"Toda lucha de clases es una lucha política…" Manifiesto Comunista. Mercado y democracia burguesa, son hijos del capital. Los dos están gravemente enfermas. El mercado, es la columna vertebral del capital, esta democracia es parte del mercado. El primero vende y compra cuanto puede sin miramientos éticos, la segunda, se especializa en el engaño, vendiendo falsas esperanzas, que sus contradicciones develan. Ninguno de los dos puede verdaderamente hacer justicia social; sería suicida para ambos. ¿Cuántos pobres hay por cada rico? El metabolismo del capital muestra sus verdaderas intenciones. Sin modificar sustancialmente la estructura, el reformismo superestructural no es suficiente. Son acciones dialécticas radicalmente transformadoras.
"El capital es un producto colectivo …es una fuerza social" Ob cit. Capital y trabajo antagónicamente se articulan. El trabajo asalariado es fundamental para el capital. Dos mercancías opuestas que producen nuevas mercancías, para producir más plusvalía. El mercado es darwiniano, la democracia burguesa también. Saber vender en el mercado, es como saber engañar en esta democracia; los dos ofertan lo que sea, a sabiendas de sus engaños. Los engaños, forman parte del paquete.
La democracia burguesa, es una conveniencia del capital; invención suya, que la revolución francesa puso de manifiesto. "Los derechos universales" (Libertad, igualdad y fraternidad) de la humanidad, por ella enarbolados, son los derechos de la burguesía; esto es, del capital. Como siempre, los mentores del capital, hacen aparecer sus intereses de clase, como intereses sociales de todos: IDEOLOGÍA.
La burguesía, creó su mano de obra, sus asalariados: los proletarios, "los esclavos modernos", que serán sus "sepultureros". Además, los requería para derrotar al viejo régimen monárquico. Los dos, son clases e intereses profundamente opuestos, que se enfrentaron a muerte: "La Comuna de París". La naturaleza del capital, hoy nos lleva a un colapso civilizatorio. Hambre como nunca, dinero concentrado en pocas manos como jamás, con una izquierda sin proyecto revolucionario, sin hoja de ruta, sin pueblo ni relevo generacional, que, en algunos casos, juega a conveniencias personales burocráticas.
"…la propiedad privada está abolida para las nueve décimas partes de sus miembros…" Iden. Las herramientas del capital son insólitas, todo en su ámbito les pertenece y dominan: La democracia burguesa es parte de su teatro de operaciones. El capitalismo no cesa en auto reproducirse, domina la producción y conoce nuestro cerebro; maneja nuestras emociones y desde allí nos controlan. Sus medios de (in)comunicación son parte de sus poderosas herramientas. No pocas veces, las religiones les sirven como instrumento de control social; la complicidad tiene su precio.
En la democracia burguesa, el pueblo elige a los que ya fueron elegidos por el verdadero poder: el capital. Este, suele ser financista electoral; luego cobra con creces, el dinero público paga. Con dictaduras, el capital también gana; las usan cuando peligran sus intereses. Cuando la falsa/democracia no funciona, los agoreros asustan con dictaduras. Todos saben que las elecciones son manipulables, pero casi todos niegan que puedan ser manipulados. Para algunos políticos, saber mentir es clave, usan las necesidades o la ignorancia de los votantes. "Tanto va el cántaro al agua, hasta que por fin se rompe".
A la democracia burguesa de estos tiempos, se le están complicado sus artificios manipuladores; el estómago y la visible pobreza en crecimiento, contradicen las reiterativas ofertas electorales. El capital tiene siempre alternativas en sus reservas. Si las promesas quedan al desnudo, la fuerza puede suplir a la mentirosa oferta. El capital vigila y manda. El pueblo ingenuo y carente de verdadero conocimiento, desde insólitas esperanzas, acepta por las buenas o por las malas el gobierno de turno, y con frecuencia, vota a favor de sus enemigos de clase. "Nos dominan más por nuestra ignorancia, que por las armas".
El capital sabe, que el verdadero peligro para sus intereses está en un pueblo consciente y organizado. Como antídoto, el capital usa "políticos" y partidos. Ni el mercado ni la "democracia burguesa" son la solución; son parte del problema. Estas contradicciones insolubles contenidas en el sistema capitalista, son el escenario apetitoso para algunos políticos. Muchos no entienden esta dialéctica marxista de la historia, pero en fin de cuentas, ellos tienen otros intereses, casi siempre muy personales. Entendamos, que no se trata de "la dialéctica IDEALISTA" de Hegel, SINO DE LA DIALECTICA MATERIALISTA REAL Y CONCRETA EN LO SOCIAL DE Marx. Sin estos problemas dialécticos, muchos "políticos" no serían "lideres".
En Venezuela, a Rómulo Betancourt, que como presidente fue más represivo y entreguista que Pérez Jiménez, sus adulantes lo llaman "el padre de la democracia", y a su partido, "el partido del pueblo". Que Betancourt y su partido estuvieran involucrado en el golpe de Estado contra el presidente Medina Angarita, no extraña; diversos partidos y políticos han sido y son serviles del capital. Cobran por esto.
Nuestro enemigo histórico, nos ubica como su "patio trasero". Cuando hemos roncado con firmeza, nos imponen dictadores, uno de ellos (Anastasio Somoza), lo tildaron como "hijo de puta, pero hijo de puta de ellos". Con "democracias", también controlan y saquean, controlando a partidos y a gobernantes "demócratas". Son "democracias" sin pueblo y contra el pueblo. En nombre de la "democracia", también se engaña. EL DINERO PUBLICO PAGA LAS CUENTAS: El Estado.
El sistema capitalista, es un sistema de clases sociales estructuralmente opuestas. Por estas oposiciones concretas, es lógico el desgaste de sus gobiernos; no pueden cumplir con sus promesas, pues las contradicciones estructurales del modelo, dificultan e impiden procesos justicieros. Por el contrario, con el tiempo, se van agudizando sus crisis, es decir, sus contradicciones.
Las elecciones, vienen a ser NUEVAS Y VIEJAS PROMESAS, COMO SOPORIFEROS SOCIALES CON NUEVAS FALSAS ESPERANZAS. Partidos y políticos al servicio del sistema, buscan atenuar tensiones sociales. Nuevas ofertas, de nuevos o viejos gobiernos que, en fin, son parte del sistema dominante, dispensados por unos, esperanzados por otros y otros más que se arriesgan con nuevas esperanzas de soluciones. Como podemos predecir, en nuestro país, los problemas levemente se atenuarán, pero A POCO, se agravarán, pues son las contradicciones sistémicas en desarrollo. Por mejor decirlo, los resultados electorales no arreglan estos problemas sociales; pues se trata de problemas estructurales, sistémicos e históricos, anclados sobre contradicciones solubles e insolubles, que solo una revolución radical puede erradicar.
El verdadero hegemon es el pueblo; contiene dentro de sí toda la carga histórica revolucionaria. Su concientización y práctica es tarea prioritaria; es la PRAXIS que destruye lo viejo y crea lo nuevo. Subvirtiendo el presente, se construye un futuro. "Solo el pueblo salva al pueblo".