No puede hablarse de división, porque quienes se confabularon para expropiar las siglas del PCV no eran militantes. Son unos saltimbanquis que han estado coqueteando siempre con quien les ofrezca una mínima oportunidad de figuración. Militaron en el PCV cuando jóvenes (probablemente por adolescencia), luego se apartaron del partido. Cuando vieron la oportunidad, se integraron al PSUV. Pasaron por el PPT y después se acercaron nuevamente al Partido Comunista para crear el "chiripero" que llamaron "Alternativa Popular Revolucionaria". Al no haber podido sacar provecho de esa situación, entonces conspiraron rastreramente para dar el golpe de estado al partido que los acababa de sacar del ostracismo para convertirlos en "candidatos de papel".
Ahora bien, estos oportunistas no son los responsables del verdadero naufragio del PCV. Lamentablemente, el histórico Partido Comunista de Venezuela, anda a la deriva sin brújula, en un océano pacífico de desaciertos y contradicciones involutivas, con una tripulación que no sabe qué hacer con el timón, mientras la embarcación se ha venido manteniendo a flote gracias a las sólidas velas de reserva moral que la sostienen... y que ellos han dejado corroer de tanta intemperie.
Lamentablemente el glorioso Partido de Gustavo Machado, Jesús Faría, Olga Luzardo y muchos otros próceres del comunismo venezolano se fue desmovilizando, perdiendo militancia, desculturizándose, mediocrizándose y desvirtuándose de tal manera que, de Partido Marxista-Leninista pasó a convertirse en una suerte de congregación politeísta minimalista, conformada por gente que, entre otros dislates, sale de la reunión de célula, apurada porque tiene que ir al culto.
Una organización que, lejos de aprovechar la oportunidad que le dio Chávez al declararse Socialista y Antiimperialista, para crecer y fortalecerse ideológica y políticamente, se recostó cómodamente para garantizar unos carguitos a la cúpula central. En tiempos del Comandante... e inclusive de Maduro, apesar de las diferencias que siempre hubo, el PCV debió crecer desde las bases. Bastante tiempo hubo para formar líderes reales y auténticamente comunistas que pudieran ser candidatos efectivos en elecciones locales y regionales. ¡Pero claro! Es obvio que esos líderes a la postre iban a reclamar legítimamente espacios en la estructura organizativa del Partido. Probablemente eso no le interesa a la enquistada dirigencia que desde hace tres décadas ha hegemonizado las decisiones sin permitir un verdadero Congreso del que salgan propuestas innovadoras de crecimiento politico y militante... y que propicie una dirigencia emergente bien formada. Les pareció mucho más cómodo y práctico recoger al montón de bates quebrados del PPT, Tupamaros y otros partiditos a los que les ofrecieron cargos y candidaturas por encima de los militantes propios del PCV. Estos mismos "aliados" fueron los que a la vuelta de esquina armaron el complot para apropiarse fraudulentamente de las siglas. El fracaso de esa APR fue tal que solo duró un proceso electoral... tal cual el chiripero de Caldera.
Después de la muerte de Chávez, el país quedó sin liderazgo real. El PCV debió capitalizar esa situación y aprovechar el embión socialista que el Comandante dejó para proponer un líder naturalmente socialista. Era más fácil sacarlo del PCV que de las Fuerzas Armadas o del PSUV. Pero, por el contrario el accionar facilista y timorato del Comité Central dejó que el tiempo pasara sin pena, ni gloria... siempre a la retaguardia del PSUV.
Pero la tapa dorada de este frasco la pusieron en el reciente proceso electoral, cuando después de un supuesto Congreso Nacional de militantes se decidió apoyar abiertamente a un candidato que viene de ser Vice-Presidente del Partido Un Nuevo Tiempo... hijo pródigo de Acción Democrática. Personaje que en reiteradas ocasiones se declaró anticomunista. En los mismos grupos del PCV se expresaron opiniones de rechazo a esta decisión, lo cual hace pensar que, si se hizo una consulta no fue del todo validada por la militancia y allegados. Y desde nuestro punto de vista, si fue consultada y aprobada por la mayoría, es aún más preocupante la situación.
Creemos que para apoyar a un candidato externo que no tenía ni la más mínima oportunidad, hubiese sido digno haber hecho una campaña a favor de la abstención, como símbolo de rechazo por la intervención jurídica y la exclusión del verdadero PCV. Eso de salir a lavarle la cara al candidato adeco y anticomunista, con el cuento de que sería el presidente de la clase trabajadora, nos hizo recordar la sabía frase del Padre Cantor Alí Primera: "hay que dar la pelea... y no me gusta el papel de estar perfumando la mierda".
Y como si no fuera suficiente, ahora resulta que el Partido Comunista que, para diferenciarse de los usurpadores se hace llamar "PCV-Dignidad", ha publicado un comunicado que coincide, nada más y nada menos que con el discurso de la ultraderechista, fascista y mayor pitiyanki que haya nacido en Venezuela. ¡Coño! independientemente de las sospechas o indicios de fraude que pudieran tenerse, jamás podría un partido comunista salir a defenderle los votos a la ultraderecha más rancia e inescrupulosa... como si ellos no tuvieran suficientes recursos para hacerlo. Y debemos suponer que, cuando piden transparencia al CNE, están hablando por María Corina Machado, porque Enrique Márquez no alcanzó ni los 30 mil votos... es decir, 0,24 %. Mucho menos podría un comunista salir a decir que, las acciones vandálicas y criminales actuales... evidentemente financiadas, son expresiones espontáneas de protesta del pueblo venezolano. Con lo cual el Partido Comunista de Venezuela se desvincula de sus homólogas organizaciones en todo el mundo, que han rechazado estas acciones... o han apelado a la cautela, pero jamás han salido a apoyar el discurso de la derecha.
La verdad es que, los comunistas que durante toda la vida le otorgamos al PCV el derecho a representarnos electoralmente, hoy no solo nos sentirnos defraudados... sino además huérfanos politicos.
*Trinchera Comunista Lydda Franco Farías*