos de manera temeraria les llamamos traidores del Legado.