"El que dice una mentira
no sabe qué tarea ha asumido,
porque estará obligado a inventar veinte más
para sostener la certeza de esta primera"
Alexander Pope
La inhabilitada, María Corina Machado, casi termina de cavar su propia tumba al seguir creyendo, que los venezolanos son una pila de pendejos. Todas, sus acciones y decisiones son una copia de los acontecimientos, que pasan en los Estados Unidos, producto de la grave descomposición social, el cual viene arropando a toda la sociedad. Apenas se produce el atentado contra Donald Trump, el cual parece no tener ninguna vinculación en lo político –es lo que se sabe hasta ahora– se apareció con el invento del atentado contra el vehículo donde viajaba. Las primeras informaciones difundidas por la propia mentirosa, no tuvo ningún impacto, porque un simple razonamiento no daba para creer y crear un show mediático, pero, sí, para considerar el falso hecho, como muy grave por las consecuencias, que pueda producir en medio de la campaña y, el odio opositor.
Todo el que anda inventando para sacarle provecho electoral producto de la desesperación, siempre termina haciendo payasadas, hasta convertirse en un hazmerreír y por mucho fantaseo, cuando menos se lo piensa queda descubierto y después ni siquiera arrodillado antes callados y embelesados seguidores, puede esconder la mentira, porque la verdad siempre sale a flote, como el aceite en el agua mostrando todo el armazón de la tramoya, el cual termina dejando a los tramoyeros tan enredados, que después no les queda otra, si no callar para no seguir levantando vientos provocando polvaredas, cuando al comienzo se creían los creídos, pero al presentarse las pruebas de una copia mal ejecutada, terminan metiendo la cabeza, como el avestruz para seguir haciendo el papel de cobardes.
Todas las ejecuciones y presentaciones de la inhabilitada se basan en hacer demostraciones de una mujer arrecha –no me vayan a malinterpretar la expresión; simplemente guapa– en cada salida al ruedo, recurre al libreto diseñado por el aparato mediático de los Estados Unidos y, ha dado excelentes evidencias de copiar al pie de la letra todas las orientaciones; sin embargo, en este momento no hace alarde de regocijarse de la admiración hacia el país del sueño americano, porque todo se está viniendo abajo y la crisis es tan profunda, que los dos candidatos a la presidencia, ningún reúne las condiciones para representar a un país, en medio de una tormenta anunciada: Biden acaba de renunciar y el Trump, se apoya en la montaña de dólares en su cuenta, para hablar al estilo de María Corina.
Ahora, viene el otro cuento en medio del eterno rosario de mentiras, para ver si tapan la falsa noticia. Todo se ha revelado sobre el supuesto atentado, que solamente se ejecutó en la imaginación y maldad de la inhabilitada, el cual sigue utilizando todo lo que está a su alcance, porque el tiempo apremia y los números le están golpeando el subconsciente y las horas les parecen un soplo, algo propio del que va acudir a un juicio y tiene todo en contra, porque las pruebas lo acusan irremediablemente. Todo quedó en la casa de la acusadora, pero es tan caradura, que ha seguido en la campaña con la cara, como una artista de Hollywood, pero en el fondo no está muy lejos, ya que, ha dado demostraciones de formar parte del equipo mediático del imperialismo.
La gran verdad en medio de la campaña, es que la inhabilitada todo lo niega y ahora en su última etapa en representación del imperialismo se está pareciendo cada día más, al presidente de Argentina Javier Milei, quien presenta incontrolables arrebatos de grandeza y todo lo que hace es en defensa del gran capital. A María la del sueño presidencial, no le va quedar otra, que asumir el fracaso y la responsabilidad en todo lo que enturbiaron con el pedimento desesperado del bloqueo, sanciones y medidas coercitivas para provocar un estallido social. Todo se le ha venido abajo aclarando las mentiras, como es el espejismo del atentado, con el cual se ha cortado con el mismo cuchillo, como el que recibe un tortazo, que apenas le da tiempo para limpiarse los ojos. De aquí al 28, le va faltar tiempo para los cuentos, y el candidato cada día se hace más pesado. Tiene que cargarlo, porque los afiches no hablan. La renuncia de Joe Biden, pone al sustituto frente al mismo espejo y todos sabemos, que Biden, a pesar de sus frecuentes fallas cognitivas está por encima de Edmundo. Hacer un candidato de la noche a la mañana no es fácil. ¡Que lo diga Capriles!