La arrogancia desmañada

Miércoles, 31/07/2024 12:09 PM

Leí lo que acaba de escribir Diego Silva Silva, un reconocido músico venezolano que, en boca de quienes lo conocen, hace y dice lo que realmente piensa y cree. Copio, para quienes no lo hayan leído, un párrafo de ese artículo: Los cacerolazos en los barrios son un buen indicio de que ya el hastío llegó a los que no tienen nada, y por lo tanto, tienen menos que perder; y ojalá que ellos, esos mismos locos y descamisados que salieron a defender a su presidente durante el golpe de estado, hagan que, en un asomo de conciencia y no de demagogia, el gobierno entienda que debe acabar con: la corrupción, el clientelismo, el nepotismo, la incompetencia en los cargos alcanzados por su incondicionalidad con el partido de gobierno, la ausencia de transparencia y rendición honesta de cuentas y la estulticia mediática como modo de convocar apoyo...

Lo comparto totalmente y le incluiría el sustantivo arrogancia. Esto último es lo único que puede explicar que, a pesar del hackeo sufrido por el CNE, el presidente -sin duda alguna reelecto- se le haya ocurrido que estaba bien proclamarse, faltando aún el 20% de los votos por escrutar. Supongo que siguió las torpezas de los rectores de ese organismo que asumieron que, en medio de las presiones políticas que enfrentamos, cabía el concepto "tendencia irreversible" -absténganse los matemáticos de darme explicaciones, esto es político-. Tal cosa dio oxígeno al fuego que la derecha tenía preparado.

Imagínense que harían los espectadores, en un partido en la "Bombonera" entre River y Boca, si a los árbitros se les ocurriera decir, faltando 4 minutos para el final, que la ventaja del River ya es irreversible y proceden a parar el juego.

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