En primer lugar hay que reconocer el triunfo de las consignas de Nicolás Maduro sobre las consignas de la derecha, desde el primer momento en que asumió la Presidencia del país. La consigna del chavismo y de Nicolás Maduro, era y lo sigue siendo la Paz, la participación, el socialismo como gobierno de las mayorías, triunfando sobre la consigna de la derecha que era hacer de Venezuela un país ingobernable, con violencia y guarimbas generalizadas que propiciaran la intervención militar extranjera en nuestro país.
Perdieron. Fueron derrotados por el hoy candidato a la Presidencia Nicolás Maduro. En Venezuela hay paz y democracia.
Impulsada por los Estados Unidos y por el que parece será su próximo presidente Donald Trump, toda la derecha mundial se unió contra Venezuela, con Guaido y María Corina a la cabeza que hoy se presenta como dulce cacaíta, que va a derrocar a Nicolás Maduro mediante las antes vilipendiadas elecciones y dirigidas por el súper vilipendiado CNE. ¿Y entonces? ¿No hay un engaño a sus votantes? ¿Ese era el final?
Pero es que Nicolás Maduro los derrotó no solo políticamente sino que les cambio el contexto político, pues hoy las circunstancias son completamente distintas a las que permitieron a esa derecha llegar en las elecciones de 2015. Al cambiar el contexto político debería cambiar la correlación de fuerzas.
Pero las políticas de la derecha de Guaido y María Corina en su afán de destruir al país también cambiaron el contexto político nacional causándole un daño inmenso, con millones de jóvenes principalmente, que abandonaron el país y sufren escarnio en todos los países receptores. La mayoría de esos jóvenes eran votantes de Guaido y María Corina .
Ahora la derecha ha vuelto a tratar de protagonizar en las elecciones del país y ha lanzado como consigna "el cambio", consigna inagotable de la derecha para movilizar a votantes descontentos con un gobierno de turno que en este caso se lo aplicarían al gobierno revolucionario. Pero ¿hay alguien en Venezuela que no este de acuerdo con un cambio o con el cambio? Usted, yo, ellos, nosotros, todos estamos de acuerdo con un cambio en la estructura, los métodos y la eficacia, felicidad y riqueza que para la población debe implementar el Gobierno.
Es más Nicolás Maduro y Diosdado Cabello están de acuerdo con el cambio. Si no estuvieran de acuerdo con el cambio no serían revolucionarios, pues no hay nada más dinámico y propiciador de cambios que una revolución, cuando es verdadera, que no se instala en formatos por muy exitosos que fueran en un momento dado, pero que perderán inexorablemente vigencia.
¿En que se basa la derecha para plantear un cambio político? ¿En qué elementos se basa para cambiar a Nicolás Maduro por otra figura política, ahora de derecha? Los elementos que señala son por una parte muy prácticos como: La crisis económica, la inflación, la inseguridad, el desabastecimiento o la supuesta persecución de los dirigentes de la oposición que viven cómodamente en Paris o Miami y por la otra son argumentos imaginarios pues es la simple idea de cambiar a Maduro, pues él es responsable de todo y Estados Unidos y la derecha no tienen nada que ver.
Pero es que María Corina y toda la derecha llevan plomo en el ala en eso de indicar políticos de derecha para gobernar que no estén incursos en grandes enriquecimientos con los bienes nacionales, aun antes de ser gobierno. De serlo el robo y el hurto se practicarán en todos sus sinónimos reconocidos por la policía y la Real Academia y faltaran nuevos términos más adaptados a las nuevas tecnologías.
Venezuela ya conoce el cambio de la derecha propiciado por María Corina y sus guarimbas, lo conoció en carne propia con Carlos Andrés Pérez y lo conoce en América Latina con los desastres de nuevo formato de Milei en Argentina.
¡Maduro es pueblo en campaña electoral! ¡Maduro Presidente!
Oscar Rodríguez E. 9 de julio de 2024