El avance de la Naturaleza y el avance de la sociedad no son interdependientes siempre o quizá por lo que hasta ahora veo se trata de un asunto al que meterle el ojo y los remos más a fondo.
El Comandante Chávez siempre sí, atento a mirar la realidad en perspectiva profunda asumió considerar dicho asunto en el Plan de la Patria 2013_2019, lo que Gallo Pinto prosigue al respecto pero lo imponderable acecha y eso no es cuento’e camino de la Dictadura (del proletariado) porque da el caso de que ahora han coincidido tres diluvios sobre el territorio venezolano pero particularmente acentuados sobre Cumanacoa y de cuyo asunto sabe más que yo el inteligente lector.
Uno de agua, tal que desbordó el Manzanares / déjame pasar / que vengo a ayudar pudo decir la Dulce Heroína al unísono y, fajarse a bregar para socorrer a cuantos pudiere no dejó brecha de tiempo, supongo. Como pudiera decirse, un diluvio de amor revolucionario, de solidaridad se volcó ahí de ipso facto pero en ese ínterin hubo el accidente que afecto a la por antífrasis Vice Dictadora y, más vale que no puesto que la incurable escualidad desbordó las redes sociales con su diluvio de fascismo, ese coctel de odio y violencia desatada que más parece forjarse desde un manicomio infernal.
Pero el pueblo venezolano ha hecho aprendizajes entre los cuales destaca que no se pueden hacer méritos revolucionarios si uno no tropieza con dificultades.
A mi modo de ver, este 18 de Julio el pueblo tiene que sacarse esa piedrita en el zapato, dar un gran resapaldo a la Dulce Heroína, al Gallo Pinto y a la vez dar un paso de siete leguas hacia hacer irreversible nuestro antiimperialismo ya que de otra manera nunca será posible hacer irreversible la revolución bolivariana.
Con razón Gallo Pinto tanto como Diosmazo se la pasan tirando puntas con eso de que puede venir una mujer a gobernarnos
Ñapa:
¡San Pio V, pero que no sea todavía porque ¿quién aguanta a una que conozco?!