El burdo fraude electoral perpetrado por el madurismo, conduce al país al abismo caótico, no se trata de un simple fraude, es el desmantelamiento brutal del Estado, del ordenamiento jurídico, de la credibilidad del gobierno, su legitimidad. La sociedad ha perdido asideros en la realidad, vivimos peligros de desintegración social, el éxodo vivido y el por vivir son señales claras de la necrosis social. Lo que está en juego hoy es la existencia misma de la Patria.
El madurismo, fiel a su condición marginal, lo ha destruido todo, y después se ha suicidado. Todo lo que lo justificaba, el armazón legal, las instituciones, la credibilidad, todo lo destruyó, ahora está en el aire, viviendo sus horas postreras.
Las elecciones descaradamente fraudulentas, fueron la estocada final en el sistema de dominación capitalista. El madurismo y el mariacorismo fueron incapaces en la tarea de construir un complejo político de dominación. El madurismo por pillos, y los mariacorinos por pusilánimes, incapaces de producir sus propias soluciones, descansando en las soluciones del extranjeros, medidas, invasiones.
Ahora, el país, la sociedad, se encuentra en un vacío, con un gobierno que agoniza y una oposición que no llega al final, se devuelve en la orilla, tiene terror a dar el salto necesario. Tuvieron éxito en la tarea de desmantelar el ensayo socialista de Chávez, pero fracasaron en el intento de estabilizar la forma política del capitalismo, un neo pacto de punto fijo, una nueva versión de la quinta república.
En esta situación, el chavismo, volver a Chávez, al ensayo socialista probadamente eficaz en la tarea de construir una sociedad soberana, feliz, es una opción. Entramos en una etapa similar a la que antecedió al 4 de febrero, es la hora de los COMACATES, enfrentados a los pinochet, es la hora de rescatar a Chávez.
La otra opción es la dictadura fascista, la venta de la Patria al capitalismo y la represión de las protestas, algo peor que el milei de Argentina. Otra posibilidad, y no muy remota, es la disolución de la Patria en un caos, en una gran estampida.
Las tareas de los chavistas, de los patriotas, están claras. Primero, enfrentar con decisión al madurato. Segundo, organizar una dirección política del chavismo que permita agrupar a los patriotas. Ya es hora, es una necesidad vital. El chavismo debe presentarse frente a la sociedad como la única opción para salir del laberinto, reivindicar a Chávez, no permitir que el madurismo lo deforme, lo utilice para destruir al país. Explicar al país, al mundo que madurismo no es chavismo, que no son 25 años de chavismo, son 11 años de madurismo, once años para desmantelar al chavismo. Explicar al país, que mariacorinos y maduristas son en esencia lo mismo, capitalistas los dos, que es el causante de los males que sufren los desposeídos.
¡CHÁVEZ, VOLVERÁ!