La historia está de vuestro lado, ¡los cojones, no sé!

Viernes, 12/07/2024 12:15 PM

Alejado del oficio, muy común en estos tiempos de crisis, de pronosticador; pero, para tener una idea previa, distanciada un poco de las conclusiones ilusorias o persuasivas, sobre los desenlaces que decidirán los votantes, este 28 de julio; conviene entonces, partir de los hechos políticos y sociales que se relacionan directa o indirectamente con los procesos formales de elección popular. Echemos un vistazo a los siguientes sucesos:

Las políticas económicas muy duras que van sobrecargando en las espaldas los trabajadores y los pensionados, llevadas a cabo por el gobierno de Maduro. Poniendo esto, en relación con las elecciones, debe entenderse que el voto resultante, será un voto popular inmenso, de rechazo a las medidas económicas del gobierno.

Aclarando un poco, ese rechazo se expresa en abstención, votar nulo o votar contra el gobierno. Desde luego en Venezuela, la degradación de las condiciones de vida de la clase trabajadora es enorme y sin perspectiva alguna de mejora. Peor aun cuando se sabe, que estas medidas que se desarrollan en el marco de la crisis general del capitalismo que se intensifica progresivamente, la clausura del socialismo y la imposición de un desastroso neoliberalismo, están acelerando el hundimiento de la economía venezolana, que grandemente se había recuperado con el socialismo de Chávez.

El rechazo aumenta, cuando se le agregan las estrictas restricciones políticas como el impulso y aplicación de la ley contra el odio, reactivada por el fiscal Saab y la propuesta de ley "severa y draconiana" de traidores a la patria del presidente de la AN, Jorge Rodríguez, agregadas al plan nacional antiterrorista 2020-2022 de Maduro. Es la fórmula represiva perfecta para acabar de someter o dominar a la clase trabajadora, a los pensionados y en general a la población descontenta.

Estos eventos políticos económicos son devastadores; millones de trabajadores y pensionados cobran salarios y cuotas miserables, los montos ya los conocen todos, el deterioro de los servicios públicos, agua, energía eléctrica, vivienda y salud, es muy grande; todo como resultado de las privatizaciones y transacciones oscuras entre transnacionales de petróleo y el gobierno.

Por el momento, las importantes denuncias que aparecen diariamente en aporrea.org, que sacuden a los defensores del gobierno, no han servido para revertir la situación, aunque sí han expresado el alto grado de indignación popular.

El otro aspecto importante a tomar en cuenta es, el voto creciente de la derecha, que ha sido apoyado por Fedecámaras, Washington y los grandes medios de comunicación locales e internacionales con sus promesas de cambio, ha servido para canalizar electoralmente, un santabárbara de ardor popular que no resolverán las elecciones.

Volviendo a los hechos socio-económicos, en muchos lugares de Venezuela la situación de la población es desastrosa. Según los datos de muchos informadores una proporción grande de la población no puede costearse los gastos médicos, sufre las fallas continuas del servicio de energía eléctrica o no come pollo, carne y leche, un 15% se ve obligado a saltarse una o dos comidas al día.

Así, el descontento popular crece constantemente, lo más reciente en Cumanacoa al grito ¡los ministros no están haciendo nada! Perturbaron el discurso de Maduro. La población se pronuncia por los bajos salarios, contra la reforma a las pensiones, el rechazo al equipo de Maduro en Margarita, bueno, el descontento se ha acumulado que parece que el proceso electoral está montado sobre miles de barriles de TNT.

Entonces, ahora es más certero decir que el decante electoral del descontento popular, convierte al voto en instrumento para echar a los gobiernos, sustituirlos o para ratificarlos. En el caso venezolano, el voto expresa un profundo sentimiento popular anti Maduro y la abstención, una especie de freno de mano ante la amenaza del avance de la derecha recalcitrante.

Es por ello que para irle buscando salida al fenómeno de la abstención y el descontento popular, aparece la necesidad de una nueva organización que acerque las distintas tendencias políticas anti gubernamentales y en conjunto formular un nuevo plan de gobierno anticapitalista y a favor de los trabajadores, que tenga la capacidad de aglutinar y movilizar las masas descontentas dentro y fuera del ámbito electoral.

En definitiva, las influencias dentro del proceso electoral deben convertir el voto en instrumento para echar a Maduro y neutralizar el avance de la derecha,

¿Cómo es eso?

Que una movilización de masas demandando cambios esenciales, fuera del ámbito electoral, obligarían al gobierno a reaccionar; como ya dijimos, con mayor represión o sentarse a negociar con este nuevo movimiento. Creo que las condiciones sociales son favorables para echar andar ese proyecto nuevo.

Sin ninguna connotación peyorativa quiero decirles que, la historia está de vuestro lado, ¡los cojones, no sé!

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