Con esa expresión jocosa nos preguntábamos en la IV la gran mayoría de los venezolanos sin afiliación partidista en AD y COPEI. Con ello hacíamos nuestras propias encuestas personales, los independientes con miras a la elección presidencial por medio de la tarjeta grande y al congreso a través de la tarjeta pequeña, de allí nació la expresión jocosa "a quien le vas a dar el chiquito", típico de nosotros los venezolanos. Los independientes le poníamos relax al serio asunto fundamental para la democracia: mantener el equilibrio entre los poderes del Estado mediante las negociaciones Ejecutivo - Legislativo, como lo indiqué en el aporte previo publicado en https://www.aporrea.org/actualidad/a332344.html.
Además, en la sabiduría popular del voto cruzado mediante el chiquito, los independientes nos clasificábamos en dos grandes categorías: los descontentos y los racionales. Los descontentos aplicaban el voto castigo; quizás votando uniformemente o cruzado, pero la pregunta jocosa ayuda a tomar la decisión por el castigo total o parcial (voto cruzado). Los independientes racionales mirábamos con detenimiento la propuesta de gobierno del candidato presidencial, pero casi siempre aplicábamos el chiquito (el voto cruzado, Ojo).
Trayendo aquella sabiduría popular electoral al presente, que quizás algunos de ustedes recordarán ahora con nostalgia y risas, hoy, en este momento y en los próximos años, tenemos que recuperar esa buena práctica democrática. De manera pragmática iremos dejando atrás la polarización destructiva; romperemos el oligopolio electoral fraudulento PSUV - MUD; daremos el apoyo a un tercer bloque independiente, del cual surja la tercera vía entre el canibalismo salvaje (PSUV - MUD) y el pragmatismo socioeconómico venezolano; además, retornaremos a la senda democrática de manera confiable, segura y permanente.
La única opción que veo para la gobernabilidad en Venezuela es el voto cruzado a favor de una candidatura independiente, que la hay. Que cobre fuerza de negociación para la representatividad nacional e internacional, defendiendo los derechos de todos los venezolanos frente a las sanciones y demás amenazas, que vislumbro se incrementaran con el regreso del káiser Trump o de igual manera con un Biden manipulable. Por supuesto, que defienda los derechos constitucionales de todos los venezolanos frente a la hipocresía bipartidista PSUV – MUD. Salgamos de la ignominia ahora.
En ese sentido, el chiquito nos puede salvar. Pasa la voz popular.