El domingo 28 de julio finalmente se van a realizar las tan esperadas elecciones presidenciales en Venezuela. Ya la campaña electoral está concluyendo y los diferentes actores políticos se aprestan a enviar los últimos mensajes e instrucciones a sus partidarios. Mientras tanto, el pueblo venezolano todo transita por unos días de mucho nerviosismo, esperanza y ansiedad.
Como conclusión de la campaña electoral quedan dos versiones principales y ocho candidatos más que esperan obtener un resultado decoroso. Las dos versiones proclaman el triunfo en las elecciones del domingo 28 de julio. La primera de ellas, la de Edmundo González Urrutia, asegura que ganará las elecciones, de acuerdo a lo que revelan las encuestas. La segunda, la de Nicolás Maduro Moros, se muestra optimista y espera obtener un resultado favorable, basado en la fuerza de la maquinaria electoral de su partido y en el apoyo de los habitantes de los sectores populares.
Mientras tanto, ocho candidatos más esperan contar, uno a uno, los votos que puedan llegar a obtener. Luis Eduardo Martínez, por ejemplo, espera por los votos de los adecos fieles a la tarjeta blanca, al tiempo que Javier Bertucci hará lo propio con los votos que por él deposite el pueblo evangélico venezolano.
Por su parte, Daniel Ceballos visualiza su renacer en la política venezolana, más específicamente en el estado Táchira, luego de haber pasado algún tiempo en prisión, en tanto que Antonio Ecarri, con su discurso altisonante e invocando los ideales de Arturo Uslar Pietri, piensa que puede consolidarse como una opción futura en el Área Metropolitana de Caracas.
Al igual que Ceballos y Ecarri, los candidatos José Brito y Benjamin Rausseo esperan recoger una significativa cosecha de votos, esta vez en la región oriental de Venezuela, de donde son oriundos, tal vez pensando en construir una plataforma para futuras elecciones estadales, municipales y parlamentarias.
Finalmente, Claudio Fermin, quien ha insistido en ser candidato presidencial, pareciera creer firmemente que con su mensaje moderado y de reconciliación de los venezolanos, la tarjeta que lo representa será marcada por miles de electores, lo mismo que piensa Enrique Márquez, al representar a sectores disidentes del chavismo, la gente liderada por figuras como Juan Barreto y Oscar Figuera.